jueves, 7 de noviembre de 2013

BIENES DE CASA AJENA


 
Hoy he recibido una gran noticia. Un buen amigo me comunicaba que había encontrado trabajo. En el momento presente, permítanme la analogía, ello equivale a un premio gordo de la lotería…

Ese deseado empleo, esa oportunidad de demostrar lo gran ingeniero que es, le ha pillado un poco lejos. La empresa a la que se incorporará está en Hamburgo, una ciudad que como ustedes bien saben, está en un país denominado Alemania.

El profesional de quien les hablo está sobradamente preparado, técnica y humanamente. Habla idiomas (sí, en plural) y debería haber sido oportunidad para la economía de esta entelequia que llamamos España. Pero no pudo ser, de nada sirvió su esfuerzo para encontrar ocupación. Contratos de medio pelo, retribuciones míseras, podríamos decir que ha vivido años de relación con el desprecio a la excelencia y al valor del conocimiento.
El próximo lunes, cargado de esperanza y con la voluntad de espíritu que le caracteriza, empezará a dotar de valor a la empresa que le ha contratado. Construirá poco a poco un lugar en el que vivir y sentirse reconocido, posiblemente percibirá agradecimiento al esfuerzo de muchos años. Eso sí, será Dankeschön lo que escuche y no gracias como el siempre deseó.

A precio de que me llamen demagogo, no puedo evitar referirme a nuestra clase política. Muchos y de valía más que cuestionable, aún medran y viven entre las miserias de nuestra economía. No han perdido poder adquisitivo, se saben seguros en su futuro al margen de la más que probable quiebra del sistema de pensiones. Viven en un universo paralelo mientras evitan el problema de ponerse a trabajar para solucionar que nuestros bienes más valiosos acaben en casa ajena…

El estado Español tiene demasiado de rentista y muy poco de productivo. Colocarse en “algo seguro” ha sido el objetivo profesional incluso de las mentes más brillantes. Así, la política se convirtió en un objetivo en sí misma, no en una herramienta para actuar sobre la realidad y de resultar menester, cambiarla.
Hemos guardado la paja y despreciado el grano, así nos luce el pelo. Felicidades a mi amigo y su familia que le ha dado apoyo a las duras y las maduras. Ojalá que profesión y vida sean gratas en el país tedesco y que la tristeza que ahora dice sentir, sea consuelo y consejo para otros muchos que de patria dicen quedar huérfanos.

Cuando uno lucha y no cesa en el intento, no traiciona a su origen, empieza a darse cuenta de que esa patria que decimos nos ha hecho como somos, a esa patria, la llevamos dentro.
Me permito reflejar sus propias palabras de esta mañana: “Suena triste, pero es que cuando se nos cierran las puertas, hay que ir abriendo ventanas”. Que las tuyas permitan el paso del sol, aquí seguiremos intentando coser a la luz de las velas.

POLITICA ES MORAL

1 comentario:

  1. Gràcies Josep Andreu.

    Totalmente de acuerdo con el texto. La juventud que decidimos emigrar somos una consecuencia directa del desdén de la clase política.
    Me considero un activo deficitario para España, porque habiendo estudiado en una universidad pública no he tenido oportunidades para revertir todo ese conocimiento en el mismo. Aún así, no creo que sea egoísta tratar de buscar esas oportunidades en otro país diferente, porque en el mío me las han negado.

    Mucho ánimo, y de esta sólo se sale trabajando duro y desconfiando de una clase política centrada en destruir su propio país.

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