miércoles, 28 de octubre de 2015

HARTO DE PATRIAS


La imaginación exagera, la razón subestima, el sentido común modera. Marlene Dietrich

El rebaño se ha echado al monte y si hubo alguna vez pastores, estos han sido pasto de los lobos.

Ser español es jodidamente difícil en nuestro tiempo, pues a esa noble idea cien mil matices la pervierten.  Acostumbrados a la hidalguía y no al esfuerzo que ennoblece, somos pueblo de ombligos y no de consensos. Así, como sociedad, ante los problemas, miramos a otro lado. Cuando extrañamente en algo nos implicamos, necesitamos de un enemigo para sentirnos refrendados. Cainitas somos señores, nos guste o no el halago…

No me andaré con zarandangas, que de tonterías aviesas otros ya hacen razón y bandera. Aquí en lugar de prepararnos para el futuro, independentistas y unionistas nos están dando por culo. Siento si les ofenden mis expresiones, pero ya va siendo hora de poner las cosas en su justo punto. Siendo el problema objetivo mantener la sociedad de bienestar, ¿qué hacemos perdiendo tiempo en fiar soluciones en aras de la lealtad?. Yo soy español y catalán, procuro pensar en común y hacer del nosotros la primera persona del singular, pero poco avanza uno cuando los salvadores de patrias prefieren desfiles y símbolos que ponerse a trabajar.

Es sorprenderte como recibimos como vías a futuro quimeras que no se sostienen si no las aguantan los duros. Es ofensivo ver como para defender ideas negamos las de los otros, es jodidamente triste ver como se repite la tan española tortura del Tántalo. No somos generosos, como pueblo somos capaces de hacer buenas muertes y mezquinos en el hacer crecer algo. Así somos y no lo nieguen, que cuando el prosperar se nos ofrece, gritamos que inventen los otros y seguimos en lo nuestro.

Nos puede más la honra que los barcos y si han de fletarse nuevas naves, nunca son estas mercantes y si artilladas Minervas. En fin, cierto es que nadie soy para mantener esperanzas y no les quepa duda que estoy en una segunda inocencia que me permite no creer en nada, pero no atesorando fe, hago promesa de que poco o mucho seguiré intentando hacer y no me quedaré en casa. Se lo debo a mis hijos y ellos si son patria de obediencia obligada. Espero que los hechos de algunos a todos resulten de provecho.

En resumen, cueste lo que cueste, toca seguir denunciando a los que proponen la segregación de Catalunya del estado sin explicar cómo será el mañana y afeando a los inmovilistas que dicen representar al Estado, el que tan solo quieran una España mantenida por decreto y no por convencimiento. Aquí nadie tiene la razón, pues cuando se dice tenerla, se basan en decir que la culpa es del otro y se quedan tan contentos.

Tiempo ha que nos gobiernan ladrones, gentes mezquinas y lerdos que han llegado a doctores. Siento mucho el decirlo, pero es culpa nuestra y no de los descuideros. Vivimos entre problemas y en lugar de reclamar lo que es justo, nos dejamos guiar por conceptos de patria que son tan solo suyos.

Somos hidalgos, lo dije antes, hasta el trabajo de pensar nos resulta cosa abyecta.

POLITICA ES MORAL

1 comentario:

  1. Amic meu, saps perfectament com ya comentes la culpa es només de la ciutadania, on més enllà dels seus propis problemes no veuen el problemes futurs, i aquí els tenim, tot molt ben empaquetadet amb llaç i tot.

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