miércoles, 23 de noviembre de 2016

FRANCESCO PENTANGELI Y LOS CORLEONE.


Los que me conocen un poco, saben de mi pasión desaforada por la saga de El Padrino, la trilogía que explica a través de la ficticia Familia Corleone,  la realidad de la mafia italiana en Norteamérica.

Mario Puzo, autor de la novela que dio lugar a tres de los mejores guiones cinematográficos de todos los tiempos, no supo en su momento la trascendencia de su genialidad. Aquello que escribió es, no lo duden, un manual de alta política. Para lo bueno y lo malo, cuando quieran entender los entresijos del poder en las falsas democracias de nuestro tiempo, tiren de biblioteca o siéntense frente al televisor a visionar las películas.

Uno de los aspectos más reseñables de las tramas es la constante presencia de las luchas de intereses e inherentes a ellas, los asesinatos o las invitaciones a la muerte. Sí, no se extrañen, invitar a morir con dignidad con la garantía de que familia y patrimonio serán respetados. De hecho, es una pauta que la tradición mafiosa dice haber heredado de los patricios de la Roma clásica cuando estos dilucidaban sus espacios de influencia, tanto durante la República como en el Imperio evitando el romper el statu quo.

En la segunda parte de El Padrino, aparece Francesco Pentangeli, un empleado de confianza de los Corleone que gestiona “los negocios” de la familia en Nueva York. Se trata de un personaje histriónico que en su hedonismo y presunción, cree estar por encima del control que considera injusto y desproporcionado. Bien, se aviene a traicionar al Padrino Michael Corleone y cuando está a punto de prestar declaración pública contra él, observa que su hermano venido de Sicilia está sentado junto a Michael y por tanto, avergonzado se descarga en insulseces que irritan al Tribunal e invalida así su compromiso previo con la justicia.

¿Qué sucede a partir de ese punto?, pues sin dilación, el consigliere (consejero) Tom Hagen, hermano adoptivo de los Corleone, visita a Pentangeli en el lugar en el que está recluido y le hace una oferta que no podrá rechazar: como en Roma, tu muerte lavará tu honor y garantizará la vida y el futuro de los tuyos. Evidentemente, Francesco Pentangeli aceptó…

En toda familia mafiosa existen elementos capaces de mantener la cabeza fría, sostener la falsa normalidad los negocios del clan y llegado el caso de verlos peligrar, matar a quién los amenace. Ya saben, hablamos de literatura y cine, pero la realidad siempre, siempre, supera a la ficción.

Por cierto, uno de los aspectos más atractivos de la iconografía de El Padrino es el de los entierros. En los mismos, la visceralidad de los más acérrimos enemigos se deja a un lado y no tienen ningún reparo en jurarse amor y eterno respeto.

POLITICA ES MORAL

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