La verdad son los hechos, no su explicación. Anónimo
Durante la jornada de hoy, el fallecimiento de Hugo Chávez,
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, ha puesto de manifiesto la
disparidad de criterio en nuestro país para valorar su papel de liderazgo y la
trascendencia de sus iniciativas de gobierno.
Liberador o dictador, acertivo o demagogo, socialista o
populista. Si algo puede definir su figura es la dicotomía constante. En
cualquier caso esa percepción siempre era ajena al propio Chávez. El nunca dudó
de la justicia y eficacia de las decisiones que tomaba y también ha de
reconocerse que siempre habló alto y claro dentro y fuera de su país.
Muchos comentaristas de cabecera se han llenado la boca de la
palabra dictadura en relación al fallecido Presidente. Gran parte de ellos han
puesto la esperanza de Venezuela en la oposición supuestamente democrática. Es
aquí cuando los bienintencionados europeos empezamos a verbalizar falacias por
falta de conocimiento. De hecho poco o nada tienen que ver los países centro y
sudamericanos con los modelos de organización social occidentales.
Romper los esquemas de poder económico y hacer reparto justo
de la riqueza del subsuelo venezolano no podía haberse logrado de no haber
despojado a la oligarquía tradicional de sus prebendas. Un país que registraba
un enorme nivel de intervenciones quirúrgicas con finalidad estética y que a su
vez tenia millones de analfabetos, sin duda, necesitaba una personalidad fuerte
y decidida a poner fin a la injusta deriva social.
Nos parecía un personaje histriónico, pero en realidad marcó
un antes y un después en Venezuela. No se puede negar que por primera vez en la
historia del país las clases bajas, los marginales, accedieron a la sanidad y a
la educación. Quizás para nuestra cómoda visión europea (incluso en crisis)
pueda parecer algo normal, en el Caribe y en los países del sur es algo
revolucionario…
No les negaré que no comparto las cuestiones de forma en los
gobiernos chavistas, pero sí creo poder afirmar que el criticado Comandante ha
marcado para otros países de la zona, vías de desarrollo alternativas a las auspiciadas
por el gran hermano del norte.
Sinceramente prefiero imaginar el futuro de Sudamérica en
manos de gobernantes “bolivarianos”
que no en relación a gobiernos títeres de los EEUU y sus intereses. No
olvidemos que los modelos socio-económicos ultra-liberales parieron las
dictaduras chilenas y argentinas, las guerras civiles interminables y el
incesante expolio que ha generado durante generaciones injusticia social.
Hugo Chávez sacudió los cimientos de Venezuela y al hacerlo
empezó el cambio en América. En mi opinión el Comandante ha dado a su época más
luces que sombras.
Contaba Eduardo Galeano (periodista uruguayo) que le preguntó
a un humilde venezolano: “¿Y usted por
qué vota a Chávez?”. “Porque no quiero volverme invisible nunca más”…
El mérito del Comandante ha sido sacar a la luz la verdadera
América del Sur. No lo duden.
POLITICA
ES MORAL
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