Quien
mira lo pasado, lo porvenir advierte.Lope
de Vega
Dante
parece estar personándose en Ucrania, pues las crónicas periodísticas describen
lo que parece la entrada al infierno. No pretendiendo caer en el dramatismo
histórico, al observar la realidad del presente, mi memoria me traslada al
pasado.
Ucrania
es un territorio cuya historia ha estado condicionada por su sometimiento a la
brutalidad de lo que fue el imperio ruso y más tarde al del comunismo
soviético. En 1917, la Revolución de Octubre, hizo pensar a los ucraineses que
habian escapado al yugo zarista y que podian retomar su realidad como nación,
pero lo que realmente sucedió es que empezó la peor de sus pesadillas.
El
régimen comunista soviético afirmo que Ucrania era territorio ruso (su
fertilidad le hacia enormemente valiosa) y ello desembocó en un conflicto de
casi cinco años que desangró al país. Los ucraineses debieron enfrentarse
simultaneamente a los soviets, al ejército blanco zarista y a Alemania y Polonia,
naciones estas que pretendian arrebatar dominios en sus comunes fronteras. Se
trató de una debacle humana por bajas en combate y por la hambruna provocada
por la incautación del grano cultivado en el territorio. Lenin ordenó que la
producción agrícola debia abastecer a las ciudades rusas...
En
cualquier caso, lo convulso de la propia naturaleza del Estado Sovíetico del
momento, provocó que Lenin “abriera la mano” y para evitar una deriva hasta el
colapso total en Ucrania, otorgase una cierta autonomia a la región. Solución
de contingencia, fue revocada por Stalin en 1924 y se procedió a una política
de represión ejemplizante que comenzó con el fusilamiento de la intelectualidad
con capacidad de liderazgo social, siguió con la expropiación de las
propiedades agrícolas y tras observar la resistencia armada que presentó la
ciudadania, acabó con una orden de Stalin de requisar toda la producción
agrícola y ganadera de Ucrania.
Empezó
así el Holomodor, el Holocausto Ucraniano. La hambruna fue de tal magnitud que
las cifras que llegan a nuestro conocimiento, a pesar del oscurantismo ruso, se
situan, según las fuentes, entre los siete y los diez millones de muertos. En
su punto álgido (1932-1933) llegaron a morir de hambre 25.000 personas al día. Huelga
decir que el odio a Rusia se instaló en el imaginario colectivo del pueblo
ucraniano.
Estos
días hemos escuchado una acusación de filo-nazis en relación a muchos
activistas que toman las calles de Kiev y otras ciudades de Ucrania. No entraré
a valorar la realidad de las mismas pues caeria en consideraciones falaces por
falta de conocimiento, pero si es cierto que en 1941, para los ucraineses, la
Alemania de Hitler era una nación que les liberaba del yugo Stalinista.
Episodio
histórico-bélico no demasiado conocido ni divulgado, el "Grupo Especial Ruiseñor" (denominado
así por el coro que habian formado sus integrantes), fue un batallón de
voluntarios ucranianos que perseguian la independencia de su pais. En la
invasión de Rusia por parte de la Werhrmacht tuvieron grandes éxitos al
infiltrarse tras las lineas del ejército rojo gracias al conocimiento del
terreno y el idioma. Los éxitos militares y el apoyo de una población que creia
estar siendo liberada, llevó a los ruiseñores a proclamar vía radio un “estado ucraniano occidental libre”.
Evidentemente los nazis no tenian en su agenda ninguna intención de permitir
tal cosa. Así, los combatientes “cantantes”
se desencantaron de la lucha junto a Alemania y por ello fueron declarados de
“dudosa fidelidad” y disueltos como unidad.
No se que
queda del pasado en el hoy, pero de lo que no hay duda es que en las
cancillerias europeas y en el Kremlin, no se están tratando los problemas de los
ciudadanos ucranianos. La verdadera razón que moverá voluntades, será como en
el pasado, quien de los contendientes se queda con los frutos de la fertil Ucrania.
POLITICA ES MORAL