miércoles, 22 de junio de 2016

EL VIAJE A NINGUNA PARTE


Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol. Albert Camus

Sí, no se extrañen, así es la cosa, llegados a este punto tan solo nos queda batirnos en los estadios de futbol. En ellos se ejemplifica, de forma preclara, lo que nos mata y nos sana, pues la misteriosa droga del balompié triunfó como los gladiadores en Roma y se acomodó en nuestro ADN para dejarnos a merced de la corriente. ¿Recuerdan?, panem et circenses

No me siento bien en ninguna parte y diría más, creo que no soy el único al que le sucede. Cada día que pasa, más desprecio a la gente y por la contra, más amo a mi perro. En definitiva, el será supuestamente irracional, pero se relaciona de forma franca y no disimula que toda su felicidad se basa en dormir, comer y cagar (del sexo no hablamos pues el próximo miércoles le capamos). ¡Caray!, me viene bien la cosa, es oportuna para explicar que aquí, en el cuerpo social, todos, sin salvar a ninguno, estamos castrados y no nos queremos enterar.

En un periodo extremadamente corto -de tan solo cuarenta años- hemos vuelto como por ensalmo al principio de la historia de esta pringosa, ajada y apestosa Dama, a la que en la pila bautismal pusimos de nombre Democracia. Aquel día todo fue fiesta y alegría, las sonrisas se repartían a espuertas, pero llegando la ansiada hija a la madurez, mucho puta nos parece y de sus virtudes estimadas, ninguna acontece. No se alteren, no se alteren, que si han de protestar será por hacer ruido en aras de no sé qué honor patrio, pero por mucha fuerza que hagan, la verdad es una sola, y la misma es tan amarga que sin duda nos trastoca.

Así estamos, atolondrados, incapaces de reaccionar y es tanto el miedo que tenemos, que cada vez es más pequeño el terreno que reconocemos, no pudiendo evitar que el egoísmo, en nosotros tan natural, sea la tabla que nos salve, entendiendo que lo que otros les pase, a fin de cuentas, da igual. Por favor, sigan tranquilos, no les leo la cartilla, tan solo les digo que unas letras escritas serán para ustedes poca ofensa si atendemos a lo poco que sin duda leen. Relájense y chitón que yo avisaré
.
Cualquiera que conozca los procesos de las fórmulas de gobierno de la Grecia clásica, recordará que el ciclo quedó muy bien definido  por Platón en su obra “La República”. Para el filósofo, el Estado ideal surgiría  de una situación de absoluta corrupción y  siendo esta vergonzante, se convertiría en la necesaria realidad que provocase una reacción para regenerar el cuerpo social remontándolo a una salud plena. Platón estableció y reflexionó cinco fórmulas de organización y gobierno: aristocracia, timocracia, oligarquía, democracia y tiranía. No se preocupen, me quedaré en las dos últimas (para él, las dos peores) y les advierto que el Monsieur que da nombre a los amores irrealizables, se despachó con ganas al afirmar que en lo que hay que basar el que todo funciones es -cito literalmente-, «en que cada uno haga lo que le corresponde hacer».

De adentrarnos en el Mar de los Sargazos, podrán ustedes decir que me dejo mucha chicha en lo anteriormente planteado, pero sean sinceros ¿creen que a alguien le habrá importado?. No hay cuidado, si es menester, saldremos a tomarnos una cerveza o un café y le daremos alas y boato al filosófico parecer. Ahora mejor seguimos con el presente que es lo que se nos presenta cada mañana y nos altera la mente. ¿Qué queda de aquel volumen de blancas y prístinas páginas que debieron escribir todas las manos?, ¿reconocemos nuestra letra en el pandemonio de historia que nos ha quedado?, esto no lo editará nadie en su sano juicio y por no encontrarse, no se encontrará imprenta dispuesta a colaborar en semejante disparate.

La Democracia ha roto la solidaridad y ha convertido al vecino en enemigo, ha servido para que medren los ladrones y ha expulsado de los salones a los ciudadanos más necesarios y capaces. Lo aprendido en cuatro decenios es  engordar a cualquier precio, pillar lo que se pueda y a decir que lo mío es mío y lo de los otros también. Nadie hizo, hace o hará pedagogía que sume en las ecuaciones de futuro. Pues si algo aprendieron muy bien los cerdos es a gobernar la granja. George Orwell la clavó bien clavada (no saben cómo se ríe junto a Platón y a mi madre en los celestes áticos), explicó mejor que nadie como los animales, liderados por los puercos, expulsaron a los tiránicos humanos que les reprimían para a la postre, acabar creando un gobierno propio que acabó trocándose en otra tiranía brutal. En otras palabras, la luchada socialdemocracia, que debió ser la base de la sociedad de bienestar, se ha convertido en un lupanar. Un lugar en el que sobrevives si no tienes estómago y estas dispuesto a tragar…

Y ¡atención!, sorprendentemente vivimos felices y contentos. Mientras se jueguen Mundiales y Eurocopas, mientras se escancien los barriles de cerveza, los televisores sean baratos y los coches se paguen a cómodos plazos, la informe masa social será fuente de ingresos para unos cuantos a los que no les importará, de verse cuestionados, convertir a los díscolos en pienso para los perros. Así es como estamos, ¿no les gusta?, pues haber espabilado. Que en su casa y en la de todos, una cosa es predicar y otra bien distinta dar trigo. Efectivamente, utilizo mucho la frase, pero ¿me dirán que ella sola no se reivindica?.

En esta falsa democracia hay de todo,  pero existen aspectos que afectan a todos los comunes, a todos los lelos que creen que tener trabajo es un sueldo de seiscientos euros o que la economía no puede verse influenciada por las actitudes subjetivas. La mayoría de ese voto pertenece a los hijos de la socialdemocracia felipista, a aquellos en los que ha calado el individualismo, los mismos que dicen a voz en grito que hay que eliminar las prestaciones al desempleo, que quien no trabaja es porque no quiere. Son los conservadores del futuro, manejados por los de siempre, esos que se han dado cuenta de que su herramienta actual huele a naftalina y que con urgencia hay que cambiarla.

