Quien es auténtico, asume la
responsabilidad por ser lo que es y se reconoce libre de ser lo que es. Jean Paul Sartre
Me gustan las coincidencias, de
veras que sí, son aquellas pequeñas cosas que por inesperadas nos aportan esa
dulce sensación de la sorpresa regalada. Esta tarde, mi hijo menor jugaba un
partido preparatorio del torneo que habrá de disputar el próximo fin de semana.
Sin duda se preguntarán que provoca que les explique este detalle
paterno-filial y la respuesta es sencilla, el match se jugaba en Manresa…
Precisamente, mientras 24 niños
salían y entraban a una pista siguiendo las indicaciones de sus entrenadores,
los representantes de todas las asambleas territoriales de las CUP, decidían en
la capital del Bages que posición adoptaban de cara a la formación del Gobierno
de Catalunya. Ya de regreso a casa, hemos escuchado en la radio que se mantenía
el no a una presidencia encarnada en Artur Más, pues los cupaires siguen sin entender que un representante de la Cataluña
más conservadora, especuladora y fullera pueda guiar a nadie a un nuevo Estado
Catalán basado en el mantenimiento a ultranza de la sociedad de bienestar.
Bien, que la presión afecta a
estas alturas del folletín nacionalista no escapa a la percepción de nadie. Sin
ir más lejos, he podido observar a dos brazos de distancia a David Fernández,
pueden creerme, no hacía buena cara. A fe mía que a esta fuerza política
asamblearia la cosa se le va de madre, no por incapacidad, sino por las
innegables ganas de enviar a todo quisque
a hacer puñetas. ¿Y saben ustedes?, no tan solo les entendiendo, también de
buen grado les brindo mi aplauso. Curiosa la cosa, en las antípodas de muchos
de sus preceptos y hoy, sin prepararlo, con ellos haría cestos.
Inmersos en un maremágnum de
políticos instalados en las propuestas vacías y en los matrimonios de
conveniencia, es de agradecer y no poco, que una organización entienda que NO
es una respuesta tan válida como cualquier otra y que en la época de las
palabras rotas, mantenerse fiel a unos principios es merecedor de respeto. Las CUP entendieron, también a su manera, el resultado de las elecciones de septiembre
pero para su sorpresa, ahora se les criminaliza por el fracaso de un proceso
cojo y que ya nació medio muerto.
Les entiendo sin rezar su
catecismo, pues voy viendo como aún
enarbolando su aspiración de una Catalunya independiente, pretenden que esta
sea social y justa, alejada del pasado y de los ladrones de siempre. Por cierto,
me gusta el plural con el que se definen, hablan de las CUP pues argumentan que
una posición única es consecuencia de un poliedro de posiciones en cada ciudad
y pueblo. Quizás yo no vea una operativa clara, pero ahí están y parecen
convencidos de ser y seguir siendo. Mas allá o menos, quizás deberíamos pensar en
que dice de todo esto el Señor Junqueres, es lo único de la ecuación
identitaria que nunca se pregunta y que sin duda, necesita respuesta.
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