viernes, 20 de febrero de 2015

¿MAS VALE MALO CONOCIDO?…


 
Si todos los políticos son iguales, si todos los partidos son iguales, si nada va a cambiar, ¿para qué votar?...
 
Estimados ciudadanos, existe una única razón y de un valor incalculable. Votar es lo único que se ha demostrado eficaz, para bien y para mal, en nuestra democracia.
Todo activismo frente a los problemas o a las manifiestas injusticias sociales, se ha estrellado contra unos gobiernos que han hecho de sus mayorías patentes de corso. Podemos mirar a otro lado y decir que no, que la calle es el escenario de la voluntad popular, pero la realidad es otra, nos guste o no…
 
Cada cuatro años se convocan elecciones a nivel local, autonómico y estatal, en Europa cada cinco. Es en el momento de esos comicios, cuando un sistema electoral manifiestamente injusto puede ser la trampa de aquellos que pretenden manipularlo. ¿Qué debemos hacer entonces?, ¿a quién hemos de votar para conseguir un verdadero cambio?. Sencillo, primero imponernos la obligación de emitir nuestro voto, pues a pesar de la abstención, la representación se otorga en base a los sufragios de una minoría social (recordemos que un 50% de participación se considera un éxito y lo normal es no llegar ni al 45%).
 
Primer punto de atención, cuanto mayor sea la participación, más real será la representación social de los cargos electos.
Sin duda la abstención es un derecho, pero atendiendo a la experiencia pasada, en nada afecta a los partidos mayoritarios. Votar en blanco visualiza el descontento frente al sistema, pero abona un terreno estéril. Trocar blanco en siglas podría ayudar a las alternativas con menos votos a tener representación. No incidiré en demasía en los votos nulos, pues estos son escasos y en realidad tienen el mismo efecto que la abstención (en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, en mi pueblo, algunos votantes escribieron en las papeletas frases de protesta y tras quedarse muy a gusto, regresaron a  casa sin haber conseguido nada de provecho).
 
Segundo punto de atención, ¿la mayoría absoluta representa realmente a la mayoría social?.
Sin ninguna duda, no. La Ley electoral parece estar diseñada para el bipartidismo. Si desean comprobarlo, revisen los resultados de cualquier elección y verán como partidos con una menor cantidad de votos consiguen más escaños que otros…
 
Tercer punto de atención, ¿qué opción nos queda para alterar una realidad injusta?
En mi humilde opinión, votar a partidos minoritarios. Romper con ese gesto la estructura del inmovilismo clientelista, en definitiva romper la baraja que hasta la fecha han usado los tahúres conocidos. No vale decir que todos los políticos son iguales, ¿Cómo podemos afirmarlo hasta que no puedan hacer una verdadera labor de gobierno?.
 
Hemos de informarnos, acercarnos realmente a los candidatos y sus propuestas, analizar los partidos en su espectro más amplio, valorar el trabajo tangible realizado en el verdadero activismo social y entonces, tras ejercer nuestro verdadero cargo de ciudadanos, optar en conciencia en el momento de introducir nuestro voto en las urnas.
No quisiera omitir una obligación autoimpuesta. No esconderé  que estoy integrado en una formación política, la misma concurrirá en las próximas elecciones municipales y estoy seguro que soy y somos tan sospechosos como cualquier otro partido que en el pasado se postulase a hacer las cosas mejor. Pero lo cierto, lo que es innegable es que nada del pasado nos lastra el futuro. Siendo así, ¿no creen que iniciativas nuevas merecen una oportunidad?. Interesadamente yo afirmo que sí, pero la respuesta estará, como siempre, en todo y cado uno de los habitantes de mi pueblo…
 
Cuarto punto de atención, ¿podemos asegurar la eficacia y la eficiencia de los partidos alternativos una vez gobiernen?.
Sin duda la respuesta es sí. En cualquier caso y como ya he reflexionado anteriormente, todo pasa por una masiva presencia de votantes para conseguir representación de esos partidos. De nada sirve una gran propuesta si no se plasma en una representación real en los órganos de gobierno.
 
