lunes, 23 de enero de 2012

JOVENES Y POLITICA


La educación es el pilar que sostiene a la sociedad.
En el momento actual me pregunto, por activa y pasiva, la razón por la que la mayoría de los jóvenes no reaccionan frente a un sistema que no ofrece opciones de futuro.
Desgraciadamente observo , una vez más, que la responsabilidad empieza por uno mismo…
Los padres de hoy, en la voluntad de dotar a sus hijos de “todo lo necesario para ser felices” han criado una generación incapaz, edonista y falta de carácter. Se olvidaron de algo importante, formarles como ciudadanos responsables.
Es cierto que los poderes (económicos y políticos) han difundido entre la gente la falsa creencia de que “todos” tenemos derecho a prestaciones con independencia de cualquier participación o contribución. Nos han dormido intencionadamente…
Ahora, aquellos que nos “regalaron” una buena vida nos la substraen con la misma facilidad que la otorgaron. Curiosamente, la fuerza de la juventud no se ha despertado, y eso que la tasa de paro entre los jóvenes se sitúa en el 40%.
Disponemos de estructuras válidas que aún sirven como plataformas de lucha, sin embargo, renunciamos a su utilización. ¿Qué sucede?.., simplemente que no somos conscientes de su existencia, y por lo tanto las omitimos por desconocimiento…
Nuestros jóvenes (no todos, naturalmente) se sienten alienados y actúan supuestamente al margen del sistema que les ha fallado. Primer error…
El movimiento del 15 M ha sido un ejemplo. Yo mismo me ilusioné con la demostración de voluntad popular que se trasladó a la calle, pero la falta de planteamientos concretos, visibles, parece haber acabado con la ilusión de un cambio social “real”.
Hacen falta liderazgos para plantear la transformación de nuestra sociedad. El sistema cambiará cuando sus estructuras cambien…, pero esas estructuras son necesarias.
En modo alguno pretendo cuestionar el derecho de cualquier individuo a apartarse voluntariamente de la política. Pero ¿que “derechos” podrán reclamar estas personas?, ¿hemos de ser condescendientes con su apatía o con sus planteamientos “marginales”?.
Hemos tardado mucho a desarrollar el concepto de “estado de derecho” y por tanto, tenemos   el deber de protegerlo…
No existe derecho alguno que nos dispense de respetar las pautas en las que se basa nuestra realidad social. Hemos de prestar ayuda a los débiles e imposibilitados, a los muy jóvenes y a los ancianos, a cualquier grupo social que lo necesite…
En cualquier caso,  sólo si los adultos “responsables” nos sometemos a la disciplina social,  nos dotaremos de los medios para comportarnos “correctamente” frente a esas necesidades.
Estaría equivocado si responsabilizase a los jóvenes de la paternidad de los errores cometidos en esta sociedad. De hecho, muchos de nuestros jóvenes creen, luchan, piensan, estudian, trabajan, conocen el valor de las cosas y respetan sus compromisos…
Pero tengo la sensación que en su mayoría es un colectivo que se ha limitado a reflejar lo que se les ha enseñado, los juicios o actitudes de sus padres y se han instalado más en la utopía que en la disciplina necesaria para un riguroso análisis de la realidad.
Los “derechos” solo pueden reclamarse mediante la  aportación del individuo al mantenimiento de los mismos.
Seamos revolucionarios, hagamos política.
POLITICA ES MORAL

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