miércoles, 27 de febrero de 2013

SOCIEDAD JUSTA: Laicismo y pluralidad.



"Nuestra solidaridad innata, y no un despotismo del cielo, es la fuente de nuestra moralidad y nuestro sentido de la decencia”. Christopher Hitchens,
Nuestra sociedad es diversa y por tanto, los poderes públicos en su voluntad de servicio a toda la ciudadanía, deben desvincularse de opciones confesionales o identitarias que puedan provocar asimetrías entre los diferentes grupos sociales. Por tanto, la vertebración del Estado y sus diferentes niveles de gobierno debe establecerse sobre el concepto de laicismo.
El laicismo  se opone al concepto de “Estado confesional” y se configura  en el siglo XIX cuando en Francia se separa realmente la Iglesia de los poderes estatales. Este proceso se alargó durante más de un siglo y aún hoy podemos decir que sigue en marcha en muchos lugares del mundo. Ser laicista supone priorizar la libertad de conciencia y rechazar normas o visiones morales de la sociedad propias de cualquier religión. A un tiempo, no es ser anticlerical, ya que no supone la crítica de los valores religiosos  o su validez para el individuo.
Se trata de una posición pragmática que tiene en cuenta la pluralidad y la legislación vigente. Entendiendo que todos los ciudadanos tributan, los impuestos no deben utilizarse para dar trato de favor a ningún credo o posición política. En cualquier caso, esto no entra en contradicción con el apoyo y la colaboración con instituciones que de forma objetiva apoyen y enriquezcan con su labor a la sociedad. Deben dejarse al margen los acentos religiosos y/o políticos si la actividad reviste una real trascendencia social. Eso sí, haciendo hincapié en evitar establecimiento de relaciones clientelares. Si se me permite el ejemplo, Cáritas Diocesana es una institución confesional pero sus fines son de interés común. Esta es la vía relacional…
POLITICA ES MORAL

SOCIEDAD JUSTA: Eficiencia de los recursos públicos.



Lo público no es gratis, tiene un coste.

Mantener en marcha los servicios públicos que garantizan la sociedad del bienestar, requiere una justa planificación tributaria y una estricta gestión de los ingresos por parte de las instituciones de gobierno.Durante un periodo de bonanza nuestros gobernantes han pasado de puntillas sobre la obligación de rendir cuentas y para justificar su gestión se han limitado a proyectar vagas estadísticas mediante atractivos y coloridos power-points

En política y en el gobierno, los números se han usado según ha soplado el viento. En bonanza opacidad que facilitase la impunidad, en crisis y a fin de mancomunar las pérdidas con toda la ciudadanía, cifras y más cifras para detallar déficits, endeudamientos, límites presupuestarios y recortes. Lo abstracto ha sido muy bien utilizado para procurar que los ciudadanos mirasen a otro lado.

La realidad de nuestro tiempo nos demuestra que se robó y estafó (no entraré en casos concretos ya que habiendo tantos no sabría elegir). La llamada casta política con deberes de gobierno, gestionó en beneficio de pocos a costa y escondidas de muchos. Ahora, en una situación socio-económica extrema pretenden administrar la miseria para seguir manteniendo lo que consideran “derechos adquiridos”…

La innegable necesidad de recuperar la dignidad de nuestros representantes públicos, obliga sin duda alguna a ser transparente hasta el extremo, a procurar conocimiento total y constante de los recursos que los diferentes gobiernos gestionan. En resumen, que hasta el último euro resulte eficaz y eficiente.

Cada inversión y gasto ha de estar justificado y comunicado. Debe dejarse meridianamente claro que las actuaciones de gobierno procuran un beneficio objetivo para la ciudadanía, en caso contrario no tienen sentido. El ciudadano debe tener la tranquilidad de que los impuestos que paga se revierten en aspectos realmente necesarios y con justicia.
POLITICA ES MORAL

domingo, 10 de febrero de 2013

EL TERCER ESTADO



Largo camino hemos recorrido desde la caída de la monarquía absoluta en Francia y la configuración de lo que hoy conocemos como Nuevo Régimen.

