miércoles, 30 de noviembre de 2016

CUBA Y EL TELERÍN DEMÓCRATA


He tardado en ponerme con la liberación de Cuba y creo que deberé ser directo y harto claro: me está fastidiando el telerín ultra-demócrata de las ejemplares democracias occidentales.

Yo he pisado Cuba, yo amo a Cuba con el ansía del amante por el  amor perdido y les afirmo que Cuba tiene sombras por la altura indigna de su vecino.

Yo no puedo negar ni evitar cierta simpatía por Fidel y compañía. Aunque obviamente puedo enumerar  muchos peros, lo de nuestra joya del Caribe ha de ser visto en su verdadero contexto: de ser el casino-prostíbulo-patio trasero yankee a tener una oportunidad de ser un país digno.

Miren, estando haciendo inmersión en Cayo Levisa, uno de los islotes que salpican la costa cubana, mantuve una grata conversación con tres músicos y dos biólogos marinos que se ganaban la vida con el turismo. Todos, sin excepción, esperaban que tras la caída del Pacto de Varsovia, las cosas cambiasen en su país, pero dejaron muy claro que no a cualquier precio: "mira gallego (así nos llaman a los españoles), yo quiero que acabe este jodío periodo especial, pero si vienen los yankees soy el primero en coger el fusil".

Esa es la cosa, ser honorable es algo que nadie puede darte y tampoco nadie puede quitarte. Eso es lo que logró en su momento el movimiento 26 de julio al enfrentarse a Fulgencio Batista: armar personas en una Latinoamérica  en la que medraban los ladrones apoyados por un norte hambriento de recursos naturales y de mercados cautivos.

¿Imagina alguien hoy una Cuba libre del embargo de los EEUU?, de no haberse llevado a cabo, ¿hubiese sido otra la realidad de los cubanos?. Por supuesto que sí. El patio trasero de los yankees ha sido el culmen de la desvergüenza y la causa del sempiterno atraso del Caribe y el cono Sur. En 1959 Cuba se encontró sola contra todo y a pesar de todos los hándicaps empezó a conseguir  unos mínimos de dignidad que ningún salvador demócrata liberal consiguió desde la frontera norte de Méjico hasta Tierra de Fuego.

Pero claro, estamos en lo de siempre, no hay medias tintas. Hoy  se simplifica, se estigmatiza, se dibujan cielos e infiernos para acabar hablando de ángeles o demonios. Llegados a este punto me golpearán la puerta preguntando si el régimen resultante de la revolución castrista es culpable, yo les contestaré que no, les diré que Cuba fue el enemigo que al Imperio Norteamericano le convino mantener para justificar sus desmanes.

Lo dicho, los  telerines ultra-demócratas se llenan hoy la boca de sacrosantas voluntades populares y libertades inapelables y de acusadora observación de la degradación de las calles y gentes de la Habana y otras ciudades cubanas. Yo les invito a recorrer el trazado de las 3000 viviendas de Sevilla o los asentamientos ilegales de la madrileña Cañada Real. ¿Qué no es lo mismo?, ¡claro que es lo mismo!, pero según los adalides de la justicia occidental, aquí todos somos muy libres y todo lo podemos comprar, pero miseria tenemos a montones aunque la queramos negar.

Los revolucionarios cubanos no eran enemigos de los EEUU, es más, observaban a la generosa madre de la democracia como una garantía de futuro. Sucedió que cuando priorizaron los intereses de cuba y su ciudadanía, iniciando la  nacionalización de  empresas, tocaron los bemoles al capital yankee y así se cavaron la tumba.  Norteamérica, a su antojo, ponía y quitaba dictadorzuelos, Cuba no podía permitirse regresar al batisteo, la autarquía era un suicidio, un callejón sin salida y así, por contexto, se hicieron pro-soviéticos.

Es curioso, siempre se ha dicho que en Cuba se dirimió en gran medida la lucha Este- Oeste y la verdad, la razón cierta que pesó en la constante presión al régimen cubano fue el mantenimiento de la depredación en el continente. Revoluciones sociales auspiciadas por el comunismo rojo hubiesen sido la ruina del libre comercio. Créanme lo de Bahía Cochinos y la crisis de los misiles que a punto estuvo liar la tercera mundial, fueron la demostración de lo que comento. La extinta URSS optaba sin disimulo a quedarse la mayor parte del pastel geo-económico. 

Me permitiré alguna fruslería y de veras que estas son necesarias, pues si uno no se ríe, acaba enfadándose y no poco. El otro día leí que Francisco Franco era de los malos que hacen alguna cosa bien,  que los Estados Unidos son de los malos que nunca hacen nada bien y que  Fidel Castro era de los buenos que hizo alguna cosa mal. No se extrañen, los que son de los buenos y lo hacen todo bien no existen. No recuerdo de quien era la frase, pero me pareció genial y me ayudó a quitar hierro a la deriva de la banda del telerín mediático.

Me va una higa en lo que algunos o muchos puedan pensar, pero  el mundo capitalista ha creado la más perfecta dictadura: nos permite andar todos los caminos para no llegar a ningún sitio. Nuestras hermosas democracias son lavanderías que hacen colada con nuestra ciudadanía, nos revuelven las meninges y nos regalan una maravillosa sensación de libertad con dulce aroma a suavizante. Ni más, ni menos.

El otro día, escuchando a los contertulios del grimoso periodista Josep Cuní, escuché a una mega demócrata  Montserrat Nebrera decir  lo siguiente:  "claro, es cierto, en Cuba tienen un buen sistema educativo, pero cuando los estudiantes finalizan la universidad no pueden trabajar". ¡Tócate los huevos!, ¡no me había enterado!, ¡en España también somos cubanos pero con menos negritos como cantó Carlos Cano!. También oí "que lo de alfabetismo cero, la eficaz y eficiente sanidad, lo usan como hacía la RDA con sus resultados deportivos". Vamos que todo es y ha sido propaganda y tal y tal. Bueno, de un plumazo, los salvadores de las buenas gentes con derecho a comprar en el Black Friday, se han cargado los informes y las estadísticas de la misma ONU. ¿Qué podemos hacer?, siempre se ha dicho que la misma no sirve ni para calzar la pata de una mesa…

Lo triste y cierto es que vivimos en una plutocracia decadente que ha sabido inyectar, mediante un falso suero de libre albedrio, el virus que nos convierte en agilipollados zombis consumistas que puntualmente llenan, sin descansar en festivo, su centro comercial más cercano. Somos consumidores, nada más, pueden creerme, la felicidad se vende.

De desear analizar el rol de Cuba en la historia, debemos hacer un esfuerzo intelectual de calibre considerable y no temer  al debate. Al contrario, la muerte de Fidel Castro lo requiere y lo estimula. Siempre hemos de estar dispuestos a litigar con quien sea, pero  con mucho respeto hacia el otro,  con mucho cuidado. Me molesta ver a  discutidores  y polemistas con argumentos a espuertas temibles como los jinetes del Apocalipsis. Me repugna observar la mala fe y el odio que destilan ante un fenómeno que entender no pretendieron ni pretenden.

No puede compararse a Fidel Castro  con dictadorzuelos de todo tipo. No sé si se pudo o se podrá pensar en él como un déspota ilustrado, pero la Cuba que vio triunfar a la Revolución estaba sometida a una enorme miseria, a una miseria en concepto transversal y amplio. Pero claro, por lo general –también en este caso-  se simplifica de forma maniquea: ¿no votaban?,  ergo Castro era un dictador deleznable, como Hitler, Franco, Stalin, Mussolini, etc.

Estoy hartito de estos análisis y reitero que para entender lo que pudo ser Cuba y el motivo por el que se le combatió, demonizando todo lo que pretendía ser, hay que escuchar el discurso del Che en las Naciones Unidas. Ernesto Che Guevara afeó la falsa prosperidad de los pueblos sometidos  a los yankees y apeló a la revolución de toda América Latina y de todos los pueblos oprimidos y enajenados del Mundo. ¿Lo ven?, Cuba era el lobo que debía ser abatido y su agonía, por conveniente, debía ser larga.

Viene al caso recordar  lo que Henry Kissinger (Secretario de estado de los EEUU)  le dijo a Richard Nixon en referencia al  golpe de estado de Augusto Pinochet contra Salvador Allende: “cierto Presidente, el General es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta". Se puso y se pone en manifiesto  el doble rasero en América. No le demos vueltas, Cuba se sirvió libre a sí misma y acabó prisionera de un sueño de libertad que debió ser el de todos.
Cuando los alfeñiques bien pensantes dicen que la historia juzgará a la dictadura cubana, se me remueven las tripas y me empodero para decir o mejor gritar, que Cuba es más patria digna de defender que el centro comercial que reparte hostias consagradas previo pago con visa a un interés moderado. Rabia provocan esos topicazos de que ha fallecido un “personaje con luces y sombras".

Veremos que sucede ahora, quiero decir que lo veremos sin duda. La en otro tiempo orgullo del Imperio de las Españas, transitarán hacia el libre mercado y las bondades capitalistas y volverán la familia Corleone y la Bratva del este a lavar dinero mientras se trincan a las mulatas cuarteronas. Ese será el éxito de las democracias y la derrota del pérfido lagarto verde que debió haber sido un coriáceo dragón rojo.

Viva la Revolución y vivan los sueños rotos.

POLITICA ES MORAL

viernes, 25 de noviembre de 2016

CAGÓNEL BLACK FRIDAY


Ayer me enfadé  y mucho  con mi hijo. En mitad de la cena me espetó: “mañana me compraré algo, ¡es Black Friday!”. Huelga decir que reaccioné con prontitud y sin duda de forma adusta, pero entendí que la infección había llegado a mi casa y pretendía cobrarse un zombi más del sacrosanto consumo.

Y miren, me va una higa en lo que cada cual haga con sus duros, pero los míos se ganan para ser gastados con un poco de sentido. Apelando precisamente a eso de sentir, siempre he pensado que la satisfacción en la vida de cualquier persona, deberá construirse sobre las sensaciones que esta pueda experimentar. En términos absolutos, sin posibilidad de réplica, les afirmo que tener no es garantía de disfrutar. Punto y pelota…

¿En qué puñetas nos hemos convertido?, ¿queda inteligencia en el planeta?, ¿mantenemos la consciencia de nosotros mismos? o por el contrario, ¿vivimos en Matrix y un sistema desalmado se alimenta de nuestros falsos sueños?. Rebaño criado para ser esquilado y aportar también carne, matamos por lo accesorio y abandonamos la decencia de lo trascendente.

Nos importa poco menos que nada lo que sucede al cuerpo social si conseguimos un celular de última generación y tras comprarlo, colgamos en las redes que somos felices como perdices por tener un cachivache nuevo y así molar más y estar más completos que el desgraciado de la puerta de al lado. Somos paganos en un tiempo de bárbaros y tras quemar catedrales, hacemos nuevos templos de los centros comerciales. Adoramos al becerro de oro que nos salva de las miserias de nuestra incompleta psique y nos abocamos a la falsa felicidad de los bienes externos, que pudiéndose mostrar, nada real contienen. Pero siendo incomprensible la cosa, perseveramos en la auto-otorgada mentira para seguir con el corazón hecho una mojama, insatisfechos y sin experimentar, ni de lejos, eso tan cacareado de la felicidad.

Miren asumo en este mismo instante mi absoluta idiotez o si prefieren, mi limitación de seso, pero no me reprimiré el decir que me siento mal esta jornada. Me siento indigesto y agobiado, pues por mucho que rogase al Santísimo o a San Agustín mismo, hoy estaré jodido y nada mejorará mañana.   Vivimos en un engaño, se nos cría como a criaturas impulsivas, incapaces de pensar en clave de trascendencia y en definitiva, acabamos por salivar en el hecho de comprar lo que sea, como un denigrado perro de Pavlov haría.

Se nos ha llevado al reflejo condicionado, a la respuesta útil al sistema y si alguien grita Black Friday (o similar cosa), perdemos el culo para levantar la pata. Se nos ha investigado, se nos ha valorado y finalmente se nos ha adiestrado para ser cosecha feliz de los traficantes de mentiras que se nos muestran sonrientes como líderes amados. Lerdos de patas cortas es lo que somos y si la cosa les molesta, les diré que me alegra, quizás despertarles un poco sea algo que finalmente me agradezcan.

Nos diluimos cada día en un fétido magma y de forma sorprenderte, formando parte de una mayoría adiestrada, hacemos de un falso individualismo gala. Somos tan cortos que creemos protagonizar nuestra vida cuando en realidad, tan solo somos uno de los innumerables personajes secundarios cuyo papel es trabajar para hipotecar su futuro pagando lo que no necesitan pero que para otros es necesario lucro. Egoístas y vacíos, mostramos la derrota de una sociedad que si un día quiso ser  justa, hoy es un verdadero excremento. La razón ha muerto, el engaño es lo cierto, nada más queda por hacer que escupir en el falso postre de este viernes deshonesto.

Miren, me alegro de haber leído, me congratulo de tener recorrido en errores y aciertos, me hace sentirme bien decirles que en este falso bienestar no quiero ser reconocido ni por un momento. Hace tiempo que lo veo, demasiado tiempo que temo las consecuencias de una sociedad de la información que omite en conocimiento, y así regreso a la jornada de ayer y a la bronca a mi chiquillo. Ya no somos un colectivo de humanos en busca de ser mejores en red, somos un cardumen de sardinas ahogadas en la cubierta del barco y la red nos atrapó y nos ha matado. No será  mi casa el lugar en el que nos rindamos, aquí decimos no y enviamos a hacer puñetas aquello de que no somos tontos porque en Media Markt compramos.

Por cierto, no dejaré pasar la oportunidad de insistir en otro aspecto del Friday de marras. Cansino me tiene aquello de asimilarnos a festividades foráneas y así proclamo –otra vez- que odio al el gordo estrafalario del traje rojo (sí, me refiero al Papa Noel reinventado por la Coca Cola tras defenestrar a San Nicolás), al artificioso Halloween y a los alineados niños del jodido truco o trato (sí, me refiero a esa fiesta que ha exterminado a las castañeras y a todos los Santos) y no sé cuantas importaciones directas que nada tienen que ver con nuestra tradición socio cultural.

Aviso a navegantes: como se ponga se moda celebrar el Día de Acción de Gracias, no me inviten a comer a su casa, seguro que este servidor la liará.

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miércoles, 23 de noviembre de 2016

FRANCESCO PENTANGELI Y LOS CORLEONE.


Los que me conocen un poco, saben de mi pasión desaforada por la saga de El Padrino, la trilogía que explica a través de la ficticia Familia Corleone,  la realidad de la mafia italiana en Norteamérica.

Mario Puzo, autor de la novela que dio lugar a tres de los mejores guiones cinematográficos de todos los tiempos, no supo en su momento la trascendencia de su genialidad. Aquello que escribió es, no lo duden, un manual de alta política. Para lo bueno y lo malo, cuando quieran entender los entresijos del poder en las falsas democracias de nuestro tiempo, tiren de biblioteca o siéntense frente al televisor a visionar las películas.

Uno de los aspectos más reseñables de las tramas es la constante presencia de las luchas de intereses e inherentes a ellas, los asesinatos o las invitaciones a la muerte. Sí, no se extrañen, invitar a morir con dignidad con la garantía de que familia y patrimonio serán respetados. De hecho, es una pauta que la tradición mafiosa dice haber heredado de los patricios de la Roma clásica cuando estos dilucidaban sus espacios de influencia, tanto durante la República como en el Imperio evitando el romper el statu quo.

En la segunda parte de El Padrino, aparece Francesco Pentangeli, un empleado de confianza de los Corleone que gestiona “los negocios” de la familia en Nueva York. Se trata de un personaje histriónico que en su hedonismo y presunción, cree estar por encima del control que considera injusto y desproporcionado. Bien, se aviene a traicionar al Padrino Michael Corleone y cuando está a punto de prestar declaración pública contra él, observa que su hermano venido de Sicilia está sentado junto a Michael y por tanto, avergonzado se descarga en insulseces que irritan al Tribunal e invalida así su compromiso previo con la justicia.

¿Qué sucede a partir de ese punto?, pues sin dilación, el consigliere (consejero) Tom Hagen, hermano adoptivo de los Corleone, visita a Pentangeli en el lugar en el que está recluido y le hace una oferta que no podrá rechazar: como en Roma, tu muerte lavará tu honor y garantizará la vida y el futuro de los tuyos. Evidentemente, Francesco Pentangeli aceptó…

En toda familia mafiosa existen elementos capaces de mantener la cabeza fría, sostener la falsa normalidad los negocios del clan y llegado el caso de verlos peligrar, matar a quién los amenace. Ya saben, hablamos de literatura y cine, pero la realidad siempre, siempre, supera a la ficción.

Por cierto, uno de los aspectos más atractivos de la iconografía de El Padrino es el de los entierros. En los mismos, la visceralidad de los más acérrimos enemigos se deja a un lado y no tienen ningún reparo en jurarse amor y eterno respeto.

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EL NECIO JOSEP GARGANTÉ


Cuando José Luís Sampedro dijo que el sistema estaba roto y perdido, y que por eso los llamados alternativos tenían futuro, sin duda, no hacía referencia a gentes como Josep Garganté.

No tengo muy claro qué hace y propone en su labor diaria este edil de Barcelona, como tampoco entiendo muy bien las posiciones de la CUP en relación al sistema que desean cambiar en beneficio de la ciudadanía.  Lo que sí sé, veo y entiendo es que el Señor Garganté es un personaje despreciable.

Sepan que no tengo ningún reparo en tirarme a la espalda –lo hago a menudo- el tener que convivir con imbéciles, pero sucede muchas veces que llueve una gota y nos colma el vaso y la paciencia. Ese es el favor que la CUP  ha hecho a este socialdemócrata de base marxista, cristiano de pelo duro y por encima de todo, leal a sus compromisos. No hay vuelta a la cosa, la integridad está siempre por encima de la ideología y cuando los que dicen ser custodios de la verdadera y nueva política se comportan como necios, corresponde inhabilitarles, desterrarles y condenarles al ostracismo más cruel.

Hace ya muchos años, demasiados, viví cerca de la realidad del terrorismo y por ende de la locura que provoca la muerte. ¿Saben?, cuando la gélida violencia te rompe la cordura, al levantarse de la cama, uno recurre a la templanza de los fuertes corazones que ofrecen una rada para proteger la esperanza. Eso era y es Ernest Lluch, un piloto capaz de llevar a puerto a la nave más dañada.

Le ví y oí en San Sebastián en muchas ocasiones, como un Hermes inagotable se armaba de razones y palabras cuando nadie podía creer en la paz como un objetivo cierto. Así actuaba el hombre ahora vilipendiado por un incapaz que parece hacer del rebuzno una forma digna de construir frases. ¿Cómo confiar en un individuo que destroza de forma despiadada la insondable dignidad de un hombre como Lluch?, es evidentemente que lo único que puede hacerse con alguien así es despreciarle y hacer de ese desprecio pedagogía activa en nuestro entorno.

Sentiré mucho que los amigos de la CUP de mi pueblo no compartan mis palabras, pero sí así fuese no harían más de abonar la tesis de que no son un verdadero revulsivo para limpiar el estercolero que dicen criticar y combatir. Josep Garganté es una pústula en cualquier organización, pues meter en el mismo saco a Felipe González y a Ernest LLuch, por aquello de la guerra sucia contra ETA, es como escupir sobre la dignidad de los verdaderos demócratas. Nobleza obliga y no es suficiente con decir que no queríamos decir lo que dijimos, es menester hincarse de rodillas e implorar perdón cuando matamos la memoria de los que cayeron defendiendo la dignidad de todos.

Miren, no había sucedido hasta ahora, pero  creo que ya está bien de medias tintas y llegados a este punto, tan solo nos queda batirnos. Decía ayer Jaume Collboni que el Concejal de la CUP debía rectificar sus palabras, yo les digo que debe ser echado a empujones del Ayuntamiento de Barcelona y una vez sobre el empedrado de la Plaza de Sant Jaume, le invito a aceptar a la vista de todos mi desafío a primera sangre, aunque deberá saber el felón alternativo que yo preferiría que la última estocada le partiese la sonrisa y el alma.

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martes, 22 de noviembre de 2016

¿QUIÉN MATÓ AL PRESIDENTE?


Tal día como hoy de 1963, murió asesinado en Dallas John Fitzgerald Kennedy, el 35 Presidente de los Estados Unidos de América.

No he de negarles que mi natural tendencia a buscar tras las cortinas, me ha empujado –desde pequeño- a entender que una conspiración es una explicación de las realidades del mundo, tan válida como cualquier otra. Si bien es cierto que en la mayoría de ocasiones, la opción más simple es la cierta, tocando a eso que llamamos poder, lo más complejo es lo más probable. De hecho, todo contubernio se ha escondido siempre en hechos pequeños y fácilmente asumibles por la mayoría de los comunes. También, no lo duden, el asesinato de Kennedy.

Bien, no entraré a detallar todo lo especulado y descrito en literatura, cine y otras artes sobre el magnicidio de Dallas, prefiero irme a la matemática que suma líderes muertos y despeja caminos a los gobernantes más infectos. En esa voluntad me he sentado sobre la obra de Arthur Miller y alejándome de los hechos he visto, en el horizonte de sus palabras, lo suficiente para entender lo que pasó en aquel momento, lo que pasa en nuestro hoy y sucederá, sin duda alguna, también en el futuro.

Miller es conocido por haber estado casado con Marilyn Monroe y curiosamente, ahí radica parte del interés en contraposición a su insondable valor como literato cronista de la realidad de Norteamérica. Ese matrimonio hace olvidar que su genialidad cargó su pluma para convertirla en un arma peligrosa para el poder, que en las sombras de la sociedad, consiguió explicarlo todo para no decir nada.

Hijo de una familia acomodada que encajó lo mejor que pudo la Gran Depresión, supo rearmarse con el esfuerzo y en ese proceso se alejó de eso que conocemos como “sueño americano” para explicar que perseguir el mismo provocaba, sin duda alguna, víctimas colaterales. No reprimió nunca sus ideas y las lanzó al consumo de las masas a pesar de que estas pudieran no intuir la densidad de sus mensajes. Escribió en contra del antisemitismo, de la utilización de la guerra para obtener beneficio, de la falsedad y de los abusos de la democracia en la que vivía. ¿Saben?, lo que vengo apuntando podrán ustedes concretarlo en su obra más famosa (aunque no más relevante), me refiero a “La muerte de un viajante”, baño de realidad sobre lo ilusorio del parnaso de las barras y las estrellas.

La vida del mejor dramaturgo del siglo XX es una constante pugna con la realidad de los gobiernos de su país y de sus decisiones. Hasta su muerte en 2005 mantuvo un activismo socio-político inalcanzable al agotamiento y que le posicionó, entre otros muchos temas, contra la caza de brujas de supuestos comunistas y las guerras de Corea y  Vietnam.

Disculpen, es cierto, la cosa era saber quién mató a Kennedy. Sencillo, lean a Arthur Miller y sin lugar a dudas entenderán que al Presidente le asesinó América.

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lunes, 21 de noviembre de 2016

KEROUAC EL BORRACHO


-Bo día Magister.

-¡Boa tarde casi ya!

-¿Cómo anda la cosa por el Levante?

-Aquí me tienes, enterrado entre papeles. Por cierto, acabo de leerte y me reitero en lo apuntado otras veces: sigue diciendo y no calles. Rondas verdades muy gordas y si hubiera justicia en este cochino mundo, aquellos que te rodean, de una manera u otra, deberían reconocerte el mérito por ello. 

-¡Virgen Santa!, tan alta honra no espero, que el maestro ha de mostrar temple y yo creo, que de eso, no tengo.

-Mira, estoy orgulloso de mí mismo por haber sido capaz, en mi mediocridad, de haberme dado cuenta de que algo útil arde en tu interior. Yo quizá tenga demasiado de ese temple del que hablas y eso me hace menos proactivo. ¿Qué vamos a hacer?, eso va en el carácter y tú resultas volcánico y a la vez enormemente racional. En resumen, la combinación precisa para que las cosas evolucionen y avancen.

-No sé Magister, yo creo que su carácter es acerado. Me viene a la cabeza lo que decían los shugunes en el Japón feudal: la katana debe ser afilada hasta el extremo de no haber de desenvainarla.

-Eso me suena y la cosa estaba clara, porque, una vez desenfundada, debía teñirse de sangre. Un principio contradictorio pero que explica muy bien aquello de que la pluma puede ser más fuerte que la espada. Buenos condottieros estaban también hechos aquéllos.

-Cierto. Magister, ¿sabrá alguien de que hablamos?. Me viene un punto de naúfragos cuando nos encontramos…

-Atiende, lo importante es que podamos hacerlo nosotros y nos entendamos. Nosotros no nos entendemos, nosotros somos.

-¡Muy buen apunte!. Ambos somos naúfragos o naúfragos somos. ¿Sabe?, es curioso que hoy me haya vomitado Kerouac encima.

-¿Cómo ha sido?.

-Una amiga mía, Mercè, ha hecho la Ruta 66 y mirando las fotos de la fémina motorista, he ido a sentarme junto al oscuro literato que, aún reventado por una cirrosis, fue una  pluma plena y lúcida hasta decir basta.

-En este tema, necesito ilustración de vuestra parte (como de tantas otras).

