viernes, 11 de noviembre de 2016

LA MUERTE DEL PEDERASTA


Ayer me desayuné prendido a las noticias de la radio. Nada más nefasto pude haber hecho, pues las ondas relataron la detención de una red de pederastas que a nivel estatal, compartían archivos informáticos que contenían imágenes de abusos a niños, incluso a bebés.

El portavoz de la policía advertía que lo hallado en los ordenadores incautados a los detenidos era, en términos absolutos, asqueroso. Literalmente, a los encargados del peritaje se les revolvieron las tripas y yo diría que el alma…

Realmente no se que lleva a tal barbarie al ser humano y tal vez el abusador fue abusado en su infancia –es la tesis más extendida- pero ¿saben?, me va una higa en el asunto. Mucho puede uno entender al escuchar penas, pero en el abuso a chiquillos no hay lugar a justificaciones y si a emprender acciones. A mi entender y apoyándome desde siempre en aquella gran persona que se llamó Gabriela Mistral, el futuro de los niños es siempre el hoy, hablar mañana será tarde. En resumen, robar la infancia a un niño es condenarle como adulto.

Llegados a la edad adulta, habiendo disfrutado de una infancia plena, sabremos reponernos a los golpes. Por el contrario, un niño al que le robemos la inocencia no será más que una rémora para los demás y sobre todo, para sí mismo. ¿Los detenidos son víctimas y verdugos a un tiempo?. No tengo respuesta para la cosa, pero si asevero que legiones de psiquiatras, psicólogos y pedagogos siguen sin dar con la piedra filosofal que sane a estos –dígase con reservas- enfermos. Ergo, ¿qué corresponde pensar?, ¿qué corresponde legislar?, ¿cuál es la forma correcta de actuar?...

Recurriendo al buenismo posibilista se trata, como siempre, de abonar con la educación, pero la realidad se impone y sucede que no puede la autoridad competente estar siempre presente. De hecho, el tema de los abusos infantiles no se da tan solo en las clases desfavorecidas e incultas, no lo duden, también se da entre las clases altas supuestamente instaladas en espacios de confort.

Miren, nunca podremos negarnos que lo urgente no da tiempo a lo importante, a excepción de este caso. Frente a esta dolorosa realidad, toca dar la oportuna importancia a las víctimas y ponerse en harina, sin perder ni un instante, en relación a los pederastas. La cosa es, por tremebunda, increíblemente sencilla. Se les persigue, se les atrapa y atados de pies y manos se les sacrifica. Sí, se les sacrifica, pues no hay peor pecado que robar futuros justificándose en el pasado.

Andar poniendo paños calientes de cara a la galería, es de felones cobardes,pues si hay un tesoro que deba ser protegido es el que representan nuestros hijos. Decimo Junio Juvenal, poeta de la antigua Roma, viendo como en su tiempo se depredaba a los niños, proclamaba que  ni una palabra ni una mirada obscena han de manchar la casa en la que haya un niño.

Viene este salvajismo de lejos y toca decir basta. No es suficiente mirar el campo, hay que arrancar las malas hierbas.

POLITICA ES MORAL    

1 comentario:

  1. Estos Cobardes predadores y parásitos de la sociedad, no tendría que tener derecho, los mismos que ellos les dan a quien en esos momentos, lo tienen esclavizado humilladlo y prisionero de sus vejaciones, de un de seo o placer que no llego a comprender. Ni los putos sicólogos tienen derecho a decir que son enfermos...enfermos? Hijos de puta,.....yo estuve internado 7 putos años, que no me vengan, con el derecho del enfermo, y tantas y tantas hipocresía por parte de la justicia yo les dejaría a sus hij@ para que tomaran un poco de conciencia .En fin que los castren y les pongan el pene en la boca como ellos hacen. Hijos de puta.

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