lunes, 26 de agosto de 2013

LA 9 DE LECLERC


 
La moral es un estado de ánimo. Es la tenacidad, valentía y esperanza. Es la confianza y lealtad. El espíritu de equipo y la determinación. George Marshall

Episodio harto conocido, la liberación de París por parte de los Aliados entre el 19 y el 25 de Agosto de 1944 es un icono del inicio de la nueva Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Cualquier ciudadano puede, de forma inmediata, señalar alguna imagen de aquellas jornadas: el General De Gaulle en los Campos Eliseos, los GI americanos desfilando entre el entusiasmo de los parisinos, la División Acorazada Leclerc…

Es precisamente la 2ª División Acorazada Leclerc la que motiva este escrito. Sus soldados uniformados y pertrechados a la americana, sin duda servían en una unidad francesa, pero muchos de sus efectivos hablaban español. Se trataba de los integrantes de la insigne Novena Compañía, “La 9”. Más de 150 hombres componían la novena (aunque en la División habían otros españoles desperdigados en otras unidades) y lucharon con tenacidad desde los desiertos africanos hasta el corazón de la Alemania nazi.

Todos hijos del exilio republicano tras la Guerra Civil, los combatientes que se incorporaron a la 2ª División, eran refugiados de los puertos del norte de Africa y de los campos de concentración habilitados por el gobierno francés. Pocas opciones disponían aquellos hombres a los que se les ofreció ser repatriados a España (con consecuencias fatales sin duda), hacer trabajos forzados o enrolarse en la Legión Extranjera…

Huelga decir que la mayoría eligieron el servicio de armas y de este modo seguir, de forma real, su lucha contra el fascismo. Mantuvieron entre la barbarie de la guerra, el convencimiento de que España seria liberada de la dictadura franquista tras la invasión y victoria aliada en Europa. Evidentemente,  esa posibilidad se malogró frente a los intereses geopolíticos de los EEUU y la más que previsible división del mundo entre dos bloques ideológicos y antagónicos.

Tras la derrota Republicana en España, la Caja de Pandora se abrió y liberó todos los males del mundo. La Segunda Guerra Mundial llevó a la sin razón al ser humano, pero como nos explica el mito clásico, en el fondo de la caja el hombre pudo conservar la esperanza. Los combatientes de la 9 fueron y son ejemplo de esa esperanza que se mantiene incólume en el alma de los individuos tenaces, leales y confiados en el valor de sus iguales…

Al final la guerra, de la compañía  poco más de una quincena de soldados continuaban en activo. Hoy son motivo de reflexión y reconocimiento. In memoriam.

POLITICA ES MORAL

martes, 20 de agosto de 2013

FEDERICO



Un muerto en España está más vivo como muerto que en ningún sitio del mundo. Federico García Lorca

El 18 de agosto de 1936 murió fusilado en Granada, Federico García Lorca. Tarde llega esta memoria que pretende ser mancomunada, pero quien escribe estas líneas recordaba y pensaba, pero no pudo escribir nada.

En estos días a los que el calendario romano puso el nombre de Cesar Augusto, la parcheada piel de toro ve como se le tensan las costuras. Razones que no lo son cobran fuerza y por el contrario, las transparentes verdades a posta se enturbian.
 
Crisis de valores por encima de la económica, al ciudadano le llega el dogma estéril y útil a los nuevos dictadores mientras de forma burda, el criterio propio se le extirpa. Así, cachorros inconscientes e incultos, alaban y magnifican a una dictadura que nos castró durante cuarenta años. Así, un gobierno que privatiza servicios públicos y menosprecia el bienestar de aquellos a los que supuestamente representa, restaura la tumba del dictador que personifica a la España más amarga y negra. ¡Como de difícil resulta amar a una madre tan extraña!.  Con su permiso, quien suscribe estas líneas muy español siempre ha creído ser. Un español viejo y cansado de las continuas traiciones y de los brindis al sol. El que escribe creyó en las oportunidades con el ansia del cachorro que desea los senos maternos: los constitucionalistas de Cádiz, la difícil federación de la primera República, la Segunda República…

Esta madre lozana, tan hermosa como explicarse se pueda, ha sido y es muy puta y tabernera. No es de extrañar pues, que ninguno de sus hijos le quiera. Así, la ruptura de las familias llega. Así mientras los medios de comunicación olvidan a Federico y ensalzan a sus verdugos los “sin nadie” como yo, nos atrevemos a robar las palabras del poeta y afirmar en primera persona: “Yo soy hermano de todos y execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta por el solo hecho de que ama a su patria con una venda en los ojos. El chino bueno está más cerca de mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la médula; pero antes que esto soy hombre del mundo y hermano de todos”…

Hablar de Lorca puede quedarse en un abundar en la obra de uno de los mayores y más relevantes poetas y dramaturgos españoles. Puede ceñirse a su adscripción a la Generación del 27, puede hablarse de su muerte traicionera y odiosa. 
Más no ha de ser Federico causa de dolor y añoranza. El hombre que así se llamaba pintó con lienzos preñados de palabras la esperanza de España.

A Lorca lo mató la sinrazón de una patria traidora a sus hijos, que por no saber no sabe cultivar sus jardines y por el contrario hace crecer los yermos.  Hoy y siempre, Lorca somos todos.

POLITICA ES MORAL