EL NEGOCIO DE LAS CABRAS

Las cifras engañan. Cien mil puede ser igual a cero…

Los gestos de “tranquilidad” por parte de nuestro Gobierno, la actitud de nuestro Presidente, la proclama “todo está resuelto”, durarán tan poco como un caramelo en la puerta de un colegio.

No podemos creer que el rescate de la Unión Europea es gratis. Nunca se ha ofrecido ayuda sin contrapartida, Alemania se cobrará lo suyo. Dejémonos de eufemismos y falacias, tenemos nuevo “señorito” en el cortijo. Las cabras darán más leche…

El dinero del “crédito” (según terminología gubernamental), pasará a engrosar la deuda y los intereses el déficit público. La derivada es clara e inapelable.

El dinero llega al Estado para dar viabilidad al sector bancario. El interés es de aproximadamente de un tres por cierto, los bancos deberán comprar a un ocho por ciento. ¿A qué precio llegarán los créditos a la calle?, ¿beneficiaran realmente el consumo y la inversión?.

La respuesta es no. Nadie podrá, en la situación actual, “arrearle” a unos créditos a tan alto interés. No se conseguirá un revulsivo para activar la economía.

El Gobierno deberá aumentar el IVA para conseguir ingresos de forma rápida. También subirá el IRPF. No servirá de nada…

Los ingresos por IVA dependen del consumo y huelga decir que este ha bajado en picado. ¿Aumentar el IRPF tiene sentido?. Creo que no. El paro aumenta y aquellos que trabajan, cada vez cobran menos. Por lo tanto tampoco crecerán los ingresos de las arcas públicas en este capítulo.

Nuestro Gobierno habla de “indicaciones” por parte de Europa. Permítanme, las indicaciones a base de repetirse se convierten en órdenes.

La mayoría absoluta del partido en el Gobierno es un espejismo. De independencia nos queda muy poca, casi ninguna. Ahora se representará el teatrillo de la resistencia a la Señora Merkel y así salvar la “honra patria”. Después, rendición incondicional y a clamar contra los abusones centro-europeos…

El negocio de las cabras. Sabiduría popular, la única cierta. Ya saben, las borracheras del pastor siempre las paga el rebaño.

POLITICA ES MORAL