jueves, 3 de mayo de 2012

EL BCE Y LA DEFENSA DEL SISTEMA



El BCE (Banco Central Europeo) ha tomado Barcelona. Sus huestes, más de 8.000 agentes de diferentes cuerpos de policía, garantizan la “seguridad” de los “lideres” que han de salvar nuestro mundo.

Se nos ha comunicado que se trata de poner freno a los activistas anti-sistema. ¿Anti-sistema?...

El sistema es lo que todos defendemos, el sistema es aquello por lo que protestamos, el sistema es el que está siendo atacado por aquellos a quien se dice proteger.

Inocentemente, pensé que esta reunión de banqueros era la oportunidad de trincarlos a todos de un plumazo. No se puede ser tan ingenuo, no se puede esperar que los oligarcas paguen…

Barcelona vive en pleno Siglo XXI, un evento propio de la Edad Media.

Al margen del pueblo llano, monarca y nobles se reúnen para marcar las necesidades propias de sus privilegios. Pero claro está, reclamando al vulgo que sobre sus espaldas soporte el coste de sus aventuras de conquista, sus tesoros y su indudable “derecho” a seguir perpetuando sus estirpes por mandato divino…

Los gestores partícipes del BCE han sido y son culpables de la situación de la que supuestamente nos quieren salvar. Estas nuevas “Cortes Reales” acabarán llamando al pueblo a “cumplir con su deber”. Perfecto, así lo haremos. Casus Belli, ultima ratio (motivo de guerra, último recurso). Lo que no parecen observar, es que el enemigo son ellos mismos.

¿Qué espera esta gente?, ¿piensan que el pueblo duerme?. En la naturaleza del hombre prima el egoísmo, pero incluso en él se pueden establecer matices. No es lo mismo defender privilegios que necesidades. Cuando los retortijones de la necesidad no desaparecen, la desesperación nos afila los dientes.

A los príncipes de los ladrones, hastiados y orondos, les protegen 8.000 policías que deberían ser conscientes de su pertenencia al pueblo llano. Por otra parte, ayer en la calle La Granada del Penedés de la Ciudad Condal, tres muchachos “robaban” comida de los baldes de basura de un restaurante…, nada más que añadir.

POLITICA ES MORAL

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