Miren, esos ciudadanos, esos chotos que bailan sobre las escaleras al son de la música que les tocan, son lo peor de cada casa pero también son el ejemplo que nos explica que hace ya mucho tiempo que perdimos el poder de controlar nuestro destino. También hay mucho engañado que vota con la pretensión de defender patrias, sin darse cuenta en su inocencia de que patria tan solo hay una y que a la tropa nunca se le servirá gratis un plato de sopa. Dejemos los paños calientes, ya sabemos lo que hay y en verlo, no lo duden, está la clave.

Sinceramente, creo que les hablo y no digo nada, pues ninguno de los que dicen tener como objetivo España, deja de mirarle el escote con ansia de tirársela y no para esposarla. Aquí o hay purga, o un servidor se va. Diría que nos iremos tantos que se quedarán los de siempre y todo seguirá igual. O hacemos de este el momento de imponerse, de dejar las medias tintas, o cuando no lleguen las pensiones de los abuelos para pagar tarjetas de móviles, nos devoraremos entre nosotros como licaones. Pero claro, toda acción requiere del compromiso de la masa social, es decir, de apoyos  amplios. La cosa es que no veo yo a la gente por la labor cuando la prioridad es pedir préstamos personales para pagar una comunión que demuestre a los cuñados lo bien que nos va.

Aquí vamos camino de que algún cabeza cuadrada, con pocas luces y muchos cojones, haga de las palabras misiles tierra-tierra. Así pues, mejor abandonar toda esperanza y empezar a entender que será la fuerza la que someta a una masa indigna y a unos electos ventajistas. ¿No ven como se comporta el gobierno legal de la nación?, ¿no ven que lo que rige destinos es privatizar los beneficios y mancomunar la pérdidas?, mejor que lo vayan viendo o decidan irse de compras que pronto empiezan las rebajas y perdérselas sería una pena.

Yo ya no creo en casi nada, quizás en aquellos que tengo cerca pero más allá, todo es ruido que no me deja dormir tranquilo la siesta. Que si España o Catalunya, que si el catalán o el castellano, que si los bolcheviques nos robarán el futuro de nuestros hijos, que si los fachas nos robarán los derechos, que si la tele mía es más grande, que sí hoy estreno coche, que para celebrarlo una birra, que mira que buena está esa tía…

¿Les ofende?, pues miren, no lo siento, es bueno que como Dorian Grey  miremos nuestro retrato, es lo que pondrá  en valor nuestro mísero papel de ciudadanos. Lo que les explico, en términos de especie, es el votante tipo. ¿Eso cambiará?, lo dudo, les decía antes que se necesitan apoyos, pensar en mayorías. Es la única forma, de otro modo puedes tener más razón que Gandhi, y no conseguir nada. Si no pretenden engañarse a sí mismos, convendrán conmigo en que la política no tiene nada que ver con llevar o tener razón.

Bueno, no es mi día. Nada me placería más que no fuese así, pero puestos a bajar el sol y mostrar la luna, me voy a dar una vuelta por mi pueblo. Empiezan las fiestas mayores y para dar ejemplo con mi irreductible activismo, me apetece tomarme unas tapas y regarlas con cerveza.

POLITICA ES MORAL

martes, 21 de junio de 2016

¡ARRIBA ECHENIQUE!


Yo les confieso que le prodigo fe a Albert Camus y hay cosas de este pied-noir  que me sirven casi al nivel mismo que San Agustín, pero a pesar de haberle leído e interiorizado durante mucho tiempo, aquello de que en el hombre hay más cosas dignas de admiración que de desprecio, estimados amigos, no me lo trago.

No somos buenos, somos corderos que se victimizan, pero llegada la oportunidad de cambiar rebaño por manada, nos encumbramos en lobos. Plautó clavó la expresión  Homo homini lupus –el hombre es un lobo para el hombre- y lo hizo en el grato ámbito del teatro, pero llegado Hobbes a escena, lo que era pauta de ficción, se convirtió en realidad sangrante.

El bueno de Tomás Hobbes nos pasó muy bien la mano por la cara, nos enseñó o mejor dicho nos restregó la verdad irrebatible de que el ser humano es egoísta por naturaleza. El inglés aceptaba que bien estaba aquello de esforzarse en hacer que las personas abriesen su corazón, en que militasen en la generosidad  y pudo incluso reconocer en ello un hermoso objetivo social. En cualquier caso -siento hacerles un spoiler- el tipo lo acabó viendo muy claro: para hacer que el sistema funcione, mejor un monarca absoluto que imponga un orden estricto y purgue a los que de la raya se salen…

Ayer me sentí lejos, muy lejos de mis iguales. Ayer me puse como un basilisco, y de no haber sido por la presencia de mi hijo, le hubiese roto el alma a un mal nacido. En cualquier caso –ustedes me conocen- no pasé de puntillas para quedarme en el amago y así hoy saco la siete muelles para despreciar a un hombre que nunca será persona y siempre será gentuza.

Se hablaba de los comicios que habrán de celebrarse el próximo domingo, cada uno iba diciendo la suya y con más o menos dulzura nos dábamos en los morros pero en principio, pareció que todo quisque respetaba al contrario. Hasta que abrió la boca un espécimen  de no sé que subgénero humano que en aras de no sé qué prestigio de España, afirmo sin cortapisas que Pablo Echenique (Secretario de Organización de Podemos) no era digno de ser un personaje de la política española, literalmente dijo: “¿quién ha puesto a ese inútil de la silla en primera fila?”.

Miren, antes lo apuntaba, conté hasta diez y me pareció que fueran diez mil, tragué saliva que supo a bilis y me imaginé rompiéndole la cara con una pasión desaforada. ¿Saben cómo continuó la cosa?, pues sencillo, entendió el silencio como una victoria y su discurso fue in crescendo,  afirmó sin empalago que no era normal que un país lo gobernase “gente así”. Imaginen, hablaba  el oligofrénico de gente así y yo le miraba, le analizaba y le traspasaba con dardos que nadie notaba. Pues hubo quién empezó a hablar de que el aspecto es muy importante e incluso hubo un lumbreras que afirmó que un minusválido (eso sí, utilizó el término de forma muy educada el muy cabrón) podía dar una imagen de debilidad a un Estado.

