viernes, 8 de febrero de 2013

ESPAÑA Y LA TERAPIA DE SHOCK



En repetidas ocasiones he reflexionado sobre las políticas de austeridad extrema aplicadas por la troika (UE, BCE y FMI) en Grecia. En un principio, las fuimos observando como algo lejano y casi irreal. Una situación como la griega nunca llegaría a vivirse en España. Ilusos…

Tras el espejismo de una década de supuesta prosperidad general, llegó la crisis y la toma de contacto con la realidad del desempleo, la indignidad de la clase política y la severidad de que la corrupción nos ha dinamitado la esperanza. La bancarrota del Estado ha provocado que al igual que en Grecia, nuestra soberanía ya no exista. Tenemos amo y no habla nuestro idioma, lo insultante es que los intérpretes que sirven al nuevo señor son los mismos que han destrozado el país.

Al analizar lo que está sucediendo, se constata que la cohesión social se está destruyendo y que la economía, llevada al límite, está inmovilizando a la ciudadanía y facilitando la adopción de medidas de control y gobierno propias de sistemas totalitarios. Se nos está sometiendo a una terapia de shock, participamos como sociedad en un experimento que sin duda, pretende demostrar a los poderes fácticos lo ilimitado  de su poder…

Es seguro que  estamos llegando al extremo y que en algún momento se provocará un incendio social que ya recoge leña en aspectos tan evidentes como la derivada independentista de Catalunya y la continuada contestación ciudadana.
Es asombroso como en una situación extrema, una minoría social hace crecer su riqueza y la mayoría se empobrece. La franja social de mayor edad está atrapada en la política del miedo y los jóvenes, en su mayoría, parecen no haber percibido aún la falta de futuro. No hemos llegado al límite pero el equilibrio social está pronto a quebrarse.

La pregunta es quien está en condiciones de incidir de forma real para cambiar esta dantesca derivada. Nuestros cargos electos y por extensión, los partidos de los que proveen, ya no tienen crédito. Nos han vendido la necesidad de ajustes sin fin y mientras, “explotaban” en su beneficio las arcas de cualquier estamento de gobierno. Ahora, agotada la heredad, se han colocado como guardianes de un campo de concentración que han ayudado a construir…

En cualquier caso, en España el Gobierno está tocado de muerte y todo parece indicar que Europa podría “colarnos” un Mario Monti ibérico. Los “hijos de la patria” ya no podrán seguir ahogando al ciudadano. Como indicaba al principio de mi comentario, tenemos nuevo amo y se llama Alemania.

De todos modos nos debemos convencer de que si el Estado español quiebra, el efecto dominó sería devastador. Los supuestos países pobres, los meridionales puestos hoy en entredicho, pueden y deben imponerse ser la amenaza de Armagedón de la economía común de Europa. Los parias periféricos, aunando voluntades, disponen del arma definitiva. Negarse a pagar sería suficiente para cambiar  recortes por inversión. La troika no puede seguir pretendiendo acaparar beneficios y mancomunar pérdidas. Somos más, tenemos miedo y disponemos de más poder del que nunca podíamos haber imaginado. Hay que esgrimirlo…

POLITICA ES MORAL

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