lunes, 13 de marzo de 2017

LOS PAÑUELOS DEL KURDISTÁN


Lo que quiero mostrar es que en las fuentes del Islam hay una idea de la dignidad de la mujer que después de perdió. Assia Djebar 

No es relevante la opinión de los pseudoprogresistas que habitamos las ramas de nuestro supuestamente hermoso árbol social, pues no permitirá cambiar la realidad. ¿Hablamos de educación al hablar del Islam?, totalmente de acuerdo, pero corresponde ir mucho más allá de las aulas. Quiero decir que estamos cayendo en una absoluta falacia por falta de conocimiento y que hemos de acercarnos a la cruda realidad abandonando el buenismo. A palmos: creemos propio del feminismo el defender el uso del velo o de otras prendas. Pensamos que es una decisión propia de las mujeres y que las implica de forma activa en la normalización del Islam en Occidente. Pues se trata de un error, de una enorme contradicción: parece que la aspectualidad hace a las mujeres musulmanas autónomas y responsables de sí mismas, pero en realidad el trasfondo esconde la supervivencia y el refuerzo en nuestro país de la sharía (ley islámica) que a todo entendimiento realmente progresista demuestra que favorece al hombre y desprecia a la mujer.

Vamos avanzando en base a una tesis a todas luces errónea: negamos lo evidente por no compartir espacios con el problema. Sí, no lo duden, nos hemos abonado a la idea de que todo el mundo es bueno y que hay que tener la mente abierta a la diversidad como fórmula de enriquecer nuestro entorno. Eso sí, a ser posible, mejor que los musulmanes habiten fuera de nuestro vecindario, o mejor, de nuestra población. ¿Me dirán que no?. No seamos hipócritas, el postureo es norma a la hora de mostrarnos a nuestro entorno como gentes güais , pero de establecer una convivencia real, de eso amigos míos, de eso, ni por asomo queremos hablar.

Somos legiones los que clamamos por el planteamiento de una fórmula plural para hacer posible una convivencia cierta entre culturas y credos, pero precisamente por ello, es menester ser concretos y llevar el verbo al hueso. Quiero decir que es de lerdos pensar en un mundo opaco a la interacción, pero existe algo que se llama orden y el mismo se sostiene en las leyes, también en nuestro país. No puede uno permitirse excepciones y lo que hoy padecemos es el desprestigio de nuestra legalidad: no hay excepción posible frente a los derechos de la ciudadanía y por el contrario, parece que la discriminación positiva en aras de un falso progresismo nos está hendiendo el casco de la nave y acabará por hundirnos.

Veamos, no entraremos en afirmar que los chistes sean síntomas estrictos de los aconteceres del día a día, pero como si de afiches propios de Quevedo se tratasen, explican verdades como puños aunque sean estas disimuladas con unas pocas de risas. Me permitiré explicarles por escrito un meme (una de esas  cápsulas que en internet se usan para describir un concepto, situación, o pensamiento de forma rápida) que llegó a mi whatsapp la semana pasada. Viene al pelo y retomando la idea del principio de este escrito, habla de tontuna progresista y de una sociedad en peligro.

Bien, en la hilarantemente amarga cápsula,  un muchacho –conversando con una chica- afirmaba que las mujeres no pueden tener los mismos derechos que los hombres y que los gays han de ser ahorcados. La muchacha le recrimina su actitud y le acusa de ser un fascista, pero ipso facto, el muchacho le responde que nada más lejos de la realidad, pues lo que sucede es que él es musulmán y que sus afirmaciones son fruto de sus creencias religiosas. Su interlocutora, llevándose la mano al mentón, pensativa le responde: ¡Ah, perdona!. Lo siento, no pretendía hacer comentarios islamofóbicos. Fin del chiste, meme o como deseen llamar a la cosa…

Sin duda estarán arqueando la ceja y prejuzgando mis palabras, pero les llevaré del humor barato a la más cruda y concreta realidad. Hace muy poco tiempo, una concejala de asuntos sociales a quien conozco más que mucho, procuró tender puentes con la comunidad islámica de su localidad. Vaya por delante que se trata de una mujer de temple y convicciones firmes, aspectos que le hacen –extraño en estos tiempos- una política de respeto. Pero siempre se ha dicho que la voluntad no lo es todo y así sucedió en este caso, pues convocó una reunión con sus convecinos musulmanes para facilitar acercamientos basados en el conocimiento mutuo. ¿Saben que sucedió?, pues que se organizó una comida basada en platos típicos del Magreb y las únicas mujeres que se sentaron a la mesa fueron la concejala y una compañera de partido. Las mujeres musulmanas sirvieron la mesa (bueno, es una forma de hablar, pues se comió sobre alfombras), estuvieron pendientes de que nada faltase a los comensales, comieron separadas del grupo principal y hasta aquí hemos llegado en eso de la proximidad.

Progresismo al canto, las dos mujeres que pretendían acercar dos mundos, observaron que aquellas familias llevaban decenios residiendo en su pueblo, que lejos de incorporar las pautas de relación entre mujeres y hombres, perpetuaban su modelo de sometimiento de un sexo frente a otro. El final de todo el episodio fue sonado –al menos a mis oídos- pues de forma queda, la edil internacionalista me afirmó sin tapujos que “con esta gente no llegaremos a ningún sitio”. Yo no me alegré, ni pude darle más razones que una reprimenda, pues le dije que siendo así el juego, tocaba llamar a las cosas por su nombre y dejarse de milongas. Me dedicó una mueca amarga y se marchó. Hoy sigue convocando asistencias a las manifestaciones contra la islamofobia. Yo apoyo sus propuestas pues no caeré en poner a todo el mundo en el mismo saco, pero quede claro que los preceptos del islam no pueden, por discriminación positiva, estar por encima de nuestra legalidad, ¿me dirán que no me asiste la razón?.

No puedo evitarme el sarcasmo cuando veo alterarse a la opinión pública con absurdidades como la del autobús de Hazte oír y aquello de la lucha contra la transexualidad, pues aquellos que con toda razón critican y piden acciones legales contra el integrismo católico, miran a otro lado cuando las barbaridades son afirmadas por los líderes religiosos musulmanes que ejercen su ministerio en nuestro país. Nadie, absolutamente nadie, puede negar que en muchas mezquitas, imanes empoderados por aquello que llamamos erróneamente libertad de opinión, predican sin tapujos que las mujeres que se pintan y visten ceñidas son fulanas y fornicadoras. Curioso el modo en el que uno de ellos lo argumentaba: el imán decía que eso era así por afirmarlo el mismo Alá. Miren ustedes, yo creo que Alá, del mismo modo que nuestro Dios cristiano, decepcionado hasta el límite del ser humano, debe estar mirando a otro lado.

Empiezo la retirada y les afirmo que los únicos pañuelos que, dispuestos sobre sus cabezas, dan razones a las mujeres, son los que visten en combate las kurdas que se enfrentan cada día contra el Isis. Deberíamos estar cansados de ver tanto de malo en todas las religiones y empezar a preguntarnos qué sucede con el Islam que a todos nos parece tan moderno cuando demasiadas veces, es predicado por hijos del averno. Mi casa está abierta a todos mis hermanos musulmanes, mi mesa tiene dispuesto un plato para ellos y algunos de mis más valiosos maestros rezan a Alá con devoción sincera, pero no forman parte de uno de los grandes problemas de nuestra realidad, pues hacen de su fe andamio que les refuerza pero no arma que niegue a otros ni ley que desprecie a las mujeres.

¿Recuerdan aquello de todos moros o todos cristianos?, pues ni una cosa ni otra, todos, sin excepción, iguales antes las leyes. Nada más queda por decir.

