No todo lo que parece valer fuera del espejo
resiste cuando se refleja en el. Anónimo.
El pasado martes
asistí a una reunión de ciudadanos de mi municipio. En la misma, se pretendia
establecer un criterio de actuación para reivindicar lo que consideramos
mejoras en diversos aspectos de la realidad socio-económica que vivimos.
Todos los
asistentes habian tomado el compromiso (en reuniones anteriores) de hacer
propuestas concretas y susceptibles de convertirse en acciones de visibilidad
clara por parte de nuestros convecinos. Se hablo mucho y considero que con
criterio, se recurrió a las experiencias particulares y estas parecian
converger en espacios comunes. Contrariamente a lo que debia esperarse, nos
atascamos...
He de decir que
tampoco nos sorprendió mucho, pues esta “nueva
sociedad en red”, más que ayudar a la comunicación y puesta en común de los
intereses compartidos, parece acercarnos tanto a los árboles que estos nos
impiden ver el bosque.
Todos los
indicadores establecen que la desconfianza de la población hacia la política es
enorme y que los políticos han perdido todo su crédito como garantes del
bienestar social. Bien, hecho el diagnóstico, resulta que siendo cierta la desafección
del gobernado a los poderes establecidos, el sistema sobrevive en su propia
inoperancia. ¿Que sucede entonces?, ¿como salir del marasmo y luchar por un
cambio sistémico real?...
En la voluntad de
provocar cambios, nos enfrentamos al miedo a significarnos, a la impotencia
generada por la infravaloración de nuestro papel como ciudadanos y al cansancio
generado por una realidad empecinada en roer poco a poco nuestra confianza.
Demasiados frentes abiertos nos inmovilizan y al no saber cual es nuestro
lugar, sin duda alguna, beneficiamos a
unos gobernantes que siguen maravillandose de la capacidad de aguante de la población
sobre la que ejercen sus políticas extractivas.
El cansancio,
afortunadamente, no siempre es sinónimo
de indiferencia. Es esta nimia consideración la que nos alumbra la realidad. La
ciudadania no ha perdido la conciencia y ello ha facilitado la “cuadratura del círculo” a los gestores
del miedo. Las redes sociales han conseguido ser el foro que permite descargar
la rabia, opinar y tener la sensación de “estar
haciendo algo” por cambiar la realidad...
Analicemos con
pulcritud la labor de los propios partidos políticos. Veremos, de querer verlo,
que han creado nuevas fórmulas para supuestamente acercarse a sus electores y
dotarse de presencia en la “calle virtual”
evitando correr riesgos por el “cuerpo a
cuerpo”.Así, parecen apelar al activismo constante y a la necesidad de
cambio en sus propias estructuras. En realidad, facilitando un supuesto
acercamiento, consiguen dejar fuera de los órganos de decisión real a aquellos
que podrian realmente obligar a establecer nuevas fórmulas de representación y
gobierno.
Más que nos pese,
el sistema sigue siendo vertical. Las filiaciones o críticas virtuales, en su
constante crecer, van haciendo que el
bosque del que antes hablaba se torne denso, oscuro y capaz de tapar el sol para
que nada germine en la sombra que proyecta.
No quisiera parecer
un involucionista negando las posibilidades que ofrece la red para opinar y
manifestarse, pero esta es una herramienta y no una finalidad en si misma. Su utilidad
es manifiesta, pero los cambios se consiguen con la presencia real en nuestro entorno
y en las instituciones, mediante la significación reconocible frente aquellos
que desean que los ciudadanos sean tan solo un caladero de votos.
Hoy escribo sobre
el problema, mañana estaré en la calle. Es mirando a los ojos donde nos jugamos
el que se nos crea.
POLITICA ES MORAL
Muy buena reflexión, pero recuerda: No se pueden hacer buenos cestos sin buenos mimbres.
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ResponderEliminarReflexión muy interesante, pero es importante hacer incapie en el progreso que ha tenido la opinión de los ciudadanos en las redes sociales. De ser algo verdaderamente nulo, la particpación fue en aumento. Aunque muchos digan que repudian a la prostituida política estos nuevos espacios le han dado herramientas para particpar, claro esta, y como tu dices con sentimientos. La politica 2.0 es un mundo aun desconocido y hay la esperanza de que nos lleve al desarrollo para acabar con estos modelos de democracia que ya estan caducas...
ResponderEliminarLa politica en las redes, no se usa más que como tapadera de intentar llegar a la gente de manera más próxima, falso de toda falsedad, son las mismas artes con los mismos fines, tapan esa falta de coraje de lo que no hacen en la calle, por culpa de esas "artes". ¿Necesitan observar la rabia e indignación de la gente en las redes? Entonces es que están más lejos del pueblo de lo que ya me creia. ¿Hemos visto que nos miren a los ojos, excepto en épocas electorales, esa época no cuenta, y nos pregunten que nos pasa?
ResponderEliminarLos medios siempre existieron, la cercanía siempre ha estado, las redes otra fuente más, pero la actitud, la misma.
Nadie de momento saca rendimiento a la politica en las redes, que puedas teclear una conversación con el máximo dirigente del partido Y ¿que supone? Eso ya se podia hacer cara a cara, dependiendo de la moral del alma del politico, a lo sumo, lo podemos hacer a horas más intempestivas, de acuerdo, y ahora más fácil, para el político, no te ve ergo no te mira a los ojos.
Pongamos ejemplos de algo que haya servido de verdad como cambio a través de esta nueva herramienta.
Cuando la actitud de hacer politica cambie, cambiará hasta la forma más vieja conocida, de momento da igual utilizar un teclado que un micrófono.