miércoles, 30 de mayo de 2012

CINCINATO Y LA PIEL DE TORO



Hordas bárbaras nos atacan. El enemigo está a las puertas y no contamos con ningún espíritu valeroso que salve al Estado…

En la oscuridad que nos acecha, en el miedo a la traición que agazapada convive con nosotros, pienso en soluciones a futuro. ¿Ya no quedan opciones dentro del sistema “democrático”?, ¿nadie es capaz de alzar la voz y decir la verdad?, ¿nadie actuará al margen del propio interés?...

Recurro a mi formación, a mis recuerdos y un nombre toma forma. Lucio Quincio Cincinato (519 a.C – 439 a.C).

Este patricio romano fue, en dos momentos críticos de la República Romana, “salvador” de la misma.  Ante los desmanes del propio Senado Romano y de las imposiciones de clase de aquella a la que el mismo pertenecía, Cincinato asumió el gobierno y tras reconducir a Roma a la estabilidad, abandonó la púrpura del poder.

La sociedad que habita esta piel de toro padece una infección generalizada, los traidores al pueblo medran y son premiados. Mientras, la plebe, sometida a una dictadura “democrática” fenece en el esfuerzo de sobrevivir. El sistema que se defendió con sufrimiento ha pasado a ser usufructuado por unos pocos en menoscabo de una mayoría.

Muchos falsos adalides del “cambio” han ofrecido sus servicios. La realidad es que tan solo se trataba de mercenarios en busca de botín. Nuestros políticos están vendidos al enemigo al que sirven. Nunca pensé llegar a escribir que necesitamos un tirano, un héroe, a Cincinato…

No se asusten, la carga semántica de las palabras se vulnera con el tiempo. Tirano en la  actualidad define a aquel que gestiona el poder político de forma cruel y abusiva. En la Grecia clásica, definía (originalmente) a la figura del “restaurador” de la sociedad, del hombre que mediante la honradez y la integridad podía devolver al pueblo lo que le pertenecía.

No busquen más en mis palabras…, no quieran dejarse llevar por ideas equivocadas. No hablo de fascismo, no clamo por un régimen totalitario. Simplemente se, fehacientemente, que el sistema está corrompido, que las ratas gobiernan el barco, que todo debe regenerarse…

Si les asustan mis palabras, por favor, piensen un poco. Cincinato era un solo hombre. ¿Qué no podrían hacer millones de ciudadanos “armados” con la idea que el representa?.

Lo he escrito muchas veces. Cuando no hacemos lo que toca, viene otro y lo hace por nosotros.

De la dictadura demócrata, o nos salva un tirano o la fuerza de los ciudadanos. Ustedes eligen…

POLITICA ES MORAL

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