POLITICA ES MORAL

viernes, 10 de marzo de 2017

QUE PAGUE SU PUTA MADRE


-Buenas tardes Magister. ¿Qué tal la cosa por el Levante?

-Este es un viernes jodío. Mucho lío pero poco relevante que decir.

-No mienta, ¿qué le habría de pasar a este viernes que no tuviesen otros?. Usted siempre tiene que decir y por encima de todo que enseñar.

-Favor que me haces. En cualquier caso eres muy exagerado…

-No, ni mucho menos. Las cosas son lo que son y punto pelota.

-Vamos a ver… confiésate hijo mío. Algo sucede, ¿verdad?.

-Pues sí, sucede que no entiendo a esa gente que se gasta los calostros en cervecicas y marineras, y llegando el pago de un recibo de cuatro chavos lo devuelve. Hoy no hago un duro de caja y estoy reclamando pagos de medio pelo a gentes que se creen que las púas no se pagan.

-¡Pues qué bien!, veo que tienes por delante un día emocionante. Lo peor amigo mío, es que eso de no pagar, lejos de ser algo puntual, es norma.

-Desespera uno y queriendo mantener las formas, se desmanda. Vamos, acaba uno echando fuego por las quijadas, pero ¿qué puede hacerse?.

-Lo supongo, el hombre es un ser raro e incomprensible a veces y muy probablemente siempre.

-Yo digo que la gentuza ve que sus próceres hacen y deshacen sin problemas y ¡coño!, ¡todos al monte!. ¿Me dirá que no?.

-A ver, la ejemplaridad en los cargos públicos brilla por su ausencia, pero yo creo que la gente lo haría igual. Es algo poco entendible, pero siempre ha pasado: cuesta hacerse cargo de las pequeñas deudas aunque luego, en principio, se dejen los pelos en gastos mucho mayores sin tantos problemas y al final se quede fatal por minucias. Supongo que es falta de casta.

-Vale, muy bien, pero veamos, quizás conviene dejar aquello de que ministros tiene la Iglesia. ¿Alguien obliga a comprar o contratar esta o aquella cosa?, no. Ergo, ¡copón!, ¡cumplamos!. No sé el lugar en el que radica la solución, pero creo que este  marasmo es sistémico y que se observa "arriba y abajo". Por poner un ejemplo, se me ocurre la compra de ese objeto de deseo que llamamos coche: no lo saca uno del concesionario si este no ha cobrado, ¿es así o no? (pregunta retórica). Entonces, los plazos de una caldera, la minuta de un profesional, un seguro, el vencimiento de un préstamo, deberían funcionar igual y punto pelota. Cosa buena es ayudar a salir adelante a los demás, sabe usted que siempre he considerado que poner al servicio de familia y amigos los propios recursos es de obligación, pero pasar por tonto frente a todos los comunes es ya pedir mucho.

-Bueno, por ejemplo, el comprar coche es, en general, una elección. Se hace por puro disfrute y por contra, el pago del seguro de ese mismo coche es una imposición y aunque sea una parte ridícula del coste, no se acepta fácilmente.

-Me cuesta entender la cosa y le advierto de que se me está hinchando la venilla.

-Sosiego, llevo tiempo advirtiéndote que andas falto de sosiego. Atiende y cálmate. Esto del choteo con el dinero es falta de responsabilidad y de reflexión. Por la razón que sea, no se acaba por asumir como un todo, así que el personal tiende a escaquearse en cuanto tiene la ocasión. Luego están los morosos profesionales, esos que desde el principio, su intención es no hacer frente a sus obligaciones y con un par demandan un servicio sin tener intención de abonar sus costes. Todos hemos tenido o conocemos experiencias similares y la cosa parece no tener remedio. Así que al final te encabronas y terminas por decir: pagas por adelantado o ni me siento a habar contigo o te retengo el trabajo hasta que me abones lo que debes…