A esas alturas yo ya estaba por masacrar sin miramientos, pero cerca había niños y comprenderán ustedes, no era plan. En cualquier caso -ya me conocen- advertí por activa y pasiva, apelé a los méritos de las personas al margen de su condición física, plantee que es el intelecto lo que hace capaz a cualquier profesional y ello es lo mismo en la política, se ejerza esta donde se ejerza. Una vez más sonrisitas y como siempre, los tontos del haba que a pesar de leer, casi nunca entienden lo que explican las palabras, me afrentaron con uno de mis artículos en los que ensalzaba la elegancia como parte intrínseca de aquellos que están a la vista del público.

Batallé sin esperanza y perdí, jirón a jirón, las fuerzas para acabar –como viene siendo habitual- siendo causa de todos los males. Todos los corderos se convirtieron en lobos y llegó aquello de pies para qué os quiero. Pero como soy también un apasionado de las fábulas de Esopo, me reconozco en tortuga y me encantará joder a las liebres. Las que nos ocupan son gentes de pocas luces y magna soberbia, gañanes que más allá de trabajar para gastar en Media Markt (que les dice que no son tontos), no saben más que ensoñarse con las mujeres de otro para acabar restregándose con sus esposas a las que ellos mismos llaman loros.  En contraposición, el que ellos llaman tullido (me sorprendió que uno de ellos utilizase el término), es Licenciado y Doctor en Ciencias Físicas, trabaja como científico titular en el Instituto de Química Física Rocasolano del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y es colaborador extraordinario en el departamento de Física Teórica de la Universidad de Zaragoza. Ahí es ná lebratones de medio pelo, que por no ver no veis en vuestros ojos los orzuelos.

El que empezó la digamos reflexión, escribe aya sin hache (créanme, no sabe el significado de la palabra sin la consonante) y alterna las bes y las uves con una alegría que provoca escalofríos. Este es el ejemplo de ciudadano que escupe sobre el honor de un gentilhombre con el que se podrá estar de acuerdo  o no, pero que atesora más valores de los que la mayoría de los comunes no obtendrá nunca ni en sueños.

Pablo Echenique es un referente y una esperanza para todos aquellos, que reconociéndose alguna limitación,  han sabido ver en el podemita un hombre al que vale la pena seguir a la velocidad que marca su motorizada silla. Liebres, os cacé a tiros en el pasado, os desollé y os cociné con esmero. Apartaos de mi camino o, no lo dudéis, sabréis lo que es bueno.

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lunes, 20 de junio de 2016

TENEIS TODAS LAS PAPELETAS


La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas. Albert Camus

Me encanta como cuidan de nosotros los partidos políticos, de veras, diría que me emociona ver lo pendientes que están de que nos sintamos cerca de ellos. Siempre atentos a sus votantes y en general a la ciudadanía, nos envían cartitas ilustradas para que viendo sus sinceras sonrisas, confiemos en su palabra aún habiéndose roto la misma una y mil veces en el pasado.

Dejo al margen la ironía, que es en verdad un yo acuso, y pongo manos en harina para más tarde repartir panes. ¿Qué piensan los próceres de nosotros, los españoles que damos forma a barrios, pueblos y ciudades?, ¿creen que somos cortos como las mangas de un chaleco?, ¿desean sernos útiles o por el contrario nos endiñan cuando pueden cambiando el plátano de bolsillo?. Esto es un disloque mayor que los hasta ahora conocidos y menor de los que vendrán…

Celebramos Elecciones Generales en diciembre de 2015 y como era de esperar el voto se polarizó, no se dieron mayorías claras y sucedió lo que al menos yo temía: ningún pacto resultó posible pues la cosa va de pillar cacho de un nominal poder que otorgue réditos y no de remar juntos en este bravo mar en el que navegamos. Queda clara una idea, quede meridianamente clara, aquí no se salva ninguna sigla, ninguna, así que hagan el favor de no caer en la tentación de arrimar a mi ascua su sardina.

Ante la vergüenza de no conseguir un gobierno tras un paripé infumable, vamos a unos segundos comicios con la sensación extraña de que todo quedará, otra vez, en agua de borrajas (aunque siendo diuréticas esas verduras igual nos hace bien) pues en nada ha cambiado el sentido de Estado de los actores implicados. Eso sí, los papelitos que nos explican a todo color, sus recetas de aspirina, siguen presentes en los buzones con la perseverancia de un acosador psicópata que no tenga más solución para sus males que el encerrarle bajo siete llaves.

Harto,  hartísimo estoy que los tribunos que dicen velar por la plebe (es decir, nosotros), se piensen que pueden disponer de los dineros como si fuesen suyos y se mamen los calostros como ansiosos terneros. ¿Era necesaria otra campaña?, ¿alguien cree que la memoria es tan corta que no recordamos quienes son los candidatos?, ¿se han enriquecido los programas con Avecrem y será mejor el caldo?. Vamos a ver, vamos a ver, son todos unos bradomines de medio pelo que galantean sin esmero los votos, ultrajan dignidades y ofenden todo lo que un día fue valioso. Buhoneros de producto chico, ventajistas del disimulo, indignos de reconocimientos, son ejemplo de todo lo que no necesita España.

Los partidos políticos que parecen tener razones inapelables y que en realidad se arman fútilmente con la ya antigua fórmula  del “y tú más”, no han sabido ponerse de acuerdo ni para ahorrar en la nueva campaña electoral para el 20 de junio. Las reuniones que anunciaron a bombo y platillo, con un postureo de dignidad patricia, no han servido de nada. De hecho, tras mucho dime y diretes, la voluntad de gasto o ahorro quedó, como siempre, en manos de cada partido. Y ¿saben?, así, como quien no quiere la cosa, al primer envite, los cuatro “grandes” soltaron más de 35 millones de euros, veremos la cifra que al final de campaña se alcanza.