La Revolución Francesa estableció unos valores ciudadanos (libertad, igualdad y fraternidad)  que podríamos considerar truncales hasta nuestros días. Otra cosa es la real incorporación y la praxis de dichos valores mediante nuestras leyes e instituciones…

La Francia revolucionaria es la constatación de cómo el hartazgo de la población puede desencadenar un  fallo sistémico y una derivada a una nueva forma de organización social. También es cierto que para lograr los cambios que derribaron a la monarquía borbona, se recurrió al terror y a la eliminación física de aquellos que se oponían al nuevo Estado.

Sin duda, cuando el pueblo llega al límite de sus fuerzas y ve peligrar su supervivencia, se agarra con desespero a la ideología del miedo. Esta posición es preámbulo de cambio, pero los líderes de una masa plena de carencias y  rabia tienen un poder enorme y peligroso. De hecho, otra vez la Revolución Francesa, nos enseña que fue realmente la burguesía asentada la que sacó provecho del llamado Tercer Estado, es decir, del pueblo llano, los sans culottes…

Estos eran el grupo social más amplio en la Francia pre-revolucionaria. El verdadero músculo popular lo configuraban artesanos, trabajadores autónomos, pequeños mercaderes y marchantes. Motivaba su apodo el que vestían pantalones en contraposición de la moda de nobles y burgueses, los cuales vestían calzas cortas y ajustadas al contorno del talle y las piernas (culottes). Sin embargo, la masa ciudadana que ansiaba acabar con los privilegios del absolutismo acabó siendo utilizada por la alta burguesía para ocupar el papel de la nobleza.

La rabia de un pueblo ciertamente provocó cambios, pero Francia regresó al absolutismo en la figura de Napoleón y los estratos sociales se reinstauraron (recordemos las causas de la Comuna de París medio siglo más tarde). En resumen, un coste en vidas enorme que hizo que Europa cambiara para que todo quedase igual…

Se preguntarán que ha motivado esta reflexión sobre el Tercer Estado y sus integrantes los sans culottes. En primera instancia la fea costumbre de recordar lo aprendido, después la percepción del miedo en el entorno social y por último las constantes posiciones y opiniones fruto de la rabia y la necesidad de revancha.

Me preocupa que  la voluntad de una ciudadanía necesitada de cambios reales, sea utilizada por unos pocos oportunistas vestidos con calzones elegantes y acaben por dejarnos a todos sin calzoncillos.  De esta situación o nos salvamos nosotros o se impondrá la tiranía de aquellos que no desean cambios profundos que puedan alterar su estatus. Insisto, no necesitamos escuchar que nos gobernarán los mejores, hemos de hacer que nuestros representantes estén entre los más capaces.

POLITICA ES MORAL

viernes, 8 de febrero de 2013

ESPAÑA Y LA TERAPIA DE SHOCK



En repetidas ocasiones he reflexionado sobre las políticas de austeridad extrema aplicadas por la troika (UE, BCE y FMI) en Grecia. En un principio, las fuimos observando como algo lejano y casi irreal. Una situación como la griega nunca llegaría a vivirse en España. Ilusos…

Tras el espejismo de una década de supuesta prosperidad general, llegó la crisis y la toma de contacto con la realidad del desempleo, la indignidad de la clase política y la severidad de que la corrupción nos ha dinamitado la esperanza. La bancarrota del Estado ha provocado que al igual que en Grecia, nuestra soberanía ya no exista. Tenemos amo y no habla nuestro idioma, lo insultante es que los intérpretes que sirven al nuevo señor son los mismos que han destrozado el país.