-Mire, estoy un poco cansadito de poner por ejemplo a los quiméricos países del norte, pero copón bendito que también en esto del pagar son ejemplares. Mi amiga Core de Noruega me explicó ya hace demasiados años lo siguiente: compras o contratas, se genera factura, has de pagar en 30 días, existen 15 días de margen en concepto de error documental y si a los 45 días no has pagado, actúa de oficio un departamento de policial fiscal y punto pelota. ¿Recuerda lo del taller textil que tuvo mi padre allá por los años setenta?, bien, pues así cobró trabajos que algún espabilao se resistía a pagar. El bueno de mi progenitor se acercaba al cuartelillo de la Guardia Civil, entregaba las letras de cambio y esta cogía –figuradamente-  del cuello al moroso y el Señor Don pagaba por la cuenta que le traía. Manda huevos tener que poner en valor el pasado…

-Eran otros tiempos, pero lo cierto es que debe ser algo cultural. Recuerdo cuando se emitían talones sin fondos, aquí lo hacía cualquiera y sin consecuencias, cuando en otros lugares te enviaban a la cárcel si lo hacías con uno solo.

-Cierto, ¿qué podemos hacer?. Aquí, en nuestro país, fallan los entes públicos porque, si ellos son los primeros que no cumplen, ¿cuál es su fuerza moral para imponerlo al común?. El mayor impago se registra en la administración y esto no es que lo hayan hecho o lo estén haciendo, canta ya demasiado por ser norma y no ocasión como antes me ha apuntado.

-Así es, la mayor morosidad y la mayor demora en los pagos.

-Permítame que regrese a los países del norte y también a todos los que no son católicos. A años luz de nuestra tradición del “Dios proveerá”, entienden el dinero como un compromiso y así actúan. Cultura y ética totalmente distintas, ¿no?, aquí, con dos cojones, pecamos, nos confesamos y palante.

-Con la Iglesia hemos topado Sancho…

-Bueno, podrá usted hacer mofa, pero motivo hay para mentarla. Pues de servir realmente a la bondad del hombre, no podría prosperar tanto hijo de puta bautizado en la piel de toro.

-Echa freno que te pierdes y estamos a tocar del fin de semana. Recuerda que las meretrices son gente honrada.

-Me enmiendo, pues razón le asiste toda, pero sepa que siguiendo como sigo la actualidad de los ladrones que se hacen suyos nuestros impuestos y  jodido como voy en mis trabajos y cuitas para ser buen ciudadano, con muchas ganas les gritaría a todos los ladrones que mis facturas las pague su puta madre.

-Choto….

-Magister…

POLITICA ES MORAL

jueves, 2 de marzo de 2017

SOY UN CARCA HETEROSEXUAL


-Oye

-¿Qué?

-Vamos a ver, tengo un conflicto de la hostia consagrada. Yo tengo muy pero que muy claro lo siguiente: hetero mujer, hetero hombre, lesbiana mujer y gay hombre. Es más, tenemos amigos comunes homo de toda la puñetera vida y ambos sabemos que si fuésemos consuegros no sería ninguna sorpresa: nuestros dos chavales se quieren mucho y la verdad es que apuntan maneras. En resumen, está asumido. Pero hombres con vulva, mujeres con pene, hombres con vulva pero que quieren pene,  mujeres con pene pero que quieren vulva, bisexuales y que se yo, me hace bailar la cabeza. Sin duda me hago viejo y no sigo a los tiempos.

 -¿Ya estas sacando la vena fascista?, te iba a decir una burrada tan grande que hasta me ha dado corte a mi…

-Mira, no sé, parece que ser heterosexual  sea algo punible y no te lo negaré,  la cosa es que me marea tanta opción y tanta transversalidad.

-Mira que eres tonto, siempre analizando hasta la etiqueta del gel de ducha. A mí las lesbis y los gays me molan, quizás es que yo tengo un punto bi....

