No podemos resolver problemas pensando de la
misma manera que cuando los creamos. Albert
Einstein
Tempus fugit, ya estamos en puertas de las
Elecciones Autonómicas en Catalunya. El 27 de septiembre este trozo peninsular
deberá establecer criterios para un futuro que afectarán al Principado y a todo
el Estado.
Los días han transcurrido raudos y veloces, los
ciudadanos hemos corrido cual liebre acosada por legión de galgos y tan rápida
ha sido la cabalgada que ya no se a que madriguera acogerme para pensar
calmado. De hecho, tan solo parece constatarse que ha sido voluntad de todos
derribar los puentes que de mantenerse intactos, con mayor o menor premura nos
hubiesen salvado.
Son ya muchos años ejerciendo de maestro de
obra, mucho tiempo intentando exponer datos y razones que a todos los que me
honraban con su atención, les abriesen otras perspectivas, les activasen el
seso y les aplacase en corazón. Pues si bien es cierto que los problemas,
agravios y carencias son los que son, no es menos verdad que enrocarse en el
problema en nada ayuda a encontrar una verdadera solución. Verdad de Perogrullo
dirán ustedes, más no por repetida parece haberse hecho merecedora de la
comprensión de nadie…
He paseado por las dos orillas durante los
últimos tiempos, como decía he disfrutado de conversaciones valiosas, pero
sobretodo he escuchado las más grandes falacias por falta de conocimiento. Allá
donde florecía un pasto fresco, venia un Atila y lo pisaba. Así un día y otro,
así semanas y meses, finalmente sin plumas y cacareando, los pocos que abogábamos
por el dialogo nos volvíamos a casa como una meretriz en Jueves Santo.
Aquí ha llegado el momento de contraponer el
dogma al frio pragmatismo de las cifras y al tiempo que nos estallará en las
manos, pues nadie nos explica de forma estricta que supone dar o no según que
pasos. Los tribunos catalanes se llenan la boca de un futuro en una hermosa
arcadia que ningún filósofo pudo describir. Por otra parte, los hijos de los que
sometieron a los Comuneros, hacen sonar las trompetas que derriben las murallas
de la indigna Jericó catalana. En fin, una vez más, los hunos y los hotros como
de forma preclara describió Miguel de Unamuno…
Lo siento, pero aquí, de querer salvar las
cosas, de querer trabajar por un buen futuro para nuestros hijos, tan solo nos
queda un camino y nadie por agravios mal entendidos debería dejar de
recorrerlo. El único camino válido es el diálogo, basado si se quiere en lo que
nos hace y ha hecho daño, pero poniendo como prior idea que es la ciudadanía la
que merece respuestas al margen del concepto de nación, sea esta rojigualda o
cuatribarrada.
Estoy harto de escuchar a políticos, que en
nada respiran las verdaderas angustias de los hogares, cacarear soluciones
mágicas y que tan solo se tragan con mucho alcohol. No sé, de veras que no sé
muy bien cómo explicarlo, pero en todo debate, artículo de opinión o en la propia
propaganda electoral, pareciera que en esta confrontación, mejor nos irá a cada
uno cuanto más jodamos al otro.
Aquí, servidor de ustedes, seguiré con el mantra
de los puentes, pues no lo planteo de baladí forma, creo que ahora más que
nunca, el único instrumento es el diálogo, la verdadera incorporación de la
ciudadanía a las instituciones democráticas y una real política que hable de
trabajo y compromiso hacia las personas.
Mientras tanto, esta semana me dedicaré a
visualizar el manifiesto del porno-celebrity Nacho Vidal, en el mismo, apela al
sexo como método para solucionar los problemas del mundo. Podrá parecer
extraño, es cierto, pero siempre he pensado que aquellos que no follan joden…
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