Al analizar lo que está sucediendo, se constata que la cohesión social se está destruyendo y que la economía, llevada al límite, está inmovilizando a la ciudadanía y facilitando la adopción de medidas de control y gobierno propias de sistemas totalitarios. Se nos está sometiendo a una terapia de shock, participamos como sociedad en un experimento que sin duda, pretende demostrar a los poderes fácticos lo ilimitado  de su poder…

Es seguro que  estamos llegando al extremo y que en algún momento se provocará un incendio social que ya recoge leña en aspectos tan evidentes como la derivada independentista de Catalunya y la continuada contestación ciudadana.
Es asombroso como en una situación extrema, una minoría social hace crecer su riqueza y la mayoría se empobrece. La franja social de mayor edad está atrapada en la política del miedo y los jóvenes, en su mayoría, parecen no haber percibido aún la falta de futuro. No hemos llegado al límite pero el equilibrio social está pronto a quebrarse.

La pregunta es quien está en condiciones de incidir de forma real para cambiar esta dantesca derivada. Nuestros cargos electos y por extensión, los partidos de los que proveen, ya no tienen crédito. Nos han vendido la necesidad de ajustes sin fin y mientras, “explotaban” en su beneficio las arcas de cualquier estamento de gobierno. Ahora, agotada la heredad, se han colocado como guardianes de un campo de concentración que han ayudado a construir…

En cualquier caso, en España el Gobierno está tocado de muerte y todo parece indicar que Europa podría “colarnos” un Mario Monti ibérico. Los “hijos de la patria” ya no podrán seguir ahogando al ciudadano. Como indicaba al principio de mi comentario, tenemos nuevo amo y se llama Alemania.

De todos modos nos debemos convencer de que si el Estado español quiebra, el efecto dominó sería devastador. Los supuestos países pobres, los meridionales puestos hoy en entredicho, pueden y deben imponerse ser la amenaza de Armagedón de la economía común de Europa. Los parias periféricos, aunando voluntades, disponen del arma definitiva. Negarse a pagar sería suficiente para cambiar  recortes por inversión. La troika no puede seguir pretendiendo acaparar beneficios y mancomunar pérdidas. Somos más, tenemos miedo y disponemos de más poder del que nunca podíamos haber imaginado. Hay que esgrimirlo…

POLITICA ES MORAL

martes, 5 de febrero de 2013

CAUDILLO AZNAR



Una jornada esperanzadora la de hoy. Por fin hemos encontrado a nuestro guía, a nuestro caudillo, al salvador de la Patria Hispana. José María Aznar es nuestro necesario Cincinato. Vendrá voluntarioso y libre de pecado para acabar con las sombras que cubren a España. Loado sea Dios…

El pasado mes de Enero me preguntaba en Twitter a que “tercera via” servía el rotativo El Mundo al destapar la podredumbre del Partido Popular. Ahora ya podemos afirmarlo, la derecha más rancia está dando un golpe de estado interno y procurará, dando una falsa patina de regeneración socio-política, tomar el poder del Estado.

Hoy, El Mundo publica un artículo de opinión de Luis María Anson. En él, el “venerable” periodista eleva a los altares al ex presidente  del PP y del Gobierno. Le ruega su regreso por lo que “debería ser para él, hoy por hoy; una obligación moral, un deber histórico”. Anson apuesta por el único líder capaz de realizar “una profunda regeneración interna”  y sin duda, construir una nueva España…

Tiempo hace que en la Villa y Corte de Madrid se habla de contubernios pro-republicanos. Sin duda, las posiciones más conservadoras le tienen ganas a la Casa Real (no olvidemos que el Borbón traicionó los principios fundamentales del franquismo que le transmitió la jefatura del estado) y poco a poco esperan conseguir en base legal (recordemos la reforma laboral), un cambio socio-económico que abone sus propios intereses.

Cuidado con estos salvadores del pueblo, atención a los falsos héroes de la Patria. Se trata de jacobinos de extracción noble y que del pueblo tan solo quieren sometimiento y silencio. Han auspiciado la política de la corrupción por tal de prepararse el camino de regreso al poder absoluto tapándole la boca a los ciudadanos.

La alternativa de estas gentes es una “dictadura democrática”. Cuidado…

POLITICA ES MORAL

lunes, 4 de febrero de 2013

SOCIEDAD JUSTA: Transparencia real.