Miren, no se ustedes, pero a precio de parecer tonto, quise pensar que tras la vergonzante finalización de la abortada legislatura, el fracaso impondría la necesidad de restañar dignidades, pero una vez más, allí donde dije digo, digo Diego.  Todos han vuelto a sus capillas y se han olvidado de sus feligreses en la sempiterna monomanía de que Dios proveerá. Es lo que tienen los falsos santos, predican muy bien los puñeteros, pero una de las verdades del barquero (últimamente hablo mucho con él) dice que una cosa es predicar y otra dar trigo.

Están los buzones de mi casa en un constante empacho, no tanto por el papel que tragan y si mucho por las salsas que lo amargan. Estimados candidatos, son todos ustedes cualquier cosa menos factótums de mi país y así, he decidido que si ni tan solo han sabido evitar gastos en campaña, nunca serán capaces de ahorrar gobernando en lo superfluo para invertir allí donde realmente es necesario. Es por ello, que aún sabiendo que les irá  una higa en lo que yo decida, no pienso votar a ninguno de ustedes, aunque regalándome una colorida pelota de playa me lo pidan.

Por cierto, sepan que sabré ir al colegio electoral, elegir las papeletas, introducirlas en sus sobres, hacer cola (espero que vote mucha ciudadanía), identificarme, introducir mi voto en las urnas y educadamente, agradecer su labor a los Vocales y al Presidente. Gracias por su preocupación…

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domingo, 19 de junio de 2016

ELEGANCIA ROJA


No es coraje, es elegancia. Quizá la elegancia es la forma suprema del coraje o el coraje es la forma suprema de elegancia. Lobo Antunes

Estoy harto de la tontería de la estricta norma  progresista que penaliza eso tan normal que siempre se ha definido por “ir arreglado”. Más cuando eso de cuidarse, extrañamente, se identifica con el sometimiento de un sexo a otro o no sé qué otras acepciones apocalípticas. No se trata de un mensaje en base a la imagen de lo evidente. ¿Somos iguales mujeres y hombres?, la cosa es una verdad de Perogrullo  y eso es lo que aprendí y enseño. Ante la ley, de aplicarse la misma,  no ha lugar a la duda, lo que dilucidamos es otra cosa, es otro matiz.

Vamos a ver estimados ciudadanos y ciudadanas, ¿quién obliga a un progresista a parecer un pedazo de carne mal salpimentado para reivindicar derechos?. Diríase que nadie, ¿no es cierto?, pues ya está dicho todo. Yo habré mamado eso que se conoce como republicanismo de izquierdas,  pero las milicianas también pueden depilarse las piernas  y los milicianos rasurarse bien la barba  antes de ir a pegar tiros, sin  perder ni un poco de su ímpetu por defender lo que defienden, o mejor dicho, defendemos.

Algunos de ustedes dirán que tengo  más razón que un santo y otros verán, en lo reflexionado, algo que hace que servidor se merezca apoyarse en un muro al amanecer. Desde luego, no creo que sea tan difícil ser persona pulcra y activista a un tiempo.  Una condición no merma ni debe ir en detrimento de la otra, pero bueno, todavía para algunas y algunos en la estética llevan el mensaje y en eso -parece mentira-  se quedan casi siempre.

La estética es cosa  importante pues ¿puede creerse en alguien que defiende sus ideas oliendo a choto?. La respuesta es no, o sí, si lo que pretendes  es mandar a los chotos y ahí se rompe el axioma que numantinamente defiendo de que siempre es  mejor ser cabra que oveja. La pulcritud, estimados activistas de la nueva izquierda,  es progresista y la guarrería no. Sencillo el razonamiento: si no cuidas tu propio cuerpo, ¿cuidarás el cuerpo social?.

Esta reflexión es espectacular, no por brillante, sino por polémica. Algunos la  suscribirían de cabo a rabo y otros se escandalizarán, pero la verdad del barquero es que se puede ir vestido de una cierta manera denominada como alternativa (que a veces no transmite respeto por la limpieza, bien es cierto), pero ir limpio y pulcro. En serio, yo respeto casi todo en ese tema, pero insistiré siempre en que la estética no define de forma absoluta pero compone un buen escaparate de la ética. Decir lo que digo no se basa en anécdotas de los medios de comunicación o en chascarrillos de terceros. Así,  puestos a significarme, les contaré algo.

Aún me acuerdo de mi juventud,  portando El País bien dobladito bajo el brazo para que se viera bien. Ahora lo pienso y he de confesar que siento vergüenza, no por el hecho de ser y pensar como entonces, pues era más joven, tenía poca madurez y muchas menos lecturas que hoy. No quiero decir que hoy esté más en lo cierto que entonces, tan solo  digo que era un comportamiento  chorra para decirle al mundo: mira lo progre que soy. Nada más y nada menos que con El País, algo que ahora -sin lugar a dudas- provocaría hilaridad.

Hace mucho que lo superé, Deo gratia -me refiero a lo de tener que mostrar lo que soy-, pero esa inmadurez -que debe superarse con los años- la veo en una cierta gente ya talludita y con canas, que no se desprende de la misma y no les engañaré, me resulta  lamentable. No sé si me he sabido explicar, pero en cualquier caso, es cierto que también en los alternativos el postureo del desarreglo  es mentir con descaro.

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viernes, 17 de junio de 2016

¡VIVAN LOS TACONES!


La mujer tiene un solo camino para superar en méritos al hombre: ser cada día más mujer. Ángel Ganivet

A fe mía que la realidad siempre supera a la ficción. Hoy me voy a dormir alucinado, según parece, es objetivo a futuro de algunos activismos el que se prohíban los zapatos de tacón…

De veras, no sé qué puñetas nos está pasando, pero viendo lo que acontece en este mundo, que alguien proponga, de forma sesudamente argumentada el exterminar el uso de estiletes u otro tipo de zapatos altos femeninos, de entrada provoca hilaridad y más tarde escalofríos, pues mucho prohibir parece ya.

