"Desde hace un tiempo a esta parte, yo no
digo nunca lo que creo, ni creo nunca lo que digo, y si se me escapa alguna
verdad de vez en cuando, la escondo entre tantas mentiras, que es difícil
reconocerla”. Nicolás Maquiavelo
Ayer, el Presidente
de todos los españoles habló por unos pocos.
Escenificó su
honra rodeado de sus fieles. Pareció estar acobardado por los propios símbolos
de su poder y temeroso de la ciudadanía que le dio la confianza para gobernar.
A pesar de la trascendencia de los temas tratados en la rueda de prensa,
“nuestro” Presidente se proclamó Presidente del Partido Popular, no de la masa
“informe” útil tan solo al llegar las elecciones e intentar ganarlas…
No pude entender
la falta de institucionalidad en la intervención de Mariano Rajoy. Un atril
sobre el que descansan los esfuerzos que han de afrontar todos los ciudadanos,
no puede estigmatizarse con unas siglas o símbolos que no se identifiquen con
la naturaleza plural de toda la población.
Aristóteles
establece un modelo dicotómico para de explicar las formas de gobierno. Existen
gobiernos que procuran el interés común y otros el propio interés (y el de
aquellos que le son fieles). Al reflexionar sobre la segunda tipología, hace
hincapié en el peligro de que los gobernantes degeneren en tiranos u oligarcas,
convirtiéndose objetivamente en enemigos
del bien común de los ciudadanos. ¿Les resulta familiar el planteamiento?. Sin
duda que sí…
Observando el
comportamiento del Partido Popular, es fácil pensar aristotélicamente. El poder
se ha tomado “violentamente” mediante engaño y se gobierna sin respetar las
leyes.
POLITICA ES MORAL
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