Cuando los ricos se hacen
la guerra, son los pobres los que mueren. Jean Paul Sartre
La pasada semana, leyendo
la información sobre la rotunda
negativa de Mariano Rajoy a cualquier posibilidad de negociar una consulta
soberanista ilegal en Cataluña (y que fue escenificada en la
Convención del Partido Popular celebrada en Barcelona) llegué a otra noticia
que resultó ser subsidiaria de la que recogía la intervención del Presidente
del Estado…
Les diré que por aquellas
cosas que tiene una mente retorcida como la mía, vino a mi memoria el artículo
44 de la Convención de Ginebra en relación al trato de los prisioneros de
guerra. Dicho artículo versa como sigue: “Los oficiales y los
prisioneros de estatuto equivalente serán tratados con las consideraciones
debidas a su graduación y a su edad”. En
resumen, tendrán un trato de privilegio de acuerdo a su estatus.
Y aquí llegamos a la
realidad bien explicada y sin vendas en los ojos, observar debemos. Mientras la
tropa es prescindible, a los Estados Mayores ni por asomo se les toca. Pacto
entre caballeros que al fin de esta historia, “pertenecemos a la
misma clase y nos educamos en los mismos colegios”.
En las dos riveras del rio
unos gritaban “Santiago
cierra España” y otros “Visca Catalunya Lliure”. Al cabo,
enardecer a la tropa es obligación del mando, otra cosa es pretender que la
oficialía baje del caballo y luche a tu lado. Teatro, mucho teatro, un mal
libreto el representado, pues al día siguiente tranquilos y acicalados, los
supuestos contendientes, compartieron pitanza lado a lado.
Casi 260 empresarios y
políticos significados en las dos posiciones de la cuestión “Cataluña–España”
se reunieron para comer bajo el que se ha denominado “espíritu de la
Fonteta” (pueblo de Girona) para buscar vías de diálogo y cooperación.
Difícil entender lo pretendido, pues tan solo una jornada antes, pareciera que
el odio cualquier comida hubiese malbaratado.
Disculpen lo tedioso de lo
que ahora les expondré. Se trata de un cansino listado cuyos nombres les dirán
de que iba la bacanal. Asistieron las siguientes gentes de calidad: Artur Mas
(President de la Generalitat), Ana
Pastor y José Manuel Soria (Ministros del Gobierno), Joan Rosell (Presidente de
la CEOE), Esperanza Aguirre (Presidenta el PP de Madrid), Javier Godó (Editor
de La Vanguardia), Pere Navarro (líder del PSC), Alicia Sánchez-Camacho
(Presidenta del PPC), Josep Maria Pelegrí, Ferran Mascarell y Felip Puig
(Consellers de la Generalitat), María de los Llanos de Luna (Delegada del
Gobierno en Cataluña), Xavier Trias (Alcalde de Barcelona), Enric Millo
(portavoz del PPC), Jordi Pujol (ex presidente de la Generalitat) y su esposa,
Marta Ferrusola, Elena Salgado, Rodrigo Rato y Narcís Serra (ex vicepresidentes
del Gobierno), Marcelino Oreja y Cristina Garmendia (ex ministros), Joaquim Molins (de CIU), Jordi
Vilajoana (secretario general de Presidencia de la Generalitat), Joaquim Gay de
Montellà (Foment del Treball y Patronal Catalana), Joan Gaspart (Turismo de
Barcelona), Sixte Cambra (Presidente del Puerto de Barcelona), Joan Maria Nin
(Director General de la Caixa), Arturo Fernández (Patronal Madrileña), Jaume
Guardiola (Banc de Sabadell), Joaquim Coello (Applus), Ángel Simón (Agbar) y
Marc Puig (Grupo Puig).
El encuentro de tanta
oficialidad viene a recordar aquel refrán tan antiguo que así se entesta en
versar: “reunión
de pastores oveja muerta”. Pues si de concordia y diálogo pretende tratar esta
reunión que celebran cada año, es un puro recordarse que entre ellos no han de
hacerse daño. Por cierto, el menú consistió en un civet de jabalí: el civet es una receta para carnes de caza
que se caracteriza por el marinado previo con vino negro, cebolla y sangre del
animal.
Pobre jabalí de las
Gabarras que libre correteaba por el bosque, final intuido el tuyo. Muerto casi
sin enterarte, troceado y macerado, cocinado con esmero y regado con buen vino,
entre todos te comieron…
POLITICA ES MORAL
Efectivamente, pienso en el conflicto entre los objetivos y los medios para conseguirlos.
ResponderEliminarLos ciudadanos somos libres de elegir entre todas las alternativas y por tanto a los cargos políticos que nos representen.
Pero, al fin y al cabo, se trata de "un mero control relativo", pues "nuestros políticos previamente escogidos" toman las decisiones, consensuadas entre ellos, para conseguir fines y objetivos personales, protegiéndose "entre camaradas, camaradas de distintos colores"; y por tanto, sin atender a cómo afecten dichas decisiones a quienes les otorgaron el poder.
Los mismos perros con distintos collares....
Útil lo expresado a 24 horas de que un indigno se vista con la bandera para escapar de la quema.
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