“Mas ha fracasado en las que dijo que eran sus tres prioridades: no ha
habido reactivación económica, sino todo lo contrario; en las políticas
sociales ha aplicado los recortes por ideología, y el pacto fiscal ha sido un
engaño, que dio por perdido en dos horas de reunión”.
Pere Navarro
Sabia y
trascendente reflexión. Tardía e inútil también…
Ahora, con
la campaña electoral en marcha, el PSC se oferta al electorado como “la alternativa sensata”, la vía
tangencial que pasa entre el nacionalismo independentista de CIU y la cerrazón españolista
del PP. Sobre el papel, pareciera una propuesta sensata, pero no creo que la
hemorragia de votos socialistas se detenga en las elecciones catalanas del 25
de Noviembre. La herida es profunda y se han cortado muchas venas y capilares.
De entrada,
la casa común social-demócrata ya no da cobijo a los votantes socialistas de
tradición catalanista. Pero la cuestión identitária es, a todas luces, el menor
de los problemas del PSC. De hecho, lo que muchos votantes socialistas se
preguntan es donde estaban los políticos de izquierdas cuando la apisonadora
conservadora empezó a destrozar el Estado del Bienestar. Muchos votantes
observan al partido de Pere Navarro como un ente orgánico, dedicado a su propia
supervivencia, preocupado por sus cuotas de poder y muy alejado de la realidad
de la calle.
Los
socialistas catalanes acusan a CIU y PPC de “priorizar
los intereses de sus partidos sobre los del país”. Memoria muy corta la de
los compañeros “poetas”. Riman con demasiada facilidad los pareados y olvidan
los sonetos que acabaron en prosa dramática. ¿Piensan que nadie recuerda su inoperancia
frente a los recortes del último Estatut que prometió apoyar el compañero Zapatero?.
¿Han olvidado que el malvado y cerril nacionalismo les facilitó acceder al
gobierno de la Generalitat de la mano de ERC?...
Lo he
comentado en otras ocasiones, el sometimiento del PSC al PSOE es un lastre a la
hora de afrontar la realidad catalana. Las constantes contradicciones entre el
discurso “local” y el declamado en Madrid (quisiera hacer mención especial a la
compañera Chacón), da alas a un nacionalismo que ciertamente está tapando sus
vergüenzas con la bandera.
Sinceramente,
el mesianismo de Artur Mas ha alzado el vuelo en gran medida gracias a los pies
de plomo del PSC. Por mucho que se apriete para aprobar el examen del día 25,
será por los pelos. Tan solo es de desear que cuando no se pueda gobernar continúe
la voluntad de hacer política, pero de verdad…
POLITICA ES MORAL
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