La
ignorancia de las masas es la principal fuerza de los gobernantes. Charles Malato
Si echamos la vista atrás, hacia el antiguo régimen, e incluso hacia nuestro pasado reciente, entenderemos que la base del poder de los mal
llamados “mejores” obedecía realmente
a la incultura y desconocimiento de las mayorías sociales.
Diferentes movimientos que empiezan con la Revolución Francesa y
que acaban con el final de la Guerra Fría, fueron configurando una conciencia
social que progresivamente incorporó al ciudadano a la esfera de la gestión de
las instituciones. Supuestamente, la aparición del sufragio como vía de expresión de la “voluntad popular” nos
dotaba de una representación encarnada en unos individuos de nuestra confianza.
Ecuación simple y de fácil comprensión, nos mostró más tarde y de forma sutil que
ya no éramos soberanos. El resultado, lejos de abundar en beneficio de la
mayoría, nos sometió a una nueva oligarquía que se denominó “clase política”…
Una vez más la sociedad debe tomar consciencia, tan solo los
individuos conscientes pueden transformar la realidad. La información y la
exigencia de esta para disponer de total conocimiento, nos aportará unas
instituciones realmente transparentes al ciudadano. La petición es inapelable y
por tanto, tan solo es aceptable un tipo de política: aquella que aplica los
criterios de accesibilidad en su acción y gestión.
Cualquier habitante de pueblo o ciudad tiene el derecho y la obligación de conocer el
objeto de gasto de sus tributos. Acceder a los criterios de la concesión de
obras públicas, licencias, servicios y cualquiera otra partida de gasto o
inversión que las instituciones propongan y gestionen. En una sociedad en red,
ha de resultar sencillo establecer vías de comunicación en dos direcciones.
Realmente la base legal para que sea posible ya existe, se trata de quitarles a
los corruptos y malos gestores las llaves de acceso a las casas comunes.
Una vez más las masas han de convertir la indiferencia en
interés, la lejanía en acercamiento, la
apatía en pro-actividad. En resumen tomar el mando en la figura legal más valiosa,
la de ciudadano. No nos engañemos, la
realidad nos lo demuestra de forma amarga, los que traicionan la voluntad
popular saben que es más difícil hacer cambiar a un ignorante que aprovechar su
ignorancia para convertirle en un peón
que trabaje por sus intereses. Observen la actualidad, nada que añadir…
POLITICA
ES MORAL
Cierto es que el ciudadano está desencantado en política y gobierno. Y tanto o más cierto, que la mayoría nunca buscaron más interés en política que el de los chistes fáciles que hacen otros sobre los gobernantes.
ResponderEliminarPero yo me pregunto, en el supuesto de que hoy en día un ciudadano de a pie decida quere conocer las bases de un buen político y gobernante, a modo de modelo con quien comparar ¿dónde encontrar ese modelo base?. No es cierto que el lider lo es por reconocimiento de los otros? seguidores o no, crean en él, le teman o simplemente ni les importe su liderazgo. Entonces quienes se suponen le dieron el liderazgo? Los que creían en ellos, los temeroso, o más bien los que no les importa quién es lider de qué. Sea quién sea, lo cierto es que como ciudadanos no hemos ejercido derechos ni deberes mientras el maquillaje mostraba todas las vacas gordas. Ahora, maquillaje fuera, quién no tiene arrugas o un porito de fondo. Las vacas flacas lo son para todos, sólo que unos se quedaron cpn más vacas que otros!!!
Ciertamente, el ciudadano también es responsable. Una vez más se demuestra que la más "efectiva" ideología es la necesidad...
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