-Jack Kerouac escribió On the road, libro que explica un viaje por la carretera que cruza los EEUU de costa a costa, observando un país que emergía de la Segunda Guerra Mundial y con sus apuntes creó una carta de navegación para entender su tiempo.

-¡Ajá! pues lo desconocía. Dicen que la Ruta 66 ya no es lo que era…

-Kerouac es, en cierta medida, el monstruo que llevo dentro. Ya sabe de mi frikismo y el que este yankee canadiense me incida no debe ser casual. Se le vino el mundo encima e intentando explicarlo se precipitó al vacío.

-Tengo noticias indirectas suyas a través de comentaros en libros, pero no le he leído nada. Eso sí, que plimplaba que daba gusto, eso sí lo sabía.

-Pues me atrevería a recomendarle que lo hiciera, pues no hablamos estrictamente de novela y quizás si mucho de "teoría social".

-¿Tenía un cierto "malditismo", valga la expresión, del estilo de la gauche divine francesa, o algo así?.

-Creo que no siendo un extremista, sin duda su mente era revolucionaria. Bueno, se le considera el alma de la generación beat, incluso origen del movimiento hippy.

-Más moderno, entonces…

-Estaban pirados casi todos, pero algunos fueron locos geniales. En cualquier caso, es un autor oscuro en forma y fondo, pero esa oscuridad suya explica muchas cosas de forma clara.

-Me estimula lo que me cuentas, voy a revolver por ahí a ver lo que encuentro del tal.

-Sepa usted que es un autor a todas luces montaraz y que de hecho escribió, muchas veces, sin voluntad de publicar. Curioso, ¿no?. La escritura por placer, no por puta necesidad. Su lectura explica que en el escribir hay, sin duda, un poco de huida. Se equivocan muchos al pensar que es algo hedonista solamente.

-Ya tengo fichado "En el camino"; haré por conseguirlo y lo leeremos. Si estaba tan atormentado, entre la literatura y el alcohol (droga al fin) no se busca sino la huida. En ocasiones, se aprende más de las crónicas de las retiradas que de las conquistas. Lo que me trae a la memoria a Lowry y la idea de vivir bajo el volcán. 

-Bien traído, de veras que sí. Lowry, como ejemplo de sajón, me hace pensar que nuestra sociedad, la mediterránea, en su infinita imperfección, tiene alguna virtud. Una de ellas es que el espíritu gregario (aunque en ocasiones falsamente) nos hace sentir acompañados.

-Interesante reflexión, porque creo que sabemos combinar espíritu gregario, como bien dices, con un cierto individualismo que no nos supone quedar al margen del grupo. En los países del norte (incluyo EEUU), el individualismo te hace automáticamente un outsider. 

Aquí se da por hecho que cada uno tiene su opinión (por infumable que pueda ser) y eso te puede hacer, digamos, freaky, pero no se te excluye. Por eso nuestras dictaduras han sido un tanto "sui generis" en relación a los germanos o nórdicos.

-¡Aplauso y ovación!. Lo que siempre digo, sus disparos siempre son en corto y raso para acertar entre los ojos. 

-¡Obrigado!, pero merece el tema reflexión más intensa, no lo dudes.

-¿Cuando no lo merece cualquier tema en el que nos enfrasquemos?, ¿hablamos el lunes?.

-¡Seguro!. Buen fin de semana y recuerda, si bebes, no escribas ni conduzcas.

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miércoles, 16 de noviembre de 2016

EL TIEMPO DE LOS BÁRBAROS



-Muy buenas Magister. ¿En que andamos esta tarde?.

-Aquí, haciendo cosicas. El que me llames a estas horas me hace barruntar que algo llevas entre manos  o te ronda la testa.

-¡Es usted increíble!, no podré sorprenderle nunca ¿verdad?.  Mire, por una parte trabajo y
por otra se me desmandan las ganas de decir la mía cuando me deja el laburo.

-Entiendo, lo de siempre, lo urgente no deja tiempo a lo importante.

-Así es Magister, así es.

-Y no es que el trabajo no lo sea, pero mente tan ebúrnea como la tuya requiere reposo y tiempo. Esto amigo mío,  más que una valoración, es un consejo.

-Se agradece, pero no puedo dejar de descargar bilis. ¿Sabe?, le decía ayer a mí costilla que no puedo reposar ni proponiéndomelo. Estoy enfangado, atollado en demasiadas trincheras.

-Demasiados frentes, así es. Te lo he dicho muchas veces: hay que establecer prioridades
.
-Perfecto y así me regreso al principio. Priorizando, ¿qué tal si empezamos a fusilar y lo demás lo vamos viendo?. Si se trata de lo que es  urgente o importante…

-Bueno, dicho así, no sabría qué decir. Virgen Santa, eres un verdadero choto. ¿Cómo puedes pretender que te dejen hablar en público?

-¡Diga usted que sí!, a este paso me cogerá manía hasta el perro.

-También eso requiere de prioridades –para el perro- pero no te tires al monte, por favor. No puedes ensoñarte con poner a todo quisque en fila y que vayan pasando. Si me permites utilizar tu moderna mitología, te conmino a que te alejes del lado oscuro de la fuerza. Si sigues así, acabarás defendiendo que hay que matar a todos y esperar que Dios distinga a los suyos, como decía aquel cafre…

-Quede tranquilo, de momento tan solo ladro. ¿Sabe?, hoy he recordado un aspecto de las "leyes" en la Edad Media (aquella involución de la historia de la que hablamos tantas veces), quizás ya le acerqué el cuento, así que si me repito, acepte mis disculpas.

-¡Vamos hombre!, nada que disculpar. Procede, procede.

-A los banqueros o prestamistas de aquel momento que no podían -por malos usos del dinero- cubrir sus empréstitos, se les descuartizaba atando una caballería a cada una de sus extremidades. De no haber mulas o caballos cerca, también se les desollaba. ¿Ve?, quizás no fue época tan oscura y algunos nos despistan de lo bueno que en la misma se desarrolló.

-¡Vaya!, siempre hay un punto medio, ya sabes. Pasar de descuartizar y echar a los perros a no tener castigo y ser asumido como una práctica corriente y hasta justificable es lo que nos ha pasado.

-Comulgo con la cosa por su vehemencia al explicarlo, pero con su permiso, casi que me quedo con el látigo.

-Mira podenco desbocado, sólo hace falta (¡digo sólo!) pedagogía y leyes duras contra los infractores, lo de siempre...