De veras, ser ciudadano es un cargo público en sí mismo y como tal obliga. Llegarán los comicios, si no hacemos nada, si damos por bueno que decidan otros, si nos dejamos llevar por la gradilocuencia de aquellos que tienen más recursos para propaganda, para manipular los medios de comunicación, para convocar actos lúdicos y para sonreirnos sin decoro mientras no buscan más que nuestro voto, entonces caeremos en la vieja trampa como conejos frente a los focos de un coche.
 
Quinto y último punto de atención. Cuando no hacemos lo que toca, viene otro y lo hace por nosotros. No queda otra, el que quiera peces que se moje el culo y han de creerme, por ir a votar nadie ha pillado una pulmonía.

POLITICA ES MORAL

YO SOY UN CIUDADANO


 
 
Que uno ya es viejo antes de hora, como ya he dicho muchas veces, ya no sorprende a nadie.
Lo peor de mirarse al espejo no es verse las arrugas, lo más doloroso es mirarse el alma. Algo no tangible, se convierte en cuaderno de bitácora y sin duda, nos marca el rumbo…
 
No me gusta lo que veo, ni en proximidad ni en lejanía, pues buscando adalides que promuevan cambios, tan solo encuentro lerruxistas que como alternativa proponen zancadillas que cambien rostros y no fondos. Y aquí estamos, opinando, para tras hacerlo, recibir en mitad de los morros.
Tiempo hace que sigo la propuesta que significaba Ciudadanos, menos hace que observo la de Podemos y ¿saben ustedes?, me parecen lo mismo. Tan solo veo dos estilos, uno neo-grounge y otro propio del “after-work” financiero, en resumen, forma y no fondo. Al final, populismo que a la ciudadanía le hace sentir parte de un cambio cómodo.
 
Sobre el papel, ambas formaciones pivotan en aspectos de regeneración que se demuestran básicos e inapelables: erradicar la corrupción, acabar con la casta política acomodaticia, establecer criterios de política transparente, incidir en las personas y no en las entidades bancarias, en definitiva, cambiar las cosas…
Y las cosas son como son y no de otra manera. Aquí, lo que primará será la opción menos peligrosa, la más atractiva a los ojos, la menos hiriente para los intereses de las élites extractivas que ya en el pasado  han ido devorando a los corderos díscolos.
 
Los movimientos de los medios de comunicación, fieles servidores del poder, muestran la estrategia contra el “bolivarismo podemista”. Ciudadanos ofrece a un Pablo Iglesias sin coleta ni exabruptos hirientes. Albert Rivera es una imagen de corrección y respeto, de elegancia integrada en el carácter, es el yerno perfecto. Habremos de esperar para saber si se imponen los deseos de los padres bienintencionados o el enamoramiento de la hija hacia ese novio que no se pone corbata ni en los entierros.
Al margen de ironías, ambas opciones responden al descontento que ha ido creciendo constantemente y de forma exponencial en lo que denominamos sociedad. Pero, ¿la ciudadanía hará el esfuerzo de analizar y poner en valor lo que las proclamas llevan dentro?. Díganme pesimista, creo que no. Si así fuese observarían que Podemos establece que no son ni de izquierda ni de derecha, verían claramente que Ciudadanos afirma que situarse a un lado u otro es caduco y cosa del pasado. La derivada lógica sería querer saber más…
 
Y puestos a saber, hay que saber que Pablo Iglesias cuenta con la ilusión crecida en la rabia y en la impotencia, en el frentismo a los indignos partidos que han dicho representarnos. Esa es su fuerza carente de propuestas prácticas. Por otra parte, Albert Rivera, en un posibilismo admirable y en base a un práctico liberalismo progresista (concepto que comparto), se ha hecho merecedor del apoyo de los verdaderos poderes fácticos del Estado.
No me genera confianza ver como partiendo de un espacio de izquierda no nacionalista, Ciudadanos ha evolucionado a una posición ultra liberal. Proponen fórmulas para regenerar la economía que si bien podrían ser eficaces a largo plazo, en la inmediatez no contemplan soluciones de contingencia en un entorno socio-económico ya devastado por políticas conservadoras y basadas en la privatización que han llevado al límite a las familias de este país.
 