Vamos a ver, nadie en su sano juicio calza zapatos incómodos “siempre”. La tipología de calzados, como cualquier otra prenda de vestir se adecúa a nuestras actividades habituales y a nuestro tiempo de ocio. Así, como todo en esta vida, el vestir también es una cuestión de educación.

Puñeta, somos mujeres y hombres, nos complementamos pero no fuimos, no somos, ni seremos iguales. Leí el año pasado de Carla Guelfenbein -escritora chilena-, un artículo más que interesante. El mismo no versaba de zapatos altos, pero supo utilizarlos para explicar las relaciones entre mujeres empoderadas y dueñas de sus destinos en relación a los hombres. Me permito reproducir un fragmento: “Hoy no tenemos que pedirle permiso a nadie para aspirar a nuestros sueños. Hoy es posible que una mujer escale en las esferas de poder, que se independice económicamente, que tome las riendas de su vida, que aspire a relaciones maduras, que anhele estar al lado de un hombre que no solo la apoye en sus decisiones, sino que no se achique ante ellas, un hombre que en lugar de considerar su autonomía como una amenaza, se sienta orgulloso de ella. Sin duda que la feminidad y la delicadeza son atributos esenciales en nosotras las mujeres. Y los hombres están en lo cierto en apreciarlos. Así como también lo son en ellos la caballerosidad, la iniciativa, la disposición a la acción. Hay atributos esenciales que nos definen como mujeres y como hombres y que echan a andar los mecanismos de la atracción y de la seducción. Pero esto no significa que la mujer tenga que volver a ser sumisa, débil, dependiente y limitada para atraer a los hombres, para lograr tener una relación que satisfaga a su pareja”.

Bueno, pues esa es la cosa, como dice Carla, hay atributos que nos definen y que echan a andar los mecanismos de atracción y seducción. Así que cada uno de nosotros decida que zapatos calza para correr o para ir despacio.

