Se
aferran a su parecer, no por verdadero sino por suyo. San Agustín de Hipona.
Todo cae por su propio peso, pues realmente la verdad y el
tiempo son ejércitos imbatibles. No es momento de mirar a otro lado ya que la
parte ya es el todo y rincones oscuros no nos quedan.
Harto estoy de encajar con voluntad conciliadora los envites de
los que se significan como “verdaderos progresistas”. Cansado ya de ver como se
parapetan tras sus carnets desgastados y descoloridos, hoy levanto voz y ánimo.
La mentira os gana y como verdad se os ha enquistado. Hoy me rindo y hablo, hoy
fenezco en el rincón de la esperanza de algunos y renazco en la propia. Hoy la
verdad mandó parar…
En un entorno económico nefasto, en una realidad en la que
trabajadores se quitan la vida por sus problemas económicos, en la que las
familias sufren para incluso alimentar a sus hijos, en la que las PYMES cierran
por imposición financiera, en la que nuestros activos intelectuales deben
abandonar el país para tener un futuro, en la que sanidad y educación se
degradan, en este escenario, los socialdemócratas, “principio y fin del
progresismo”, miran a otro lado convencidos que cerrando los ojos a sus
conciudadanos acabarán con todos los problemas. Bueno, con todos “sus” problemas.
En mi ciudad, mi querida ciudad, nos gobierna una opción socialdemócrata,
una opción “progresista”. Y como en otras tantas poblaciones ya no gobiernan,
sobreviven. Luchan con uñas y dientes por mantener el granero de votos de los
que depende su sustento y estatus, su futuro.
El gobierno municipal se gasta dinero en celebraciones
grandilocuentes para fomentar y reforzar la idea de que hacen mucho por todos
nosotros y por el bien común. Falsos tribunos de la plebe, hace tiempo se
pervirtieron sus papeles y ahora sirven a la imagen que de ellos mismos han
configurado: patricios que viven del pueblo pero de espaldas al mismo.
Para otorgar los premios que tienen el nombre de nuestra ciudad,
se organizó un evento en el que se invirtieron unos buenos dineros y se apeló a
que todos los asistentes aportasen alimentos para “aquellos que lo están
pasando mal”. Algo más de cuatrocientos kilos fueron la cosecha de un acto, que
de no haberse celebrado, hubiese permitido al Ayuntamiento comprar y distribuir
toneladas de comida.
Ahora, sin lugar a dudas, ya formo parte de la estadística de
los demagogos que hablan y no entienden nada. A su disposición…
El único espacio común de la ciudadanía en la llamada Democracia
es el sufragio en las elecciones. Bien, ya saben lo que se puede hacer, no regalen
su voto.
POLITICA
ES MORAL
Tan veraces certeras y precisas son estas palabras que no se puede añadir nada mas.
ResponderEliminarUna autentica pena, que un pais como el nuestro decaiga como lo esta haciendo, y que los que pueden hacer algo no lo hagan.