jueves, 26 de mayo de 2016

TRAJANOS Y CINCINATOS


-Buenos días Magister. ¿Cómo van las cosas por el Levante?
-Buenos días guerrillero.  Bien van las cosas o así lo pretendo.
-Una pregunta, el titular de la nueva cátedra, ¿es muy "avispao"?
-¿Y esa pregunta?, poco se de él, la verdad…
-Bueno, es que he leído su toma de posesión y hombre, un poco carpetovetónico le veo. Ya sabe, soy un poco gato y siempre me mata la curiosidad.
-¿Sólo un poco carpetovetónico?, ¡jajajajajaja!. Bueno, el hombre se muestra cual es.
-Pues rarito un poco es y verle abanderar con tanta pasión los valores del pasado no sé si me preocupa o ha de provocarme risas.
- Mira, yo aún no he hablado  de política con él, pero es cierto que es muy, digamos, "de la vieja escuela". Muy tradicional para ciertas cosas, proclama valores patrios y según veo,  es verdad que no oculta sus simpatías franquistas.
-Yo es que los nacionalismos, vengan de donde vengan me inquietan por la razón de ser irreflexivos. Siempre regreso al mismo punto, como usted indica sabiamente, la cosa es el respeto, siempre el respeto. Gracias Magister por recordármelo siempre.
-¡Nada nuevo para ti!, pues siempre lo has practicado, de lo contrario, puedes tener por seguro que nuestra relación sería muy distinta o de orden diferente. En el caso que nos ocupa  nos hemos topado con buena gente, pero algo simple. En cualquier caso no estoy al caso, como te decía el hombre lleva muy poco tiempo aquí e imagino que se le irá conociendo.
-Le explico lo que me ha hecho preguntar. Hoy ha lanzado una oda al bandera española y lo ha hecho en contraposición a aquellas que supuestamente la menoscaban. Sabe usted que para mí las banderas, demasiadas veces, son un síntoma de la sinrazón. Bueno, a mi ver, claro.
-Sólo cuando se hace de ellas un arma ofensiva, ¿no crees?.
-Sí, útiles si explican algo, inútiles si tan solo dan sombra a quienes las enarbolan. Pero bueno, esta es una derivada que no pretendía hacer, la verdad. Hoy quisiera comentarle y pedirle opinión sobre una cosa.
-Adelante pues, no hace falta pedir permiso…
-Hoy he pensado un poco y lo hacía sobre la idea de que siempre se aprende de todo y de todos.
-Y que lo digas. Hasta quien menos esperas te da alguna idea, aunque sea a la contra
-¡Exacto!. Escuchaba hoy en la radio el desaforado debate pseudo intelectual  en el que una de las partes abonaban la tesis  de que para gobernar se necesita una "élite intelectual" que controle  a una masa que cree participar. Se criticaba esta posición en Podemos y mire usted, la cosa, dándole vueltas al peloto, es lo que es. Es decir, algo factible.
-No es la primera vez que lo escucho, cosa vieja. Despotismo ilustrado, ni más ni menos.
-Mirándonos al espejo,  nos guste o no, usted y yo caemos en ello por activa y por pasiva. ¿Me dirá que no?.
-Guerrillero…. pues no, no puedo decírtelo, la verdad.
-Sí, lo hacemos. No nos gusta la idea, nos revuelve en la silla, pero oteamos que o se significan los cincinatos o Roma desaparece.
-Esperemos no llegar a tanto,  aunque al final es recurrir a aquello tan deprimente de que entendemos el palo i si nos dejan, nos meamos en las gachas.
-Mire, los extremistas tienden al precipicio, pero en su desaforada carrera para  cavar trincheras están acercando a todo el mundo a la única solución posible, le reces al Altísimo o a Durruti. ¿Me explico?.
-Perfectamente, son  muy beligerantes; lo que no se sabemos nunca es si se debe a alguna experiencia personal o, sencillamente, es su forma de ver las cosas, De lo que no cabe duda es que, para ellos, los puentes están rotos definitivamente y lo que hacen falta son personas de buena voluntad, con mucha voluntad y que eleven su voz lo suficiente para hacerse oír entre tanto ruido.
-Bueno, todos somos protagonistas y actores secundarios y siempre, el papel que jugamos, consciente o inconscientemente, aporta algo. Cómo antes decía, incluso a la contra. Ese es el valor que el extremismo tiene en nuestro presente. Nos indica cual es el camino correcto.Usted lo hace, pero hace falta más personas que aúnen su voz. Faros que adviertan del peligro que las trincheras suponen. Bueno, ¿acaso no somos unos de ellos?
-¡Vaya dueto!. Bueno, hacemos lo que podemos, pero estamos lejos de que se acepte relativizar las cosas en base a datos y respeto. Aún así, toca confiar en las personas. Sin lugar a dudas, pues un grano no hace granero pero ayuda al compañero.
-Y así hasta un liberal y un socialdemócrata cocinan los pollos y evitan cagar las plumas. ¿Lo ve usted?
-Mira que eres puñetero, pero tienes mucha razón, no queda otra. De hecho, nuestra conciencia, que es nuestro tesoro, está correspondida y para mí vale muchísimo.
-En cualquier caso es muy duro aguantar el tirón muchas veces me lo va observando mejor que nadie.
-Pero aguantas muy bien la posición. Yo aquí lo tengo más fácil, vivimos en cierto modo en retaguardia pero aún viendo el humo en lontananza, sabemos que los extremos, ocupados por legiones, para ser batidos requieren de tácticas y estrategias que intuyen siempre muchas bajas.
-Entonces, fíjese usted, ver tanta tontuna anima a seguir pareciendo idiota mientras se avanza.
-¡Jajajaja!, eso no es posible en tu caso, porque -en el buen sentido-estás en el punto de mira. Estoy convencido que no pasas desapercibido para nada, y que gozas de respeto, más del que algunos querrían reconocer. Y ahora, deja ya de, cómo tú dices, darle vueltas al peloto y vete a comer. Yo voy a hacer lo mismo, seguimos luego.
-A sus órdenes Augusto, muchos Trajanos como usted nos hacen falta.

POLITICA ES MORAL

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