martes, 31 de enero de 2017

VAMOS A CONTAR MENTIRAS


Hoy he felicitado por su cumpleaños  a un niño, que sin tener mi sangre, bien podría ser hijo mío. Es el cachorro noble y viene a soltar verdades sin temer las consecuencias de decir lo que piensa. Le he agradecido el que cada vez que me habla me lleve en volandas a mi lejana infancia y me ha hecho recordar a Antoine de Saint-Exupéry  y aquella idea suya de que todas las personas mayores fueron al principio niños, aunque pocas de ellas lo recuerdan.

Bien, ha venido en base a lo que les apunto una canción que cantaba yo en la escuela y que se titulaba -sin reparos- vamos a contar mentiras. Ya les digo, cosas de niños que pareciendo ser nimiedades, llegada la edad adulta, son verdades gordas como cardenales. Versaba de inicio como sigue: Ahora que vamos despacio, vamos a contar mentiras, tralará, vamos a contar mentiras.  Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas, tralará, por el monte las sardinas. ¿La recuerdan?, seguro que si tienen más de 35 años la han cantado en alguna ocasión. La letra llamaba al absurdo y vemos que lo imposible hoy, para nuestra desgracia, es realidad cierta y punto pelota.

Así son las cosas y así habré de planteárselas, pero no pondré orden en la reflexión, pues a partir del siguiente punto y seguido, les voy a vomitar hasta que se me dilaten las encías. Este país está enfermo y bien hará en ingresar en urgencias si pretende llegar a salvar el futuro: los corruptos se escapan de rositas tras haber robado centenares o miles de millones y si se equivoca usted en el IVA le tocarán muy bien la jeta y la multa será cara. Si usted es  rico o político amigo de comanditas, tendrá justicia y de la buena, si por el contrario es un ciudadano del montón, pagará por procurador y abogado para nunca acabar los pleitos y dejarse oveja y vellón. ¿Quiere usted buena educación para sus hijos?, acuda pagando a un centro concertado o privado, pues la escuela pública cada vez es más corral y menos liceo prestigiado. Enfermar, recuérdelo, está prohibido, pues eso de la sanidad dependerá de tener mutua y poderla pagar, la salud pública ya ha sido exterminada y nunca regresará. ¿Cobra usted una miseria y aún teniendo trabajo no puede hacer frente a su humilde realidad?, no se queje, hágame caso. Ha de estar usted contento pues su esfuerzo paga el futuro de la Infantita de Asturias, que cobra 102.464 euros, eso sí, no sé decirle si brutos o netos. ¿Es usted autónomo?, pues que le jodan, todo serán problemas, pagará por no cobrar y si alguna vez la tentación le lleva a no cumplir, como sinónimo de jodienda le digo que le vendrán a clujir. ¿Va su familia justa y su hijo es un lumbreras y aprovecharía para estudiar?, olvídese de tal cosa, matricularse es empeñarse y tras acabar la carrera, su retoño habrá de cursar un costoso master que ni un gitano se podrá saltar. ¿Ahorra usted a pesar de los pesares?, pues vaya usted a un banco y verá que a pesar de haberlos salvado entre todos, le cobrarán comisiones por respirar y no le darán por sus depósitos ni un puñetero duro. ¿Piensa usted en su retiro?, pues mejor que viva al día que después de haberlo trabajado todo se encontrará vacíos los fondos para la jubilación, otra vez pagará de su bolsillo un plan de ahorro para tener una senectud digna. Eso sí, si fue usted cargo electo durante siete años, tendrá todos los derechos y ninguna de las obligaciones. ¿Paga mucho por los consumos en su casa o negocio?, pues sepa usted que se trata de pagar mucho por poco y así engordar a unos puercos que un día fueron políticos y que hicieron mil y un tejemaneje y que al dejar los cargos de representación, pasan por caja a cobrar los favores. ¿Qué sucederá si le falla la cabeza o el cuerpo y necesita asistencia?, mejor morirse pronto, pues la ficción de la Ley de la Dependencia en la vida se pondrá en marcha. ¿Usted ha delinquido?, pues vayan con cuidado, recuerde, es usted un mindundi y no está aforado. Curioso lo de mi España, cuanto mayor sea tu poder, las leyes te mantendrán blindado, si robas una gallina, date por encarcelado. ¿Es usted un lumbreras y podría investigar sobre temas de ciencia y sanidad?, olvide semejante posibilidad, aquí, como decía Unamuno, serán otros los que inventen y ya puede ser usted un Ramón y Cajal que nada le habrán de financiar. El esfuerzo es pura hilaridad, mejor robar, prosperar en la política, cobrar por trabajar poco o nada, vivir unos añitos de recolectar votos, y tras ayudar a los poderosos de siempre, al sector privado pasar. Nadie hay que se bata el cobre por dar aire a España y a los españoles, aquí los únicos que no son tontos son los que compran en Media Markt.

Ahora me dirán que sí, que vale, que mucho le ladro yo a la luna y que si tanto me pesa lo que está pasando, ¿qué propongo para enmendarlo?. Pues asusta el declararlo, pues medidas templadas –muy a mi pesar- no me quedan en el almacén, así que les digo que hay que cargarse la Democracia para regresar a ser demócrata. Es el caos tan y tan grande, tanto el ruido de fondo y tan honda la ciudadana tontería, que toca arrancar las malas hierbas y tras amontonarlas, prenderles fuego. ¿Se asombran?, ¿quizás se asustan?, ¿habrán de llamarme fascista?, pues siento negarles la mayor. De querer llamarme algo, llámenme iluso como a Platón, un pensador un poco cojo que supo establecer los periodos de la sociedad en base a la naturaleza humana. ¿Recuerdan?, tras la democracia siempre viene la tiranía y es que ya estamos en un silente conflicto entre clases e identidades, con tantas aristas que resultará imposible alisarlo. Hará falta un Cincinato, un caudillo al que el desespero de las gentes le dará la credibilidad necesaria para hacer de la mentira, una solución sencilla a todos los problemas.

¿No les suena el modelo?, no es nuevo. Se nos anuncia un líder paternalista y benévolo, generador de promesas cuyo fin no será otro que quitarse de en medio a sus contrincantes utilizando al pueblo. La sociedad a la que rija la tiranía, será ilusionante al principio y nefasta al final, pero según parece, es la única vacuna que nos permita sanar. Miren, como no hemos hecho nada bueno más allá de trincar sin medida, el tirano será quien nos ponga los grilletes en nombre de la libertad, se convertirá en enemigo de todos y  así acabará siendo el revulsivo que nos haga remontar a una nueva y sana democracia.

Estoy en la idea de que parecerá kafkiano el pensamiento, pero créanme, es de tan asqueroso, sencillo. Por cierto, no me hagan caso, han tocado ya las doce y creo que las brujas y sus conjuros han venido a verme. Fui muy feliz cuando era pequeño, me gustaba cantar que por el mar corren la liebres y por el monte las sardinas. Solo la mente limpia de un niño hace de lo absurdo algo coherente.

POLITICA ES MORAL

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