-Buenos días Magister. ¿Qué tal
los canales de la levantina Venecia?
-Buen día, Condottiero. Parece que escampando, ya sabes, aquí la lluvia no
podía durar mucho, aunque ha caído bien y era especialmente necesaria esta agua.
-Y qué tal por esa tierra?.
-Bien, la cosa es curiosa de
vivir y explicar, pero lo peor, lo peor de todo, es que por mucho que
expliques, allende los mares del Principado, nadie quiere entender nada y si
creer en su particular veritas.
-Eso es porque no escuchamos y
como no lo hacemos, no contrastamos opiniones, no tenemos sobre lo que pensar y
nuestro pensamiento se hace monolítico.
-Y por tanto peligroso, muy peligroso. ¿Sabe?,
acontecen las profecías de otro tiempo y en su cumplimiento empiezo a ver lo
baladí del esfuerzo. Es curioso, todo acaba en la misma vertiente y acaba
enfangando la costa.
-Metáfora muy apropiada en estos
días por el sureste. Ciertamente, a veces es desolador comprobar que las
posturas pesimistas son con frecuencia las únicas realistas.
-Pero, ¿cómo se enseña a las
personas a escuchar y pensar?. Estoy muy cansado, ya no creo que debamos
enseñar, creo que debemos imponer. Primero llevar la masa al horno y hacer pan,
después ya veremos de qué se hace el bocadillo. Lo cual no deja de resultar bien
triste, ergo realista…
-Es una forma de decir que, si no es a palos, no se obtiene
del personal nada que valga la pena salvo pocas excepciones.
-Permítame. Imagine que tiene
usted un hijo y que le cuida, le quiere, le enseña con el propio ejemplo, le muestra
paciencia en los errores y júbilo en los aciertos, le provee de techo, alimento
y educación para observar un día que el muy capullo se tira a la vida
licenciosa y voluntariamente marginal. ¿Qué le correspondería hacer en esa
situación?. Pues muy a su pesar, correspondería ingresar al muchacho en el
“Proyecto Hombre” para que le hiciesen pasar el “mono” a la fuerza. ¿No sería
un acto de generosidad de un buen padre?. Pues ahí es el lugar en el que
estamos.
-Duro el ejemplo, pero comparto
el mismo pues es acertado.
-Sí, así lo creo. Mire, ayer mismo me las crucé con un
electo de Ciudadanos.
-Cuéntame ese encuentro, aunque poco me va a sorprender,
sospecho…
-Veamos, me va una higa el que Ciudadanos
se declare de centro izquierda, centro derecha, centro, arriba o abajo, pero lo
que no acepto es que los supuestos adalides del bien común y la integridad
"para todos" sean una maniobra más para establecer cuotas electorales
que den beneficios allí donde deben darlos. Todo el follón de la izquierda no
nacionalista en sus orígenes, la socialdemocracia limpia y comprometida de su
adultez y la posición brillantemente liberal de adláteres del poder para
conseguir el propio, hacen, una vez más, que aquella cantinela mía de que la
integridad esté por encima de la ideología es una gilipollez. Quiero decir que
ese noble concepto de ciudadanía no tuvo, tiene ni tendrá quien lo defienda de
forma limpia y verdadera.
-Lo que comentas resulta evidente,
pero me lleva a algunas reflexiones, posiblemente antipáticas y muy poco
amables…
-¿Habría de sorprenderme?, lo evidente, amado Magister, es
doblemente amargo.
-Lo es, pero -y en esto debo
reiterarme- no se puede salvar a quien nos quiere ni pretende ser salvado. Los
ciudadanos, en tanto que sujetos políticos (electores), tienen o han tenido la
posibilidad de cambiar muchas cosas en este país. Sin embargo, han optado
mayoritariamente por lo de siempre, o minoritariamente por opciones poco
concretas o más destructivas que constructivas.
-No obstante, han podido
decidirse por otras más concretas y moralmente sólidas. Me voy a permitir
ahogarme en mi propia vergüenza, pues nunca pensé llegar aquí, me gustaría
explicarle quienes somos. No nosotros, que somos ejemplo muy a nuestro pesar,
sino quienes somos como país, como proyecto, como algo que no se qué mierda es,
¿puedo?.
-Deja ya la corrección esa que te
gastas y explica…
-Bien, me subo a las palabras de
nuestro paisano Pérez- Reverte y le afirmo con su misma vehemencia y rabia que
lo que realmente nos indigna de ellos no es que robaran, sino que nos dejaran
fuera del negocio. Esa y no otra es nuestra naturaleza, ergo, si existe algo
que elegimos en conciencia.
