Hay momentos
en la vida de todo político, en que lo mejor que puede hacer es no despegar los
labios. Abraham Lincoln
Cuando
Andrea Fabra, diputada del Partido Popular, gritó aquello de “que se jodan” en
relación a los parados que se verían excluidos de la prestación de desempleo,
pensé que la indigna señorita pertenecía a la peor calaña de políticos que
imaginarse se pueda. Evidentemente, era hija de una oligarquía alejada de la
realidad y que nunca había hecho de la política algo más que un camino para
medrar a costa de la ciudadanía.
Inocentemente,
pensé que un comportamiento tan amoral no podía darse en los electos de los
partidos llamados progresistas. Estos podían incurrir en muchos errores,
incluso podía esperarse que los brillos del poder hiciesen caer en la tentación
a más de uno. En cualquier caso, el mensaje formal nunca podía ser
“políticamente incorrecto”. El idealismo tiene estas cosas, te convierte en un
papanatas…
Recientemente,
la señora María Antonia Trujillo, Ministra de la Vivienda de 2004 a 2007 con
José Luís Rodríguez Zapatero, la lió “parda” en twitter con el siguiente
comentario en relación a los desahucios: “El
que tenga deudas que las pague. Que no se hubiera endeudado”. Ahí queda
eso.
Esta
ex-Ministra tiene una memoria corta y sin duda ha perdido cualquier atisbo de
sentido social. Créanme, en ocasiones nada mejor que no abrir la boca, se corre
el riesgo de que alguien te la cierre.
María
Antonia Trujillo fue una de las responsables políticas de la burbuja
inmobiliaria y no se percató de su estallido. De hecho, incluso se enfrentó a
Pedro Solbes, por aquel entonces Vicepresidente del Gobierno y Ministro de
Economía. Este pretendía establecer factores de corrección frente la evidente
crisis económica que se avecinaba. Entre las medidas, unas de las más urgentes
era enfriar el sector de la construcción y la política de la vivienda. Trujillo
se opuso y su actitud “ayudó” a que Solbes saltase del Gobierno. Curiosamente,
el Vicepresidente fue el único que no perdió el pulso de la realidad del país.
Decir la verdad fue su perdición…
Tres meses
después, la Ministra de la Vivienda cesó y fue sustituida por Carmen Chacón. Maria
Antonia Trujillo regresó como Diputada en 2008 y más tarde, en 2011 se
incorporó a la vida civil como docente (es profesora de Derecho Constitucional)
y con actividades en el sector inmobiliario y energético. Como pueden ustedes
imaginar está perfectamente “conectada”.
Cuando se ha
visto abordada por la prensa en relación a la crisis inmobiliaria, nunca ha
hecho un verdadero acto de constricción. Muy al contrario, lo más cercano a una
disculpa es lo siguiente: “En los dos
lustros anteriores no hay inocentes. Desde el ciudadano al político, todos
culpables. Pasando por el resto de operadores del mercado”. Vamos, algo muy
parecido al pueril “no he sido yo”…
No esperaba
una opinión como la expresada por la Señora Trujillo. Ya creo detectar el
problema en demasiados socialistas. Se han convertido en pijo-progres cuya
voluntad es mantener su estatus. No sé cuando cambiarán las tornas en el
socialismo español, pero cuando esto suceda, espero que todos los
“socio-conservadores” desaparezcan de las listas electorales. En palabras de
Elena Valenciano (Vicesecretaria del PSOE) han perdido el “alma socialista”.
POLITICA ES MORAL
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