lunes, 20 de abril de 2015

RATO Y LA DETONACIÓN CONTROLADA


 
La política se va transformando en un campo de batalla entre lobbistas. Los medios trivializan los problemas graves. Con frecuencia, la democracia parece un juego virtual para consumidores, en vez de un trabajo en serio para ciudadanos serios.  Václav Havel
 
Bien, no puedo evitar fabular sobre el teatro que acoge el folletín de nuestro gran prócer Rodrigo Rato. ¿Qué hace que sea ahora cuando aparezca una actuación contra el gran valedor de la política económica del Partido Popular?. Sencillo, es momento de cambios, pues no queda otra que desmontar el sistema para dejarlo igual…

Se acercan las elecciones municipales y más tarde las estatales. Las élites extractivas que tradicionalmente han hecho del partido de Rajoy herramienta y camino, ya han criado a un sustituto a los populares tras el fracaso del engendro que ha supuesto Rosa López y su formación UPyD. Ciudadanos ya está listo, crecido y sano, es el momento del “cambio”.
Mucho podemos hablar de los gobiernos de Aznar, Rajoy y Zapatero, pero la cuestión es acercarse a aquellos que no salen en la foto. Los poderes fácticos utilizan la política para sus intereses y cuando los políticos a los que han engordado fenecen por obesidad mórbida, es momento de proclamar un nuevo liderazgo, es el momento de ensalzar a un nuevo líder…

Las noticias de los últimos días, la aparente reacción de la justicia frente a los corruptos, es la escenificación para abrir las puertas de Jerusalén a los nuevos mesías. Nos guste o no, la ciudadanía ha sido condenada a mirar sin ver, a creer en lo que no se conoce, a servir a los amos de la granja.
Nada más útil que emborrachar al ciudadano con información densa y constante. Cuanto más cerca están los árboles menos se puede ver el bosque, así son las cosas. No me veo capaz de hacer mayor análisis en este momento, es agotador el observar que la sociedad no analiza el fondo y por el contrario se queda con los mantras que, hasta la saciedad, se repiten.

La derecha más reaccionaria sabe perfectamente como defender sus intereses y para ello crea las estructuras necesarias, siempre habrá aprendices de brujo dispuestos a vender su integridad a cambio de las púrpuras de un supuesto poder. No pasa nada si el Partido Popular pierde representación o si el Partido Socialista se deglute a sí mismo. La regeneración de la Democracia ya está en marcha, la mentira seguirá siendo cierta…
Por mi parte sigo confiando en la política de proximidad, en la participación ciudadana, en aquello tan diluido y desprestigiado que se llamó municipalismo, pues los que creemos que el ciudadano es el primer nivel de gobierno, nos entestamos en que la realidad deberá cambiar de la parte al todo y no a la inversa.

Lo de Rato ha sido una detonación controlada, los supuestos destrozos impedirán llegar al fondo de la infecta mina y en la supuesta operación de rescate de los intereses comunes, nuevos líderes se ganarán el respeto de los votantes.
Mil veces dicho, no hay peor ciego que el que no quiere ver.

POLITICA ES MORAL

martes, 7 de abril de 2015

ALTO Y CLARO

 
Me decía un buen amigo que “es vuestra responsabilidad (se refería a los partidos políticos) decir alto y claro que las cosas se pueden hacer de otra manera y que además es imprescindible que así sea”. Sea, pero no podemos olvidar que un partido político está configurado por ciudadanos y estos tienen una realidad subjetiva e inmersa en el entorno social…
 
Dicho lo dicho, la respuesta se servía sola. Esta ha sido preclara, he reafirmado su opinión, pero he añadido un mantra que me acompaña desde siempre. He regresado a aquella vieja afirmación que dice que ser ciudadano es un cargo público en sí mismo y como tal debemos ejercerlo.
 
Pueden existir nuevas propuestas, sin duda ahora las hay, pero de nada servirán si el colectivo social, la ciudadanía, no da también un paso al frente con una verdadera voluntad de cambio. El sistema ha ido disociando al votante de la transcendencia de su papel y así, pasado el tiempo, el ciudadano ha caído en la dejación de su función social, ha perdido su original poder.
Bien, no puede negarse que la política se estructura en partidos pero estos tan solo son y han de ser elementos colaborantes que han de servir a la mayoría social. No sé cual fue el momento en el que las personas olvidaron su proyección real y consideraron que su labor acababa en introducir una papeleta en una urna, pero lo siento, la responsabilidad ante los problemas comunes empieza en cada uno de nosotros y en la propia voluntad…
 
Saldremos a la calle, hablaremos alto y claro, haremos propuestas con significación y relevancia, explicaremos las cosas una y mil veces, pero nada será útil si aquellos que escuchen no realizan un trabajo de análisis y de contraposición de ideas.
Un partido político no hará el milagro de los panes y los peces, unas siglas son, por muy bien intencionados que sean aquellos que las integran, unas herramientas con las que la sociedad puede trabajar. No caigamos en la complacencia y en aquel cacareado “que lo hagan otros”. Si queremos peces, toca mojarse en culo. Siento la expresión, pero no soporto que el único activismo social sea la queja y que nos hayamos olvidado de la propuesta.
 
Nada más nefasto que aquel “más vale malo conocido que bueno por conocer”. Por una vez démosle la vuelta a la jodida frase…
POLITICA ES MORAL