-La gente las pasa muy putas, se queman ancianas en sus casa por no poder pagar la electricidad y prender una vela y Felipe González se va, con la pasta de su traición, de meretrices con cualquiera. No me riña que es un ejemplo sobre un aspecto concreto, pero no se vaya todavía, ¡aún hay más!. Niños que son tiranos que nos hacen poner en cuestión el derecho "sagrado" a ser padre, tontuna generalizada ante cualquier cosa que requiera de pensar aunque sea poco, oligofrenia sistémica y contrariamente a lo esperado, ni a hostias despierta el común de su falsa felicidad. En fin, como tantas veces últimamente, pido disculpas. Ya sabe, regresa la mula al trigo…

-Bien traído lo del honorable socialdemócrata, pero fíjate, eso resulta (y es) una inmoralidad, pero, salvo que haya hecho (y lo habrá hecho) todo lo indigno del Mundo,  lo que eso debería llevar aparejado es su inhabilitación para cualquier ejercicio público. No tan solo eso, las personas deberían de no tomarlo en consideración en cualquier postura u opinión que pudiera manifestar, porque carece de autoridad moral.

-¡Ninguna!. Eso es lo único a lo que, en este caso, se debería aspirar, pero nuestra peculiar Roma SI paga a los traidores, pues los romanos ya no saben el valor de su ciudadanía. Lejos del sentido social, hemos olvidado que ante posturas delincuentes debería caer la guillotina de la ley con todo su filo y peso. Persevero en el fatalismo, es cierto, pero sin duda llegó otra vez el tiempo de los bárbaros.

-La impresión que yo saco es que hay tal ausencia de líderes y de referentes en la sociedad, que muchos se ven impelidos hacia los viejos y ya desprestigiados del pasado, porque: ¿los hay ahora más dignos?, ¿los hay mejor preparados?.

-No, no los hay. ¿Recuerda?, siempre le digo que si un día existió un Cincinato, su recuerdo se borró en la indignidad de nuestro presente.

-Cierto,  la protestas a la que apelaban los romanos ha desaparecido, sólo se ejerce la auctoritas, aunque sea por personas que no merecen el respeto .Hemos tenido émulos que, como en el fondo difícilmente podría ser de otra manera, han acabado en vulgares autócratas. El ejemplo más reciente en España: Miguel Primo de Ribera, no te digo más. Lo que me sorprende es que no se haya visto (quizá porque da miedo mentar la bicha) que la situación política y social actual tiene muchísimos puntos en común con la España de los años 10 y 20. Degradación de la vida pública y social, división en los partido y la sociedad, políticos incapaces y desprestigiados, y un entorno en el que los populismos con tendencias claramente autoritarias empiezan a tener un espació creciente en la representación política. Cuidado, porque la historia tiende a repetirse, sólo hace falta que transcurra el tiempo suficiente.

-Magister, usted es una honra para mi desgastado patriotismo. Dice usted mucho en poco trozo y hace germinar el sentido de la pedagogía social entre los riscos, gracias.

-A ti por inspirarme. Pero desearía que bajases del huracán de tus tensiones, tú sabes que estás preparado para lo que venga.

-Bueno, dice mi mujer  que me ve inquieto, soliviantado y con una enfermiza necesidad de hacer alguna cosa útil. Me dice que debo centrarme en trabajar bien los mimbres que representan mis hijos y que siga haciendo gala de ser sincero con los que me rodean. Yo le digo que no hago nada que sea valioso para la ciudadanía. No sé, se lo vengo diciendo hace tiempo,  me aprietan los zapatos.

-Hay un territorio esencial que explorar, sobre todo es estos tiempos de crisis, que es el de los paralelismos históricos. Con visión amplia y alejándonos de presentismos, valdría la pena abundar en ellos. Puedes creerme, eso también lo estás haciendo. Educar ciudadanos de bien para el futuro es lo más valioso que una persona puede hacer en su vida, es la herencia más importante que podemos dejar, a los nuestros y a la sociedad.

-Le escucho y he de decirle, que quizás lo más valioso que he logrado es caminar al lado de mi particular Besteiro y hacer por aprender y hacer por aplacar la mentira que me recome, apoyándome en una mente que me impone y me remansa. Pero no puedo olvidarme de las bajas de esta sinrazón,  son demasiadas. En fin, no me haga caso. ¿Lo ve?, otra vez me salvó el presente el maestro del pasado.

-No hay batalla que libremos que no las tenga, es una servidumbre necesaria al estar en la trinchera. Toma aire y relájate, hazme caso.

-Copón bendito, este es tiempo de mesa y café templado, y estamos lejos, demasiado.

-¿Qué puedo decirte?. Como tantas y tantas veces te digo, aquí se te echa de menos. En cualquier caso, regresemos a la obligación y apuntémonos el seguir en otro momento cercano.

-Le haré caso y procuraré estar laxo, pero no dejo de pensar en cuanto pudo luchar Aquiles y al final le  pisaron el talón que tenía jodido.

-¡Serás numerero!, no cambies nunca choto, gracias por ser y estar.

-Lo mismo le digo, lo mismo le digo. Un abrazo.

POLITICA ES MORAL

viernes, 11 de noviembre de 2016

LA MUERTE DEL PEDERASTA


Ayer me desayuné prendido a las noticias de la radio. Nada más nefasto pude haber hecho, pues las ondas relataron la detención de una red de pederastas que a nivel estatal, compartían archivos informáticos que contenían imágenes de abusos a niños, incluso a bebés.

El portavoz de la policía advertía que lo hallado en los ordenadores incautados a los detenidos era, en términos absolutos, asqueroso. Literalmente, a los encargados del peritaje se les revolvieron las tripas y yo diría que el alma…

Realmente no se que lleva a tal barbarie al ser humano y tal vez el abusador fue abusado en su infancia –es la tesis más extendida- pero ¿saben?, me va una higa en el asunto. Mucho puede uno entender al escuchar penas, pero en el abuso a chiquillos no hay lugar a justificaciones y si a emprender acciones. A mi entender y apoyándome desde siempre en aquella gran persona que se llamó Gabriela Mistral, el futuro de los niños es siempre el hoy, hablar mañana será tarde. En resumen, robar la infancia a un niño es condenarle como adulto.

Llegados a la edad adulta, habiendo disfrutado de una infancia plena, sabremos reponernos a los golpes. Por el contrario, un niño al que le robemos la inocencia no será más que una rémora para los demás y sobre todo, para sí mismo. ¿Los detenidos son víctimas y verdugos a un tiempo?. No tengo respuesta para la cosa, pero si asevero que legiones de psiquiatras, psicólogos y pedagogos siguen sin dar con la piedra filosofal que sane a estos –dígase con reservas- enfermos. Ergo, ¿qué corresponde pensar?, ¿qué corresponde legislar?, ¿cuál es la forma correcta de actuar?...