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jueves, 16 de junio de 2016

MOROS NO


-Buenas tardes Magister, ¿qué tal por el Levante?
-Cercados por un calor que pretende asarnos como vulgares lorenzos. ¿Y tú?
-Bueno, aquí, pensando en lo difícil que resulta ser de izquierdas en mis días. Me duele más que mucho que en base a no sé qué  puñetas de valores universales, se meta el terrorismo religioso en el mismo saco que  el suprematismo del hetero-patriarcado. 
-Ya, te entiendo, pero a Occidente le pasa como a los alcohólicos: el primer paso es reconocer que tienen –tenemos- un problema. Y nos guste o no, estamos en guerra.
-De veras que no deseo llevar la cosa a la ideología, lo que me asusta la falta de coherencia. Pues el islam, perdón, el integrismo islámico es enemigo en el punto que pretende eliminar aquello que no se reconoce en él. Ataca para someter y si es necesario, lo hace exterminando.
-Llegar ahí es duro pero inevitable. ¿Cómo se puede justificar o amparar una creencia que discrimina a amplios segmentos de población, y el que enuncia semejante mensaje ser considerado progresista?. La lógica nos debería llevar a que un progresista  (que responda a la verdadera carga semántica del término) ha de perseguir semejante engendro. En definitiva, atacar para defender el “progreso”. Por eso precisamente es más importante la coherencia personal que someterse a una ideología determinada, más allá del hecho de verse más identificado (globalmente) con una cosmovisión o con otra. Y en eso creo que siempre nos hemos distinguido tú y yo.
- Las verdades del barquero dan y quitas razones y el punto de partida es que la realidad es la que es y para la mayoría de los musulmanes si eres una mujer eres un ser inferior al hombre, ser cristiano es ser poco menos que un enemigo, si vas a su tierra a trabajar –basta con analizar las condiciones laborales en el Golfo Pérsico-serás casi un esclavo, si eres pobre deberás obediencia a tu señor  y todo esto es así por la sencilla razón de que, según parece que Alá así lo quiere. Así que ni cosmovisión ni puñetas. ¿Eres progresista?, vale, pues muy bien, pon orden en casa pero ve al origen del problema y mételes dos mascaos, para que esos ciudadanos que piden respeto, entiendan que una niña de siete años no puede casarse con un hijo de puta de cuarenta. Tropas sobre el terreno y punto pelota…
-No veo resquicio en tu razonamiento  y lo que resulta evidente es que el comentario tuitero de tu amigo Garzón ha sido una manera de eludir la condena a lo sucedido en Orlando. Porque no es el heteropatriarcado el problema, sino un compendio de creencias que cosifica al ser humano, haciéndole instrumento de una fe tiránica hegemónica en unas sociedades teocráticas.
-Digámoslo claramente, toca dar caña. Explicar que vale, que sí, que el sistema económico que montamos tras la 2ª GM nos ha estallado  en las manos, pero que no podemos perseverar en un buenismo estéril. ¡Copón!, la burra vuelve una y otra vez a la era y no aprendemos. Pero el caso es que sea por la razón que sea, cuando se nos ataca debemos defendernos. Cada dos o tres generaciones nos olvidamos de los errores cometidos y volvemos a caer en los mismo
-Quizás te ha faltado contextualizar aquel fenómeno que se llamo colonialismo. Occidente ha colonizado culturas diversas y muy  diferentes a la nuestras, sin duda aquellos contextos históricos describen muchos pecados, pero, ¿de dónde viene el ataque una y otra vez?.¿Es que ha sido la colonización del mundo musulmán más cruel que la del África subsahariana o la de las Indias holandesas?. Sin embargo no se conoce terrorismo moluqueño (al menos desde los setenta). No, el problema son las sociedades teocráticas que, además, quieren imponer a sangre y fuego, si es preciso, su sociedad y sus creencias
- Es cierto, no nos permitamos errores de interpretación. El  islamismo es la manifestación más descarnada de una ideología-fe en la que coincide, digan lo que digan, en lo esencial, la totalidad de la Umma (más allá de algunas dignas excepciones).
-Si echamos la vista atrás, reconoceremos en el cristianismo los mismos pecados que observamos en el actual Islam, pero claro, de eso hace 700-800 años. Nuestras últimas guerras de religión, en suelo europeo, terminaron hace 400 años. Además, bien sabes que las colonizaciones tuvieron una finalidad esencialmente económica y de juegos de poder entre potencias, el problema es que el islam es incapaz de adaptarse a la modernidad, no quiere hacerlo y se siente invadido y agredido
-Pero sentirse agredido no es lo mismo que agredir y los muchos pecados del mundo desarrollado no justifican en absoluto la reacción que se está dando en Oriente. Pues como suele decirse "en todos lados cuecen habas y en la mía calderadas". No sé si esto tiene solución, al menos allí, en el mundo musulmán. Desde luego, ya se ha demostrado que la solución no es -al menos de momento- la democracia. Se consigue la democracia y terminan inmersos en luchas tribales o votando a salafistas, hermanos musulmanes, wahabitas o islamistas "moderados" que automáticamente proceden a un recorte drástico de las libertades
-Lo que hemos de hacer, lo que deberíamos hacer, es evitar a toda costa que esa situación se traslade a nuestras sociedades, que se implante en nuestro entorno. En ello tenemos que ser inflexibles. Lo hemos hablado infinidad de veces, no podemos renunciar a nuestros valores, a aquellos aspectos que caracterizan a la sociedad occidental, a nuestros derechos y libertades. Ni un paso atrás, ni una sola cesión, o se aceptan y se ponen en práctica con todas las consecuencia, o puerta y buen viaje. Así de sencillo, así de claro…
-Habrá usted observado que a pesar de los últimos y dolorosos acontecimientos, aún no había soltado a los perros de la guerra y he preferido hablar de amores, pues si lo que pienso digo...me detienen
- Haya calma, ya sabes que, con pocas excepciones, en la guerra ningún bando está totalmente libre de culpas, aunque aquí se rompe la norma y no me queda otra que estar contigo, claro que en honor a la verdad, eso es algo que viene siendo habitual.
-He intentado redactar sin cortapisas previas y evitando caer en la rabia, pero la verdad, he de decirle que no me salen más que hostias como panes.
-Pues a repartir, donde estamos, ¿qué más da?. Sé que da reparo, que algo como un resorte pone freno a la pluma y lenifica el lenguaje y al final no se dice lo que se pretende decir. Pero no sufras,  las palabras deben tenerse como nuestras aliadas, pues nos ofrecen un abanico de opciones para decir aquello que queremos reflejar.
-Supongo que hay momentos y casos en que hay que tomar partido, que no vale sólo tender puentes, sino que hay que situarse en suelo firme, sea en una u otra orilla. En este tema no hay puentes y ambos lo sabemos. Así lo veo yo, si algún mal nos ha hecho el concepto de "políticamente correcto" es que se nos ha restado capacidad crítica, es más fácil la equidistancia que el compromiso. Aunque equidistancia no significa inhibirse y en cuestión controvertida como esta, no podemos dejar nuestras defensas como un queso gruyere por cuyos agujeros se cuelan nuestros enemigos. En temas como el que ahora nos ocupa nos toca templar y ponernos en prevengan. Equidistancia puede implicar en ocasiones relativismo y restar importancia a aspectos fundamentales sobre los que se construyó  todo lo que tenemos y no es algo que nos podamos permitir, mucho menos cuando el enemigo está a las puertas y también a retaguardia.
-No sé, y quizás nadie sepa, lo que va a suceder, pero cada vez estoy más convencido de que habrá que luchar y mentalmente me estoy preparando, porque va a valer mucho la pena hacerlo por nuestros hijos. Porque, por primera vez desde hace mucho,  lo esencial está de verdad en peligro y no queremos verlo.
-Aún estamos a tiempo de imponer la Ley, aún puede ser un problema gestionado mediante las fuerzas de orden público y nuestro ordenamiento legal. El tema es otro, el tema es el final de estas decisiones, pues es probable que haya que quitar derechos a esas gentes y hacerlo sin tapujos en base al interés común a todos. Decir alto y claro: o conmigo o contra mí.
-Has dado totalmente en el clavo, llegó el momento en el que la ciudadanía, el derecho a ser ciudadano, debe de ganarse, y no concederse por derecho de nacimiento o tiempo de residencia.
-Aquí rige y aquí toca reclamar los Cincinatos de Europa,  a los estadistas, a los próceres, a las mentes incólumes a la falsa política que nada aporta. Es que es eso lo que hace falta Maestro, próceres, líderes que digan las cosas que estamos viendo y nadie quiere decir. Le digo que hay una intelectualidad de peso que sí lo está diciendo y habrá más, no lo dude.
-Esa es la voz que en las instancias decisorias se necesita y siento decirlo, pero nuestro pequeño foro es importante para nosotros, pero nuestra capacidad de decisión es reducida. Te tomo el tema de escuchar a los intelectuales y recuerdo que muchos de ellos vienen anunciando el conflicto con el Islam desde hace dos décadas y cuando se ha abordado  el asunto sin tapujos, sin pelos en la lengua y lo han manifestado  de forma diáfana, ha quedado claro que no se trata tanto de los excesos de quienes reivindican el reconocimiento público de toda diferencia cultural como la inmigración musulmana establecida en Europa, reacia, según muchos sociólogos y politólogos, a los ideales democráticos de gobierno.
- Sí, se dicen  las cosas que muchos piensan y nadie quiere oír y menos que nadie nuestros supuestos líderes. El problema, nos guste o no, es Occidente en sí mismo y especialmente Europa, pues el mirar a otro lado –como tanto hemos denunciado usted y yo- hemos puesto nuestra civilización en peligro. Es la vuelta al estado teocrático de la Edad Media. No resulta compatible el Islam, tal y como lo conocemos,  con los valores y principios democráticos. El tiempo, ese juez tan estricto, ha demostrado que allí donde se ha intentado en ese mundo evolucionar hacia estructuras más libres y democráticas sólo se ha retrocedido.
-Es cierto, fíjate en Turquía. Sólo se ha mantenido el estado laico desde el golpe de Atatürk en los años 20 a base precisamente de golpes de estado. Cada vez que se relajaba el laicismo, intervenían los militares. Ahora no parece que tengan capacidad para hacerlo –especulo-y lo que está sucediendo es que se está produciendo la involución e implantación de un islamismo que, de momento, parece blando pero es tan sólo el principio.
-Y con el resto de ese mundo, no le digo nada. Si se quisieran limitar a sus fronteras, si se "guettizaran" -valga el palabro- voluntariamente, no sería un problema. Serían sus sociedades las que tendrían que evolucionar si quisieran, y si no, pues allá ellos. Pero no es así, vienen y pretenden imponer su visión social y política. No cabe duda de que pueden, pues disponen de capacidad inversora en base a los grandes rendimientos de sus recursos naturales, pero un barril de petróleo no puede justificar una posición laxa por nuestra parte.
- El terrorismo es terrorismo, da igual el adjetivo, las personas de bien de nuestro entorno no pueden ofenderse por una crítica al mismo...si le dan más importancia al adjetivo que al sujeto, tienen un serio problema de valores humanos. En cualquier caso, ahora nos enfrentamos a un mundo que utiliza la psicosis terrorista como arma de guerra abierta  con el objetivo de destruir nuestra forma de vida, que sin ser perfecta, es la nuestra. Los valores de Occidente –como tú dices- están sometidos al miedo y yo ya no tengo edad para quedarme quieto, pues la inmediata de no poner coto a este desmán, será que las pintadas que hay en la mezquita local y que proclaman un claro ¡moros no!, habrán de llevarnos en volandas a una esperpéntica guerra santa en nuestras propias calles. Ante la inoperancia de las democracias se alzará un nuevo fascismo y habremos sido nosotros los que le hayamos abierto la puerta.