-Sí, bien triste resulta el darte razones ahora.
-¿Lo ve?, nadie, ni tan siquiera
nosotros podemos apalancarnos a la contra de semejante verdad. Dicho lo dicho:
¿nacionalistas?, ¿españolistas?, ¿podemitas?, ¿alternativos?. ¿Quién puñetas es digno de ser respetado y por tanto seguido?,
nadie. El tango que suena a todas horas
es negocio bien llevado y estrategia para seguir asaltando camas ajenas. Mire, llegados
a este momento, le doy gracias a Dios por saber que existe y que al menos podemos ser algo más que carne con ojos.
-Apacigua, apacigua pero sepas
que igual de agradecido estoy yo. La verdad es que la política tiene sentido en
gran medida si se tiene el poder para ejecutar las ideas, el problema es cuando
las ideas se abandonan y todo queda reducido a la obtención y mantenimiento de
ese poder, por cualquiera de los medios y a costa de lo que sea.
-Ese fue el motivo de mi discusión con el representante de Ciudadanos…
-Porque ideas sin poder no van más allá de un mero ejercicio intelectual.
Ciudadanos no tiene ideología, sencillamente,
trató de aprovechar un momento de desprestigio de la clase política y de los
partidos tradicionales para hacerse un hueco. Pero a partir de una indefinición
ideológica palmaria, nada hay más allá de vender regeneración frente a la
corrupción. Les comparan ahora con Upyd y,
sin embargo, aquellos, más allá de compartir o no sus posiciones, además de
regeneración, aportaba ideas e iniciativas desde mi punto de vista, sólidas.
Vamos, la acción política trataba de ir en paralelo a la acción ideológica y a
pesar de ello, mira los resultados…
-Huxley dijo algo parecido a que
la sociedad era tal por tener moralidad, siento no ser literal, pero es un
apunte necesario. Esa "moralidad" se basa en unos principios que han
de mancomunarse por convencimiento común y para ello debe estructurarse una
base mostrable y extrapolable. En cualquier caso, cuando decimos algo así se
nos tacha de "totalitarios" y yo digo que no, yo digo (como usted apunta) que no todo vale,
que gobernar no es ir a la contra, gobernar es proponer, decidir y actuar a
riesgo de equivocarse. Sin duda, la aceptación de esa idea hace que la
"moralidad ideológica" marque caminos transitables, lo políticamente
correcto no procura nada para el progreso real. Lo gracioso de la cosa es que hay
que echarle un par y salir a los
Monegros de nuestro tiempo y gritar algo así...
-Tienes razón, totalmente de
acuerdo.
-Mire, decir según qué cosas te
convierte en un protofascista. La realidad es que nada hay de real en la “guerra
de religión" entre Catalanes y Españoles o Vascos o qué puñetas se yo.
Aquí lo que rige es estar dentro del negocio.
-Yo creo que, tanto tú como yo,
estamos muy por encima de calificativos. Que nos llamen fascistas,
comunistas o lo que sea nos da lo mismo;
a mí, la verdad, es que me deja indiferente. Tengo las ideas claras, y ningún
manguta me va a decir lo que soy.
-Me dirá de cepillo fácil, pero
puestos a ser, prefiero ser militante de su partido.
-¡Será posible!. Bueno, formamos
una cofradía por demás escasa de personal, así que yo me declararé también partidario
de esas inexistentes siglas.
-Piense por un momento que nos
toca la lotería esta Pascua, pongamos que 6 millones. Imagine que decidimos, por nuestras gónadas, invertir dos
en machacar la política local de nuestros amados pueblos. Salimos a la palestra
sin tapujos, huyendo de criticar por criticar, poniendo encima de la mesa propuestas de resolución veraces y afirmando
que no deseamos cobrar por nuestro cargo electo, que nuestro ideario es
realmente el de todos, seríamos –no lo dude- el hazmereír de todo quisque. A la pregunta "¿usted
que ideología tiene?, responderíamos que la que contempla el bien común y el
cachondeo sería de calibre superior…
-Sigue, sigue, siendo la cosa
triste, me estoy divirtiendo.
-Siendo así, regreso con la mula
al trigo. Lo único que nos llevaría al poder seria repartir en las manos
adecuadas los dos millones que como le decía, deseaba invertir. ¿Me sigue
usted?.
-Cuánta razón tienes y qué
desolador resulta el dártela.