- Por favor, estoy intentando hablar en serio. Veamos, lesbianas  y gays, pillo la cosa sin problema. El conflicto es la amplia carta de colores que me  lían la bandera multicolor. Sabes que me encanta la vexilología, pero ni recurriendo a ella me aclaro.

- Pero por favor, el tema es sencillo, eso que te atolondra  es transexualidad. No te hagas el estrecho cerebral que se supone que eres persona de mundo.

-¡Copón!, no me lo hago, pero me agobia tanta algarabía. Anda, respeta las canas de un calvo.

-Pues a mí me parece mal lo del autobús de los ultras cristianos esos, si hay transexuales, deben tener el  derecho a expresarse como el resto de mortales. ¿Me dirás que no lo tienen?.

- ¡Pues claro que sí!, no hablo del bus y no estoy poniendo límites, pero te estoy reconociendo que me cuesta encajar toda la variedad de sexos que ahora se significan. De esa gente de Hazte oír, corresponde que te deje claro que lo que está sucediendo es que hay muchos fachas crecidos gracias a que viven en democracia, son ¡los nuevos fachas demócratas!, un maravilloso oxímoron. 

- Yo es que conozco una niña con pene y ha sufrido mucho, ahora que es Sara es una persona más completa. ¿No lo ves?, la cuestión es permitir que los seres humanos vivan en plenitud su tiempo y que nadie deba esconder su verdadero ser.

-Quizás se trate  de un tema más de los mass media, de la sensación de que lo alternativo es  güai y que las formulas tradicionales son  fruto de la carquez suprema. Quiero decir, ser gay es moderno y ser hetero es vetusto y gris, ¿me explico?.

- Eso sí, ahí te doy la razón. A veces es verdad que parece que para molar has de ser diferente o tener alguna afición extraña u oscura. Parece como la persistente negación de aquello que se vea como tradicional. Sí, ahí también me pierdo e inquieto…

-Ahí voy, ahí voy. De verdad de verdad, no me veo como alguien casposo, pero oye, me está entrando un complejo de cosa demodé que me jode.

- ¡Jajajaja ¡, ¡somos carcas!.

-De veras,  en ocasiones la realidad me hace sentir sucio por ser aquello que se llama ser, en la peor de las acepciones, normal.

-Ya, sí, a veces da esa sensación. Pero tal vez es que realmente somos antiguos.

-¿Estamos locos? ,¿pero cómo va a ser antiguo ser heterosexual?. Digo yo, a mi me la trae al pairo lo que cocinen los demás en sus chirlas o culos o donde sea, pero ¡copón!, mi opción también será buena, ¿no?. No por tradicional, sino por ser la mía.

-No creo que sea eso, digo yo o sí, ¿o qué se yo?. Me estás mareando y ya estoy por dejarme crecer pene y ser una chica con pene, ¡por Dios!.

-Mira, yo puestos a elucubrar, creo que soy lesbiano. Me explico: soy una mujer con pene a la que le apasionan las féminas. Ergo, ¿qué soy?, ¡soy lesbiano!.  

-¡Eres más tonto que tonto!, pero tranquilo siete ciencias, que ser hetero no significa ser un facha reaccionario. En tu caso, lo único que necesitas es que  sigas como siempre, teniendo la mente abierta y poco a poco, lo irás entendiendo todo.

-Vale, por cierto, ¿qué significa eso de pansexual?.

-¿No descansas nunca verdad?. Significa que una persona se ve atraída sentimentalmente, estéticamente, románticamente o sexualmente por una persona independientemente del género que esta tenga.

-¿Sí?, ¡copón bendito!. Va a ser verdad, no soy decimonónico, soy un íbero carpetovetónico. Mira tú, yo hubiese dicho que era comer pan mientras se practica el sexo. De verdad de la buena, ahora estoy pensando en  la cantidad de aseos que habrá en el cine y en lo complicado que será meterse en uno y acertar.

-Lo dicho, carca y además tonto. Cállate y espabila, ¿no decías  que tienes pizzas en el horno?.

POLITICA ES MORAL