La ignorancia de las masas es la principal fuerza de los gobernantes. Charles Malato

Si echamos la vista atrás, hacia el  antiguo régimen, e incluso hacia  nuestro pasado reciente,  entenderemos que la base del poder de los mal llamados “mejores” obedecía realmente a la incultura y desconocimiento de las mayorías sociales.

Diferentes movimientos que empiezan con la Revolución Francesa y que acaban con el final de la Guerra Fría, fueron configurando una conciencia social que progresivamente incorporó al ciudadano a la esfera de la gestión de las instituciones. Supuestamente, la aparición del sufragio como  vía de expresión de la “voluntad popular” nos dotaba de una representación encarnada en unos individuos de nuestra confianza. Ecuación simple y de fácil comprensión, nos mostró más tarde y de forma sutil que ya no éramos soberanos. El resultado, lejos de abundar en beneficio de la mayoría, nos sometió a una nueva oligarquía que se denominó “clase política”…

Una vez más la sociedad debe tomar consciencia, tan solo los individuos conscientes pueden transformar la realidad. La información y la exigencia de esta para disponer de total conocimiento, nos aportará unas instituciones realmente transparentes al ciudadano. La petición es inapelable y por tanto, tan solo es aceptable un tipo de política: aquella que aplica los criterios de accesibilidad en su acción y gestión.

Cualquier habitante de pueblo o ciudad  tiene el derecho y la obligación de conocer el objeto de gasto de sus tributos. Acceder a los criterios de la concesión de obras públicas, licencias, servicios y cualquiera otra partida de gasto o inversión que las instituciones propongan y gestionen. En una sociedad en red, ha de resultar sencillo establecer vías de comunicación en dos direcciones. Realmente la base legal para que sea posible ya existe, se trata de quitarles a los corruptos y malos gestores las llaves de acceso a las casas comunes.

Una vez más las masas han de convertir la indiferencia en interés, la  lejanía en acercamiento, la apatía en pro-actividad. En resumen tomar el mando en la figura legal más valiosa, la de ciudadano.  No nos engañemos, la realidad nos lo demuestra de forma amarga, los que traicionan la voluntad popular saben que es más difícil hacer cambiar a un ignorante que aprovechar su ignorancia para convertirle en un  peón que trabaje por sus intereses. Observen la actualidad, nada que añadir…

POLITICA ES MORAL

FUENTEOVEJUNA



Cuan valiosa es la lectura y que patrimonio nos arma…

A raíz del ataque frontal que nuestra ciudadanía está sufriendo, acude a mi mente el llamado por Miguel de Cervantes, el “Fénix de los ingenios”. Me refiero a Félix Lope de Vega y Carpio, uno de los máximos exponentes del Siglo de Oro de las letras españolas y autor de la mítica “Fuenteovejuna”.

Se trata de una obra teatral que a pesar de estar escrita a principios del siglo XVII y en plenitud de la monarquía de los Austrias, plantea un conflicto abierto entre el poder y el pueblo llano. Establece, de forma preclara, el derecho de defenderse frente a la tiranía de aquellos que abusan de la sociedad para obtener y mantener privilegios.

La historia describe el levantamiento de toda una villa frente a su comendador por la exigencia de este de consumar el derecho de pernada  sobre  una doncella a puertas de contraer matrimonio. En resumen, todo el pueblo hace del honor de una muchacha el suyo propio…

Ciertamente, no lo duden, los “comendadores” que supuestamente nos representaban y daban protección, han ido interiorizando que el pueblo llano, laborioso y cansado de su día a día, poca atención prestaba a lo que más allá de su casa se trataba. En esa convicción de no sufrir vigilancia, nuestros “señores”, de las obligaciones se olvidaron e hicieron exigencia y derechos de sus prevendas. ¿Qué era pues el gobierno?, ¿cuales sus funciones?: robar mucho y mucho tiempo mientras otros trabajaban.