POLITICA ES MORAL 

miércoles, 15 de junio de 2016

ANDREA Y YO.


Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal. Friedrich Nietzsche

Sepan ustedes que asistí con atención al debate de los cuatro tenores que dicen cantar mejor que nadie las recetas para España, pero no les he de negar que debí esforzarme mucho en escucharles, pues mi corazón y mi mente insistían en volar a otro lado.

Una y otra vez me ensoñé recordando un debate diferente, un debate que no ha tenido el lustre del que protagonizaron Curro Jiménez, Algarrobo, Gitano y el Estudiante. El pasado día diez, cuatro damas o mejor dicho, cuatro personas de sexo femenino –no deseo que piensen ustedes que cosifico patriarcalmente-  abrieron hostilidades de cara a las Elecciones Generales que nos ha de regalar el verano, también en representación de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos.

Ciertamente podría nombrar a las cuatro ponentes, pero lo siento mucho, tan solo un nombre acude a mi mente. Un nombre que habrá de sorprenderles si un poco me conocen o si han leído gentilmente lo que habitualmente escribo, pues no me encaja ni a martillazos el ideario de la aguerrida electa en el muro de mi cara-libro, ni la imaginarían mis amigos tomándose un Martini seco a mi vera en una terraza de mi amada Cartagena…

Pero bueno, ¿qué puede hacerse cuando el dardo de Cupido te traspasa las asaduras y te hace sangrar amor, aún a sabiendas de que la elección de tu corazón no te conviene?. Es historia vieja esta de las relaciones imposibles y si recurrimos a los clásicos, todas acaban en tragedia. Más he de decir que a pesar de aquella chirigota que nos explica que si algo ha de recordarse de los amantes de Teruel, es que tonta era ella y tonto él, yo les digo que eso es error de bulto y que de haberse organizado bien, la historia hubiese acabado en boda y la fiesta de la misma, merecidamente recordada.

Disculpen, me disperso, es lo que tiene el bobalicón estado que me provoca la Venus inesperada, la antagonista que me abre el alma a lo imposible, mi triángulo de las Bermudas. Era de esperar, pues el acomodo de un alma que tanto le reza a Marx como a San Agustín de Hipona es, la más de las veces, complicado.

La primera vez que mi retina captó a la grácil Diana Cazadora, pensé que era uno más de esos inventos que las opciones minoritarias –al menos en Cataluña- se sacan del bolsillo para salvar la cara, pero los días pasaban y pasaban, haciendo de esta mujer un problema que se me acrecentaba. Me molestaba su discurso, me inquietaban sus intenciones, le observaba soberbia y no les engaño, me cabreaba. Pero no podía ni puedo apartar mis ojos de ella como reza la canción que popularizó  Gloria Gaynor. Es más, viéndole en la prensa, en la televisión y escuchándole en la radio, mí ya más que intratable inquietud me decía, me gritaba, que bailar con ella debía ser lo mejor que podía hacerse en este mundo.

Incluso una vez, que me pareció verle en el Parlament un punto afectada por vayan ustedes a saber que mixtura y que mascando chicle como una posesa, parecía estar recuperándose de una mala marcha nocturna, quise esforzarme en verbalizar un exabrupto y ¿saben?, lo único que pude decir y dije a los que me acompañaban, fue  lo guapa que me parecía y que tenía gracia la condenada.

Disculpen, regresaré al debate. Cuatro mentes preparadas y acumulación de indudables méritos en ellas no me despistaron de los ojos y la sonrisa de mi sorprendente amada. Normal era la cosa cuando hizo del menos más y con unos sencillos pantalones negros y una unisex camisa tejana pareció vestir de ceremonia cuando los acompañó con unos zapatos que se hicieron arte cuando sus pies los calzaron.

Aquí me tienen, rendido a la Princesa del Clan más contrario a mis ideas e intereses. Aquí estoy, perplejo pero no abatido, pues en la distancia que nos separa se cultivará un mundo nuevo que nos permita pelearnos como gatos y también frenar los arañazos con una sonrisa y un guiño mojigato. Andrea Levy es algo más que política, es el bálsamo que cura el miedo a lo imposible, la constatación de que cuando el amor media, no hay problema que no pueda resolverse.