-Mire, a la proclama "voten
ustedes a nuestro partido y le daremos 200 € en efectivo o un vale para comprar
en el Media Markt por el mismo importe”, la respuesta sería tan abrumadora que
tendríamos mayoría absoluta –permítame el rebuzno- con la chorra en la mano.
-Sabes que eso fue nuestra denostada Restauración y escúchame, eso nos haría
iguales a ellos. ¿Valdría la pena?...
-Sabe usted que no, por eso me
duelo y por eso hablo con usted. Por eso necesito de nuestros paseos aunque no
haya sol. Gana el determinismo fatalista y cae derrotado mi optimismo que otrora creí invencible. Es el
momento de la realidad amarga, es la victoria –ya lo repito demasiado- de los
bárbaros.
-¡Vamos, vamos!. Son victorias
pírricas, piénsalo. Ahora estamos en un interregno.
-He encontrado la frase de
Huxley: la sociedad difiere de la naturaleza en que persigue una finalidad
moral definida.
-Muy buena, avala muy
oportunamente lo que estamos comentando. El interregno del que hablamos es esa situación
de nihilismo de la que hablaba Nietzsche.
-Cierto, ni más ni menos…
-Nietzsche no era un nihilista,
como muchas veces se le achaca. Atacó la moral judeocristiana, que ya estaba
empezando a ver superada por la sociedad de su época y propugnaba una nueva
moral que sustituyera aquella. Su temor era que, mientras se imponía la nueva
moralidad, se creara un espacio vacío en el que todo valiera (dicho sea
pedestremente).Esa nueva moral era la del "sobrehombre" (mejor que la
del "superhombre", una mala traducción e interpretación de su
pensamiento).
-¡Es cierto, muy cierto!. Por favor, continúe.
-No es que yo defienda esta
evolución, pero los referentes éticos de la sociedad están seriamente
erosionados y no hay propuestas referenciales nuevas, distintas por adaptadas
al mundo que estamos haciendo y ese es el problema. Por eso, el común atiende
más al ruido, se ha quedado sin referentes y no sabe ni lo que quiere ni lo que
de verdad le conviene, como persona ni como sociedad.
-Así es y puestos a
preguntar, ¿qué podemos hacer?.
-Vaya pregunta, hubo un tiempo en el que los
intelectuales tenían peso, aportaban ideas y eran escuchados y respetados. Ahora
eso se ha perdido, nuestros intelectuales están tan perdidos como la misma
sociedad, y buscan más la originalidad, aunque sea estrafalaria, que el aportar
soluciones a los problemas de hoy. Lo peor es que, si los hubiera, no tendrían
foro donde manifestarse que llegara al meollo de la propia sociedad, con twits
es difícil aportar nada sólido.
-Por eso depreciamos a los llamados
"matones" como Pérez -Reverte. Decir la verdad hace que la mafia rusa
o local te liquide (literal o figuradamente).
-Ahí lo tienes, él lo intenta
hablando con el lenguaje de la calle y por eso se le tiene por un outsider ,
alguien extraño y ajeno al mundo de la “verdadera "cultura".
-Pero el problema es que ese lenguaje
está vacío de contenido y no es poroso a que se de dote del mismo. Esto es
mucho más sencillo, el liderazgo lo escriben con los pies tíos en calzones que
cobran mucho y son guapos o meten goles. El pasado sábado se me llenó la cabeza
de alabanzas a Cristiano Ronaldo y a Messi. Sin empacho se me dijo: “hombre,
Ronaldo tiene motivos para ser soberbio. Si yo fuese guapo, millonario y
atlético, si tuviese todo eso, esta noche no estaría sentado a tu lado".
¿Lo ve usted?...
-Lo veo y con esos mimbres, ¿qué pretendemos hacer?.
-Hombre Magister, ¡esa fue mi
pregunta antes!. Pero en cualquier caso, para hacer un buen plato, hacen falta
buenos ingredientes. Si están podridos, ya ve que guiso puede salir.
-Estamos en mundos superpuestos, parece que vivimos en el mismo pero no es
así. Por cierto, viene al caso, ¿has visto 1898?.
-Sí, la he visto. No es gran cosa la verdad, quizás espero
demasiado del cine histórico y lo de los últimos de Baler se ha tratado como
una triste serie B.
-Pues ya lo siento, porque el tema
es bien sugestivo. No te lo he contado nunca, pero tengo en casa una edición de los años 20 del
libro que escribió Martín Cerezo y que leí hace más de 30 años. Me resultó
apasionante y sin valorar lo acertado o no de aquella posición numantina, quienes
allí estuvieron tenían principios rectores claros. Con sus debilidades, como
seres humanos, pero sabían lo que hacían y lo que defendían.