Recurriendo al buenismo posibilista se trata, como siempre, de abonar con la educación, pero la realidad se impone y sucede que no puede la autoridad competente estar siempre presente. De hecho, el tema de los abusos infantiles no se da tan solo en las clases desfavorecidas e incultas, no lo duden, también se da entre las clases altas supuestamente instaladas en espacios de confort.

Miren, nunca podremos negarnos que lo urgente no da tiempo a lo importante, a excepción de este caso. Frente a esta dolorosa realidad, toca dar la oportuna importancia a las víctimas y ponerse en harina, sin perder ni un instante, en relación a los pederastas. La cosa es, por tremebunda, increíblemente sencilla. Se les persigue, se les atrapa y atados de pies y manos se les sacrifica. Sí, se les sacrifica, pues no hay peor pecado que robar futuros justificándose en el pasado.

Andar poniendo paños calientes de cara a la galería, es de felones cobardes,pues si hay un tesoro que deba ser protegido es el que representan nuestros hijos. Decimo Junio Juvenal, poeta de la antigua Roma, viendo como en su tiempo se depredaba a los niños, proclamaba que  ni una palabra ni una mirada obscena han de manchar la casa en la que haya un niño.

Viene este salvajismo de lejos y toca decir basta. No es suficiente mirar el campo, hay que arrancar las malas hierbas.

POLITICA ES MORAL    

miércoles, 9 de noviembre de 2016

NAPOLEON Y EL CENTRO COMERCIAL


-Buenas Magister, se le añora.

-Muy buenas, Condottiero. Te veo beligerante, como casi siempre.

-Bueno, sería un buen día para tener una larga y a bien seguro, fructífera  conversación. Ando con cierto desespero y le tengo lejos.

-Pues no desesperes. Donde hay riesgos, hay también oportunidades

-¿Cómo no desesperar?. La cosa es gris, muy gris y el común es o parece  imbécil en todo el orbe. Vamos a ver, ¿soy yo o es todo?.

-Mira, el común está hasta las gónadas, como bien dices, y no encuentra respuestas ni soluciones…

-Los que andamos hacía atrás pretendiendo hacer del pasado un bastón, sabemos que estamos llegando al límite que pueden soportar las costuras. Habrán de caer muchos para que otros se levanten. La cosa asusta, asusta mucho. Joder, hoy es de esos días en los que mi yo es más suyo que mío.

-¡Madre de Dios!, realmente no sé si eres homérico o un exagerado de narices.  Pues sé siempre tú, todos saldremos ganado.

-Le hablo más serio de lo que pueda imaginar. ¿Qué puñetas hacen los tipos como nosotros para ser gozne y/o cambio?, ¿qué cojones hacen las luces en noches tan cerradas?.

-Las Luces: gran palabra que marcó una época. Ahora ya no existen, quedan islas como nosotros, archipiélagos  perdidos en el proceloso océano, impotentes. No sé qué decirte, me gustaría dar un paso atrás y tratar de ver las cosas con algo de perspectiva. El panorama es muy poco alentador, pero quiero creer que, al final, un mínimo de cordura deberá imponerse.

-Su fe es enorme y por ello le admiro.

- Déjate de lisonjas por favor. Además, creo que ahora que vamos a estar más solos con la retirada del Imperio, no podemos eludir las enormes responsabilidades que se nos vienen encima.

-En este momento, la única labor digna que me impongo es estar a su lado.

-Bien, yo siempre estoy al tuyo, venga lo que haya de venir, bien lo sabes.

-Lo demás me evoca violencia vieja y vivida, lo demás me hace imaginar filos y lanzas, lo demás me lleva al desprecio del rebaño y a desear que sus pastores se despeñen.

-Tienes razón, la indignidad de los dirigentes es el reflejo de la indignidad del pueblo. Ergo no queda otra que retirarse y pasar por tonto frente a los imbéciles. Cada uno vive en su celda y trata de hacerse intocable y así, el interés de la comunidad acaba por no importar a nadie. En cualquier caso, creo que nuestra conciencia tiene un valor, y que, por ello, debemos decir lo que pensamos. Razón y reflexión frente a la irracionalidad imperante. Además, hay que ver el lado bueno (pongamos que existe). Creo que son los chinos los que aconsejan vivir en tiempos interesantes, pues aunque no nos gusten los tiempos que vivimos, al menos no nos están dejando indiferentes...

-Con todo respeto, solo me faltan los chinos. Decía mi abuela que los chinos un día nos comían. No paraba de decirlo, por lo bajini, cada vez que nos llevaba al cine de verano y proyectaban películas de Bruce Le.

-Mira, ha tenido gracia la cosa. Me haces reír cuando ejemplificas con tus vivencias. Pero como te entestes en el determinismo fatalista, lo único que le dan a uno son ganas de buscar una trinchera bien profunda y ponerse a cubierto.

-Perfecto, riamos si así lo quiere, pero ¿qué hacen –permítame el recurso- dos gentiles caballeros camino de la Francia de las luces para conseguir la Enciclopedia?

-Quizá buscar no es sino una manera de huir. Huir de la ignorancia, propia o de los demás, o buscar una buena coraza contra la estolidez.

-Ergo, ¿hemos de dejar que la indignidad mate a los indignos?

-Si los indignos caen por cuenta de su propia indignidad, no es sino una manera, bien que poco poética, de hacer justicia. El problema es ser víctima de la indignidad de otros y para ser sinceros, lo primero que habría de hacerse es examen de conciencia para asumir en qué medida somos corresponsables, si por acción u omisión no somos en parte culpables. No todos en la misma medida, pero algo habremos hecho, aunque sea como grupo.

-Le compro la idea. Comparto, ahí empezamos a jugar la partida. Como parte de una comunidad no podemos ser ajenos a sus errores, pero ¿cómo imponer criterios en este pandemonio ?. Todo aboca al totalitarismo como previa a una regeneración…

-Esa  es  la gran cuestión: como no quedar como la voz que clama en el desierto, y ser solo vistos como locos que vociferan jeremiadas. El totalitarismo sería la solución revolucionaria y  yo, como sabes, soy más partidario de la solución "evolucionaria", del camino medio que, es menos estridente y más lento, pero nos permite tener una visión a largo.