Recuerdo a un amigo muy revoluta que me repetía sin descanso que siempre me enamoraba de las fachas. No sé qué decirles, quizás sea cosa de los zapatos…

POLITICA ES MORAL

miércoles, 8 de junio de 2016

EL GRAN HERMANO NOS GANA POR LA MANO


Lo más característico de la vida moderna no era su crueldad ni su inseguridad, sino sencillamente su vaciedad, su absoluta falta de contenido. George Orwell, 1984.

El 8 de junio de 1949, George Orwell publicó su libro 1984. Esta novela, junto a “Un mundo feliz” de Aldous Huxley y “Farenheit 451” de Ray Bradbury, forma parte de un género denominado distopía o antiutopía, es decir, el planteamineto  de una sociedad ficticia indeseable en sí misma.

El planteamiento de este inglés nacido en la India es a priori denso, pues si bien plantea ya el concepto de líder totalitario padecido en época del autor, la praxis para someter a la masa social se basa en una denominada policía del pensamiento y de algo que se define como neo-lengua. Una genial propuesta del poder establecido para reducir el léxico con un objetivo manifiestamente represivo, pues la tesis es que aquello que no forma parte de la lengua, no puede ser pensado…

Convendrán conmigo -de analizar un poco lo descrito- en que nuestra sociedad parece o puede parecer la concreción de lo descrito en 1984. Me atrevo a afirmar que de hecho podemos definir nuestra realidad como orwelliana, pues es más que evidente que la información que recibimos está manipulada y que sin duda alguna, la vigilancia masiva facilita la represión política y social.

Muchas interpretaciones se han hecho de la desalentadora obra de Orwell, e incluso se ha querido vender desde una posición de falso paternalismo democrático, que sus tesis acabaron con la caída de los fascismos al fin de la 2ª Guerra Mundial y con el fin del comunismo soviético tras la perestroika. Nada más lejos de la realidad, es precisamente en las sociedades con sistemas de representación popular, donde el control social ha triunfado. Es más, la mayoría de la masa ciudadana, disfrutando de cada vez menor libertad de pensamiento y decisión, cree ser realmente libre.

El éxito del planteamiento del control de “El Gran Hermano” se explica de forma sencilla: Aquellos que estudian nuestra lengua están de acuerdo en que ésta no puede encorsetarse, sino que es algo mutable, que evoluciona y cambia. Sin embargo, nos advierten de que está enferma y se degrada. Un ciudadano medio español no utiliza más allá de 1.000 palabras y sólo los muy cultos alcanzan los 5.000 vocablos. Es más, algunos jóvenes utilizan solamente un arsenal de 240 palabras.

Afirma la máxima que el pensamiento configura el lenguaje, pero he de afirmarles que el lenguaje también es progenitor del pensamiento. Por favor, no lean más y les ruego que por supuesto no escriban, pues en breve veremos patrullando por las calles, de forma real, a esa policía del pensamiento que tan magistralmente describió Orwell.

POLITICA ES MORAL

lunes, 6 de junio de 2016

CUANDO ROZAN LAS PELOTAS


Se aferran a su parecer, no por verdadero sino por suyo. San Agustín de Hipona.

A los impresentables que agredieron a dos muchachas que ofrecían información en una carpa de la plataforma Barcelona con la Selección Española, hay que detenerles, juzgarles y meterles en la cárcel mejor hoy que mañana.

Dicho lo dicho, y una vez encerrados, se ha de proceder a hacerles un monumento alegórico de la estupidez humana. Sí, algo así como un memorial que recoja los nombres de los idiotas, que faltos de una sesera que les funcione, hacen que sea más fácil tragar mierda formato   fast-food que cocinar con esmero siguiendo las reposadas recetas de las abuelas.

En el pasado las lecciones del presente, en el presente las opciones de futuro y como somos mala gente, preferimos romperle la cara al prójimo si las cosas no son de nuestro agrado. Nada más fácil que acusar a los demás de los problemas que vivimos, nada más inmediato que identificar antagonismos allí donde debieron germinar colaboraciones y estirando tanto las cuerdas, hasta a los calmos se nos inflan los bemoles de tanto ver rozar pelotas. Pues no hay nada más zafio, escaso y repugnante que pensar que en el eliminar al otro, encontramos la tabla que nos salve…

Lo sucedido este fin de semana en la Meridiana de Barcelona es, meridianamente, claro motivo de vergüenza propia y ajena, pero también oportunidad para los que pretenden tener razón aún sabiéndose a sí mismos unos absolutos y prescindibles lerdos. Pues no hay excusa ni explicación histórica que valga en este, ni en ningún otro caso. Lo único claro en este asunto es que unos golpean con saña y otros se comen los testarazos.

Me permitiré recordarles el significado de la palabra corolario y en ello nos vendremos a razones, de no conseguir mi meta, son ustedes tontos con avaricia o de la tontuna hacen arte y pericia. Corolario, según la Real Academia de la Lengua, es un nombre masculino que describe a un razonamiento, juicio o hecho que es consecuencia lógica de lo demostrado o sucedido anteriormente. Esa es la cosa y con ella sigo…

¿Hemos olvidado todo lo sucedido en nuestro pasado reciente?, ¿tan poco no ha enseñado la historia?, ¿tanto la hemos pervertido que nadie recuerda que los insultos llevan a las bofetadas, las mismas a los garrotes y estos a los tiros?.  Claro, dirán ustedes que me regalo en convertir una anécdota en drama clásico, pero les he decir que más que en drama, estas situaciones tienden a crecer en tragedia.

Ayer pensé en tantas y tantas ocasiones en que nuestra avariciosa incultura, cultivada con esmero, nos lleva contentos a joder la marrana a los demás y a protestar con desespero cuando alguien nos da en todos los morros con las verdades del barquero.

Veré la Eurocopa y si en ello ven pegas, acérquense  a mi casa que les voy a dar para el pelo.

POLITICA ES MORAL