Este pasado domingo, se celebró el Consejo Nacional del PSC. Su Primer Secretario, Pere Navarro, embistió
sobre la disidencia y por primera vez, llevó el discurso del socialismo catalán
a la cruda realidad. No hará nada que apoye las tesis soberanistas y se alinea
con la legalidad que marca la Constitución. Perfecto, sin ironías, saber el
lugar que ocupa cada uno en el momento que vive Cataluña es de agradecer.
Las portadas de la prensa del lunes hacían análisis sesudo
y cansino de la “nueva posición
socialista”, pero lo que más llamó la atención de quien suscribe estas
líneas, nada tenía que ver con terceras vías federalistas o consultas. La chicha
estaba en la crónica que haciendo referencia a las próximas elecciones al
Parlamento Europeo, explicaba los codazos que los altos cargos del PSOE
prodigan para entrar en el exiguo vagón de los cargos cómodos y bien
retribuidos.
Las expectativas socialistas se sitúan en los 18 diputados
y los postulantes superan con creces dicha cifra. Una vez más, el fenómeno de
la política profesional hace que la corte de la dictadura democrática, muestre
aspectos de las riñas de gatos de casa pobre. Ya se acabó el pienso para todos
y se regresa a la ley del más fuerte.
Es difícil renunciar al confort de una ocupación blindada
y de rentabilidad garantizada. Casi imposible si sobre un supuesto trabajo de
servicio a la ciudadanía, construimos el propio status y nos resulta increíble
imaginarnos huérfanos de prebendas y notoriedad…
Gobernar es tomar decisiones al margen de la posibilidad
de perder el poder. Verdad de Perogrullo, no por cierta es menos falaz. Nadie
regresa a la brega de la vida real cuando ha vivido durante mucho tiempo en el
mundo de los sueños. Es tan hermoso lo experimentado que se siente la pulsión
del miedo y somos capaces de vender el alma al margen del precio que Belcebú
nos marque.
En esta clase política que ha renunciado a su propia
naturaleza y objetivo, los supuestos representantes de la voluntad popular han
traicionado sus más íntimos principios por mantener su ritmo de vida. También
en el PSOE, un partido progresista…
POLITICA ES
MORAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario