La imaginación exagera, la razón
subestima, el sentido común modera. Marlene
Dietrich
El rebaño se ha echado al monte y
si hubo alguna vez pastores, estos han sido pasto de los lobos.
Ser español es jodidamente
difícil en nuestro tiempo, pues a esa noble idea cien mil matices la
pervierten. Acostumbrados a la hidalguía
y no al esfuerzo que ennoblece, somos pueblo de ombligos y no de consensos.
Así, como sociedad, ante los problemas, miramos a otro lado. Cuando
extrañamente en algo nos implicamos, necesitamos de un enemigo para sentirnos
refrendados. Cainitas somos señores, nos guste o no el halago…
No me andaré con zarandangas, que
de tonterías aviesas otros ya hacen razón y bandera. Aquí en lugar de
prepararnos para el futuro, independentistas y unionistas nos están dando por
culo. Siento si les ofenden mis expresiones, pero ya va siendo hora de poner
las cosas en su justo punto. Siendo el problema objetivo mantener la sociedad
de bienestar, ¿qué hacemos perdiendo tiempo en fiar soluciones en aras de la
lealtad?. Yo soy español y catalán, procuro pensar en común y hacer del
nosotros la primera persona del singular, pero poco avanza uno cuando los
salvadores de patrias prefieren desfiles y símbolos que ponerse a trabajar.
Es sorprenderte como recibimos
como vías a futuro quimeras que no se sostienen si no las aguantan los duros.
Es ofensivo ver como para defender ideas negamos las de los otros, es
jodidamente triste ver como se repite la tan española tortura del Tántalo. No
somos generosos, como pueblo somos capaces de hacer buenas muertes y mezquinos
en el hacer crecer algo. Así somos y no lo nieguen, que cuando el prosperar se
nos ofrece, gritamos que inventen los otros y seguimos en lo nuestro.
Nos puede más la honra que los
barcos y si han de fletarse nuevas naves, nunca son estas mercantes y si
artilladas Minervas. En fin, cierto es que nadie soy para mantener esperanzas y no les
quepa duda que estoy en una segunda inocencia que me permite no creer en nada,
pero no atesorando fe, hago promesa de que poco o mucho seguiré intentando
hacer y no me quedaré en casa. Se lo debo a mis hijos y ellos si son patria de
obediencia obligada. Espero que los hechos de algunos a todos resulten de
provecho.
En resumen, cueste lo que cueste,
toca seguir denunciando a los que proponen la segregación de Catalunya del
estado sin explicar cómo será el mañana y afeando a los inmovilistas que dicen
representar al Estado, el que tan solo quieran una España mantenida por decreto
y no por convencimiento. Aquí nadie tiene la razón, pues cuando se dice
tenerla, se basan en decir que la culpa es del otro y se quedan tan contentos.
Tiempo ha que nos gobiernan
ladrones, gentes mezquinas y lerdos que han llegado a doctores. Siento mucho el
decirlo, pero es culpa nuestra y no de los descuideros. Vivimos entre problemas
y en lugar de reclamar lo que es justo, nos dejamos guiar por conceptos de
patria que son tan solo suyos.
Somos hidalgos, lo dije antes,
hasta el trabajo de pensar nos resulta cosa abyecta.
Amic meu, saps perfectament com ya comentes la culpa es només de la ciutadania, on més enllà dels seus propis problemes no veuen el problemes futurs, i aquí els tenim, tot molt ben empaquetadet amb llaç i tot.
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