Mucho trabaja el burro incluso sin comida en el pesebre, más sin dilación muere. Así, en la misma medida, la confianza se ha minado, se ha llegado a reconocer a los “nobles” corruptos que en su insondable avaricia, han llevado al desastre a la nueva Fuenteovejuna. ¿Qué nos queda hacer si ya ni la bondad del Rey ha de darnos justicia y calma?. ¿Qué debemos proponer para salvar honra y llenar estómagos?. Levantarnos sin dudar…

Lope de Vega, en su rompedora propuesta, planteaba que el pueblo se tomaba la justicia por su mano y en la seguridad de la corrección de sus acciones, apelaba a la Corona y al poder establecido. El Fénix creía en la magnanimidad de los príncipes y que eran pocos los falsos y pecadores. La historia de España, nuestro presente, nos demuestran su error.

Una vez más, Fuenteovejuna se enfrenta a su Comendador. Nos ha robado el honor, nuestros medios de vida y nuestro futuro. No hay otra ciudadanos, nadie ha de venir a salvarnos pues solos estamos…

Brazo con brazo, unidos en una sola intención, podremos apresar y “ajusticiar” al indigno gobernante. Hemos de revelarnos y convertirnos en impartidores de justicia. Hemos de conseguirlo, hemos de lograrlo, cuando en el futuro se lea el último acto, así ha de versar: “¿Quién mató al Comendador? / Fuenteovejuna, Señor / ¿Quién es Fuenteovejuna? / Todo el pueblo, Señor”.

POLITICA ES MORAL

viernes, 1 de febrero de 2013

SOCIEDAD JUSTA: Igualdad.



Constitución Española, artículo 14: “Los españoles son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”.

La Carta Magna desde su artículo 14 y hasta el 29 enumera los denominados “derechos fundamentales” que como tales son innatos, inseparables de las personas, irrenunciables y objetivamente absolutos. Por tanto, pueden ser invocados por la ciudadanía sin necesidad de ser desarrollados por otra ley, ya que vinculan a todos los poderes públicos por su propia existencia constitucional.

Nuestra legalidad es, en  relación a la igualdad de los ciudadanos, meridianamente clara y sin lugar a dudas, justa. La cuestión es otra y mucho más compleja: ¿cómo se traslada la fría redacción de una ley a la praxis en el entorno social?. Difícil planteamiento en una sociedad dispar que hace necesario un esfuerzo de comunicación e implantación de las normas básicas de convivencia.

En general, las diferentes opciones políticas han gestionado la pluralidad de forma inadecuada. Se ha pasado del buenismo tranquilizador al frentismo más reaccionario en igual medida. ¿Qué corresponde hacer?, ¿cuál es la vía adecuada para una “política de igualdad”?. Respeto y educación, no queda otra…

La población debe percibir que su entorno social se rige de forma “real” por nuestras leyes y sistemas. Que ningún político o cargo electo hace de la diferencia un arma arrojadiza con la finalidad de conseguir rendimientos electorales, que el Estado es laico y obliga y protege por igual. En resumen, establecer de forma preclara un ámbito privado en el que cada ciudadano pueda ejercer su derecho a la diferencia.

De no conseguir la confianza y el compromiso del ciudadano, otras realidades suplantarán el supuesto papel integrador de nuestro ordenamiento legal. No hemos de aceptar la creación de guetos sociales y cualquier político o cargo electo tiene como obligación primera y última la incorporación de todos a la sociedad.

Nuestros representantes, sea cual sea su grado de responsabilidad, deben trabajar en una visión global para todo el mundo, en una infraestructura social que permita constatar a la ciudadanía  que las instituciones funcionan bien, provocando así, que cualquiera, al margen de su propia realidad, vea la utilidad de las leyes en su capacidad integradora.

Debemos respetar el ejercicio libre de la sexualidad al margen de su orientación, apoyar la legitimidad del matrimonio en cualquiera de las modalidades existentes, rechazar las actitudes xenófobas o racistas y cualquier posición sectaria que menoscabe la dignidad de las personas.

Permítanme incidir de nuevo en la idea, una legalidad que obligue y proteja, un ámbito privado en el que cada ciudadano ejerza su derecho a la diferencia. Ese es nuestro objetivo.

POLITICA ES MORAL