sábado, 1 de octubre de 2011

ADICCION AL PODER


A cualquier adicción hay que aprender a ponerle límites....
El político "crece" dentro de la gestión pública y tiende a reconocer su estatus como "natural". Aparece el convencimiento de ser respetado y apoyado por una gran masa social..., al mismo tiempo esa falsa seguridad le aleja de la realidad y su mundo se torna endogamico...
La pérdida del pulso social genera una baja tolerancia a la fustración y el político se "hunde" ante la primera adversidad que pase por delante de su carrera política.
Gobernar es ser capaz de tomar decisiones a riesgo de no ser reelegidos, aprender a ser rechazados. No es el fín del mundo.
La política no es una profesión..., los profesionales deberían hacer política. 

POLITICA ES MORAL

1 comentario:

  1. El ejemplo más claro y reciente de este prototipo de político es el de "la fracasada Merkel", como la definió uno de los políticos con más visión de futuro de la edad contemporánea, por desgracia es español, y es ZP. Antes de ser elegida canciller, nuestro nostradamus particular ya pronosticó su fracaso de manera pública.
    Merke a pesar de ir perdiendo apoyos dentro del electorado alemán, ha ido sacando adelante políticas que han dado estabilidad a la unión europea. Puede que no sea reelegida, pero sí que sabe lo que tiene que hacer, por el bien de su país y de Europa.
    En el momento que un dirigente toma sus decisiones en función de las encuestas, deja a un lado el trabajar por el interés general y pasa a preocuparse de su propio interés y de que no le quiten el sitio.

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