Si te propones algún día mandar con dignidad, debes servir con
diligencia. Philip Dormer Stanhope
Hoy hemos encajado un golpe muy duro,
una nueva víctima mortal de la voracidad del sistema nos hace tomar consciencia
de la realidad. Una vecina de Barakaldo se ha lanzado al vacío desde el balcón
de su casa en el momento en que se pretendía proceder a su desahucio.
El drama de los desahucios es el síntoma
más claro de la injusticia del sistema económico en el que vivimos o mejor dicho,
sobrevivimos. La deriva social es dramática, nefasta e insondable. Mientras,
los representantes de la ciudadanía, aquellos mal denominados gobernantes
democráticos, traicionan la confianza de sus electores y se convierten de facto
en colaboradores necesarios de la mafia de los poderes fácticos económicos.
Al margen de mensajes intencionadamente
interesados, la clase política dispone de herramientas y de capacidad para
acabar con una situación tan dramática y extrema…
Hagamos memoria: Entre finales de Agosto
y principios de Septiembre de 2011, el Parlamento Español reformó el artículo
135 de la “sagrada” Constitución. El objetivo era marcar el principio de
estabilidad presupuestaria, la limitación del déficit público y el endeudamiento
de la administración pública. La rapidez con la que se realizó la reforma fue
posible gracias al artículo 167 de la Carta Magna, que prevé un procedimiento
simple de reforma de las partes del texto que no provocan afectación de las
instituciones y principios básicos del mismo.
Se estableció una componenda entre los
dos principales partidos políticos (PP y PSOE) y a todo correr se aprobó el
cambio constitucional. Se evitaron los debates y la participación ciudadana, se
evitó la celebración de un referéndum y se llegó a una llamada “reforma exprés”.
Disculpen la explicación legal, pero pretendía establecer el
censurable uso que los políticos hacen de las leyes. Si Alemania y la Unión
Europea lo exigen, nos falta tiempo para modificar la sacro-santa Constitución.
Si es la ciudadanía exhausta y al borde de la exclusión quién lo necesita y
demanda, los falsos líderes callan y miran hacia otro lado…
Ha llegado el momento de acometer una reforma urgente del
eufemísticamente llamado procedimiento de ejecución hipotecaria. Nuestros
políticos, ahora tan preocupados por las cuestiones de identidad y nacionales,
deben empezar a defender las verdaderas “patrias”, las viviendas de los
ciudadanos. Hay que dotar a la sociedad de instrumentos que eviten los
desahucios de personas insolventes por causa de la crisis económica y
financiera.
Si la “clase” política persevera en su interesada ceguera, los
recortes sociales de muchos países europeos se tornarán insostenibles, las
protestas tomarán derroteros más extremos, especialmente en el sur de Europa.
Permítame utilizar un fragmento de la carta del estimado José Luis
Sampedro a José Luís Rodríguez Zapatero en relación al último cambio
constitucional: “Se atreven a modificar
el máximo documento del Estado en aras del “Mercado”. Mercado al que pretenden
calmar mientras las voces del pueblo son ignoradas o silenciadas”.
Nuestros políticos tienen las manos manchadas, provocan rabia y vergüenza…
POLITICA
ES MORAL
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