-Volvemos a hablar de moralidad.
-Eso es. Lo que hicieron tenía un
sentido para ellos, hoy, para la inmensa mayoría, su sentido se queda limitado
a ver, como bien dices, si su equipo gana o pierde cada fin de semana. Media
semana dándole vueltas al partido que se jugará y la otra media comentando si
fue o no penalti. En eso pasan su vida y nada te digo de los "nativos tecnológicos".
No sé quién y cómo cambiar esto, pero lo cierto es que el populacho está
conforme y la "élite" muy tranquila; todos tienen o parecen tener lo
que quieren. Los que no tragan, son "pepito grillos" y agoreros que
sólo buscan soliviantar, cuando no se mueven por "oscuros intereses".
Poca solución le veo yo a esto.
-Bien, solución a lo que hay, no
hay, pero la cosa es pensar que lo que deba haber sea otra cosa. Quiero decir
que no es mala idea eso de quemar las malas hierbas para abonar la tierra. Siento
lo crudo de la idea, pero no me viene otra.
-A veces eres muy bestia, pero
realmente ahí lo tienes. Nos hundimos, pero inmortalizando el momento, ahora sí
que de verdad, los árboles nos han ocultado del todo el bosque, una pena…
-Recuerde, pperos, psoeros,
podemitas, naranjitos, izquierdos-unidos, nacionalistas y frente a todos dos
perretes de ladrar agudo pecando de soberbia a los ojos de todos los nacidos de
madre. Mire, la salida que se intuye es
el fascismo, tanto da si es de izquierdas o derechas, en cualquier caso será el
apestoso bálsamo de fierabrás del fascismo. Mientras, vayamos preparando los menús de Navidad que el
año nuevo ya nos dirá....
-¡Ah la Navidad!, ¡eso me resulta
más grato e interesante!, pero no evita que me agobie el ver a qué punto
estamos llegando. Te doy la razón en que
volvemos a las viejas fórmulas, y todo por causa de políticos mediocres
y cobardes. Me sorprende el decirlo, pero esto es una mierda, te lo digo en
serio.
-Recuerde, cuando no hacemos lo
que toca, viene otro y lo hace por nosotros.
-¡Cuántas veces me acuerdo de tus
palabras!,¡ no puedes imaginarte!. Es fastidioso que tengan que ser proféticas.
En fin, quizá sea lo que merezcamos, un mundo regido por Trumps y Putines.
-Bueno, no nos preocupemos, los
accionistas de las autopistas están esta Navidad contentos.
-Me estás soliviantando y no te lo reprocho. ¡Hijos de mala madre!, qué
vergüenza, no sé cómo calificarlo. Que nadie haya dicho nada, que no se exijan,
aunque no se consigan, responsabilidades públicas y comparecencias, y que no les
escupan por la calle como se debería hacer, me hace reafirmarme en que casi
todo está perdido.
Moralidad, siempre lo mismo:
falta de moralidad, en los que mandan y en el pueblo. No es casual el nombre de
mi particular tribuna, un oxímoron fino y elegante. Hasta yo mismo me sonrío al
leer política es moral. Mi propia tontuna
lo hace aún más sangrante.
Bueno, he de dejarte, voy a hacer
un par de papeles que tengo aquí pendientes, pero si te parece, mañana seguimos
hablando, ¿si?.
Sin duda. Cuidado con la lluvia,
que no toda el agua es buena para la tierra y puede estropear las cosechas,
también las de los naranjos.
POLITICA ES MORAL
Ay! No trago a Pérez-Reverte, me cuesta darle la razón en algo, pero, por lo demás, oh, cuánto acierto en calificar mi sentir... qué hastío, las últimas y penúltimas elecciones generales, saber que es responsabilidad votar, pero votar con tan poco corazón... y sentir que soy una especie en extinción, por hablar de corazón, y por hablar de elecciones como modelo para cambiar las cosas... seguiré honrando a mi padre, tratando de ser una persona íntegra,... aunque no me convenga. Total, si es que no hay tanto que perder... es por lo que no entiendo cómo tantos pasan tanto... el entretenimiento disponible es tan fatuo y gris... pero sigo pensando que mi interior, y lo que reflejo al exterior, no cambiará, y eso ya es una victoria... mientras no acabe con una úlcera... Saludos cordiales!
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