lunes, 6 de julio de 2015

EVZONES, COJONES Y LA LINEA METAXAS.


 
Que Grecia era un régimen fascista en 1940 no es ninguna nueva noticia. El país tenía más que ver con Italia y Alemania que con lo que en el momento se denominaron las democracias occidentales, pero llegado el ultimátum previo a la invasión italiana, el Reino Unido apoyó la resistencia de los helenos hasta la intervención de los nazis y la capitulación final de 1941.

No es difícil de entender, pues el “asunto griego” se convertía en un problema global y Winston Churchill sabia que en el Peloponeso y el Egeo se jugaba el futuro de Europa. Bien, aquí estamos otra vez, sabedores de los pecados de Grecia pero conscientes de que “su guerra” ya es la nuestra.

Miren, podrá hablarse hasta la saciedad de la responsabilidad de los gobernantes de la cuna de la Democracia, sin duda ha existido la corrupción y por tanto Atenas es culpable, pero ¿alguien ha explicado la parte de la historia que no sale en la prensa?, ¿qué hace pensar que hablamos de un problema local?. Permítanme…
Alemania encabeza la política económica europea y a ello se ha hecho acreedora por lo que se ha denominado “el milagro alemán”. Tras la caída del muro de Berlín y la desaparición de los bloques ideológicos, el país germano pareció ser el garante de la solidez del Mercado Común Europeo, nadie lo puso en duda. Pero la crisis puso de manifiesto que el modelo alemán no era tan modélico, la locomotora europea mantenía la presión de sus fogones gracias a la depredación de los países meridionales de la zona euro.

Centroeuropa creció “ocupando” los entramados industriales y financieros de las economías sureñas a base de vender sus productos y facilitando financiación a espuertas, así ganaba en el ámbito comercial haciendo prisioneros gracias a una deuda que le aportaba pingües beneficios.
Pero claro, el proceso se revistió de “políticas estructurales” en “beneficio de todos” y a la chita callando, los hábiles tedescos interpretaron el déficit público en clave externa. Alemania siguió inyectando dinero para mantener su PIB aún sabiendo que el nivel de deuda acabaría siendo insostenible y el pago de la misma imposible. No haré afirmaciones rotundas, pero creo que la estrategia ha sido dejar K.O a las economías nacionales y en base a ello conseguir la pérdida de soberanía que facilitase el manejo sin trabas del continente y de su realidad socio-económica.

La línea Metaxás (conjunto de fortificaciones fronterizas con Bulgaria durante la Segunda Guerra Mundial ) derrotó a Mussolini y se lo puso difícil a Hitler. El “no” de Grecia a la Troika es una nueva fortificación y una señal preclara de que el futuro de Europa empieza a construirse con la voluntad de un pueblo plagado de imperfecciones pero que no debe pagar las traiciones de sus gobernantes.
Hace pocos días, cercana la jornada del referéndum, hablé con mi amigo Constantino. Le asedié a preguntas y en su habitual calma me recordó un aspecto de su pasado, me habló de su servicio militar. El sirvió en los evzones, batallones de élite de la infantería griega y que actualmente son la guardia  Presidencial que custodia el parlamento heleno y la tumba del soldado desconocido en Atenas. Resumió bien el tema: “José, los evzones vestimos unos trajes con falda que sorprenden a todos los que nos ven, pero lo que casi ningún turista sabe, es que la falda tiene cuatrocientos pliegues, uno por cada año que los turcos ocuparon mi país”.

Tras un corto silencio le pedí una mayor concreción y que me situase el ejemplo. Echó una risotada y me dijo que el tema era sencillo, que Grecia resistiría, que  aguantará como en otros momentos de la historia y que los ofendidos europeos han de entender que en Atenas empezará una nueva Europa o se hundirá para siempre.
Realmente los griegos son y han sido un pueblo con cojones, pero si la testosterona les guía mal son capaces de aliarse con gentes muy raras. No pude evitar imaginar a Putin mirando hacia las playas del Egeo...
 
Lo comenté antes, más vale que entendamos que su guerra ya es la nuestra.
POLITICA ES MORAL

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