-¿Podemos ser dignos sometiendo a los demás "por su bien"?. Creo que no tenemos tiempo Magister, la fractura generará  la cura.

-No lo sé, no sé si hay tiempo, pero las soluciones drásticas generan división en las sociedades y ello lleva al enfrentamiento directo. Quién salga vencedor es ya cuestión de azar o circunstancia, pero igual podemos ganar que perder, y creo que, al final, perdemos más que ganamos. Además, el bien común es un término excesivamente dúctil que puede estirarse como un chicle para hacer y obligar a hacer lo que nos parezca. Una vez desatada la ambición de buscar la "sociedad perfecta", llegamos a la dictadura arbitraria.

-No he de engañarle, admiro su talante. Yo no dejo de pensar en que toca correr el riesgo. Es cierto que me cuesta recordar una tiranía que no haya apelado a lo que es mejor par: la patria, los nuestros, la raza, etc.  Pero nuestro tiempo es diferente, la nueva ideología se explica en los nuevos templos: los centros comerciales. La cosa es que si la masa no piensa tenemos dos opciones: recurrir a los conceptos básicos identitarios que he comentado o llevarles a la aceptación de un paternalismo ilustrado como solución grata en contenido y adusta en formas.

-Cabe recordar que los ilustrados estuvieron, en su gran mayoría, contra los déspotas reinantes en Europa.

-No lo olvido, pero  Platón explicó de forma preclara que nada es para siempre y por ello las cosas (las sociedades) deben ponerse en barbecho para regenerarse. En conciencia los ilustrados hacían de las ideas otra forma de imponer criterios. La diferencia con los absolutistas era que le ofrecían al común dejar de ser gente y convertirse en ciudadanos conscientes, pero no lo dudemos, el Imperio napoleónico respondió a la necesidad de ordenar esa idea frente a una masa que no tenía la capacidad de entender conceptos tan elevados y rupturistas. El cambio de régimen, tenía como principal enemigo la irracionalidad derivada del dominio de la religión sobre la sociedad durante siglos.

-Cierto. Napoleón fue la consecuencia de la soberbia de la razón, que se pensaba podía imponerse a sangre y fuego, y no fue al final sino una manera de imponer la hegemonía francesa y su interés sobre toda Europa.  Flaco favor hizo el corso a la libertad y a la razón.

-No defiendo al orgulloso canijo, pero ayuda a explicar la materia muy bien. El Imperio sustituyó la religión y sus preceptos  por los nuevos conceptos revolucionarios que al final de la calle, también eran dogmas. Le invito a recalar en Ferrer i Guardia y verá que su pedagogía nos viene al pelo. Dígame sin reservas, ¿realmente confía en esos que llamamos nuestros iguales?, ¿cree que podemos convencer sin vencer?. Lo que el ecléctico Unamuno denunció en el 39 tiene hoy una validez perentoria pero matizada: toca vencer si deseamos convencer. ¿No lo vemos?, ¿no lo ven las familias?, todo es un enorme rebaño de ovejas con móvil y si no corremos, las librerías cerrarán. Caído el este, la socialdemocracia dejó de tener sentido pues era la contención al comunismo dictatorial y ahora ya nada frena ni contrapone los intereses de las élites extractivas que hacen de los votos patentes de corso para sacrificar a las amodorradas ovejas que creen ser cabras…

-Mira: mi tío Rafael, hombre de cultura inmensa, siempre me decía que, tras el declive y la caída, las civilizaciones, de manera bien que diferente, volvían a surgir. Tras la Edad Media vino el Renacimiento; tras las guerras de religión (XVI y XVII) vino la Ilustración. Ahora tenemos una declive absoluto de la intelectualidad, pero tengo confianza que llegaremos a un punto tal que auténticos intelectuales vuelva a tomar el mando en las conciencias y reconduzcan la situación hacia un nuevo tipo de sociedad, espero que más justa e igualitaria, pero sobre todo de principios mucho más sólidos que los actuales.

-Joder, ¡le quiero!, es usted  un jodido Santo laico. Le doy mi palabra de que las suyas me emocionan.

-¡Ya quisiera! , ¡jajajajaja!. A eso se le llama fe (laica), pero de ahí a la santidad...

-Dios, su lugar es la cátedra. Maestro en fondo y forma, noray para navegantes levantiscos como yo mismo.

-Quita, quita. Lo que me gusta es escuchar a los que tenéis algo que decir (algo importante y que valga la pena, claro), porque salir a la calle y escuchar el runrún de ambiente es volver a casa a acostarse y que se nos pase la depresión. Qué te voy a contar, estamos a la expensa de las personas de buena voluntad, entre las que me gustaría encontrarme (a tu lado). Eso es lo que nos separa del abismo.

-Sí, pero vuelve la mula al trigo. Hacer, lo que se dice hacer, ¿qué hacemos?.¿Nos tomamos una birra o mejor un Rioja?.

-Mira que eres puñetero. Cuando quieras tomamos cebada o uva, siempre estoy dispuesto.

-Gracias por guiarme a puerto. Nunca me he sometido a nada ni a nadie, ya lo sabe, pero se reconocer a quien debo lealtad y servicio. Gracias por ser mi referente, pues no conseguimos ser buenos vasallos por no tener un buen señor.

-Estimado amigo, hace tiempo que dejaste de acercarte a mi despacho para batallar las calificaciones. Se te olía ya entonces lo guerrillero que habrías de llegar a ser y has pasado de ser como carcoma  a avivarme el seso sin descanso, no pudiendo evitar pensar en que pensarás tú sobre todo lo que me acomete en mis jornadas. Me sorprende observar  que en mis meditaciones con pretensiones, siempre  acabo en un diálogo mental contigo. Así, sin más, sin darme cuenta y es que nuestros años me han explicado que siempre estás ahí.

-¡Copón Maestro!, mucho reconocimiento me parece, pero lo mismo le sucede a mi sesera cuando ardiendo desespera.

-Querido amigo,  se requiere una pronta puesta en común, porque los temas empiezan a acumularse.

-¿Cuando no ha sido así?, pero dos espartanos son más que cien persas, ¿me dirá que no?.

-Tocan a fajina, mi dueña acaba de llegar y me está tirando de la oreja. Y quien manda, manda. Así que este espartano se retira hasta mañana, espero que al menos esta noche los persas también duerman.

-Quiero pensar que lo que hemos perdido en la Termopilas se gane en Platea. Vaya pensando en el puente de Diciembre. Un abrazo.

POLITICA ES MORAL