La presentación del programa económico del partido de Albert Rivera congregó a lo mejor de casa. Representantes de la derecha más tradicional, financieros, medios de comunicación afines al PP y teóricos de la economía neoliberal, aplaudieron en un foro lleno hasta la bandera a su nuevo Cincinato. Encumbraron con satisfacción la juventud y la valentía de un Hermes que sabrá llevar a todos los hogares la buena nueva de un futuro brillante…
¿Saben?, el regalo queda bonito antes de abrir la caja, pues al hacerlo, se nos aparecerá  un Rajoy riendo hacia los adentros. Se plantea un contrato único, flexibilidad absoluta pero “segura”, despido libre pero “protegido” y en resumen menos presencia de lo público como garante de lo que conocemos como sociedad del bienestar.
 
Lo siento, “lo público” es necesario, sin duda debe regenerarse, pero es necesario. Los acompañantes de Rivera en su acto de presentación del programa económico, son aquellos que propugnan la privatización de la sanidad, la educación y los servicios de interés general.
Espero, como decía anteriormente, que los ciudadanos vayan más allá de los titulares que periódicos, emisoras y televisiones ofrezcan. Deseo que a la hora de depositar sus votos, lo hagan a favor de los más capaces y no de los que más salgan en las fotos. Un día se nos convenció de que en España ya no había trabajadores, se nos dijo que todo era clase media. Ojalá sepamos atrincherarnos para defender el bienestar de nuestros hijos y no para pagar la televisión en la que se nos dice que ya hemos salido de la crisis.
 
Lo más doloroso de todo esto, es que habiendo caído los partidos tradicionales en los Idus de marzo, aquellos que los acuchillarán, pretenderán lo mismo que los que acaben de defenestrar. Pues seguirán siendo los patricios los que marquen lo que se deba legislar.

POLITICA ES MORAL

jueves, 19 de febrero de 2015

SANT JOAN DESPI Y LAS GUERRAS MÉDICAS.

 
 
 
Que el Egeo y el Adriático han sido la puerta de Asia y de Europa a un tiempo, no es descubrir nada nuevo. Siglos de conflictos entre oriente y occidente así lo demuestran. De hecho, no es hasta finales el siglo XIX que Grecia se sacude la bota Otomana y los Balcanes no dejarán de formar parte del imperio  Turco hasta el final de la Primera Guerra Mundial.
Pero la historia es vieja y ha de llevarnos al siglo V antes de Cristo. El inmenso Imperio Aqueménida asaltó el mundo helénico de forma casi constante y ese enfrentamiento entre griegos y persas duró casi dos siglos. Hubo de esperarse a la invasión de Persia por parte del macedonio Alejandro Magno, quien unificó el esfuerzo de guerra heleno, para que los aqueménidas fuesen batidos y disueltos…
Y aquí hemos de entender el origen de la debilidad del mastodóntico imperio asiático. Fue durante las denominadas Guerras Médicas, intentos fallidos de someter Egeo y Peloponeso, cuando las tradicionalmente antagónicas ciudades estado griegas, dejaron a un lado su fragmentada política y acometieron coordinadamente contra el potente y perseverante agresor.
Cierto es que no podemos hablar de un verdadero panhelenismo (la creación de un gran estado heleno), no en vano, tras las guerras con Asia, la Guerra del Peloponeso acabó con esa esperanza a causa del enfrentamiento entre Atenas y Esparta. Pero en aquel momento de necesidad extrema, con el enemigo a las puertas, no existía una vía que no fuese una pro-actividad mancomunada.
Llegados a este punto se estarán preguntando que narices pinta este desarrollo histórico en relación a un municipio como Sant Joan Despí. Pues miren ustedes, resulta alegórica la Grecia clásica como un remedo del Baix Llobregat.
Aquí, los Darios y Jerjes de turno llevan mucho tiempo ganando batallas. Una tras otra, han vencido en  las contiendas electorales y han marcado con sus estandartes el terreno ocupado. En cualquier caso, siempre han tenido la sensación de que no habían finiquitado la guerra, pues pequeños pequeños enclaves les han recordado que seguían sin poder imponer su pensamiento único y su despotismo no disimulado.
Toca que todos los políticos responsables de unas siglas se coordinen en unos mínimos, que todas las “ciudades estado” cierren filas cual hoplitas y sin dejar lugar a dudas, griten a los soberbios persas que hasta aquí han llegado.
POLITICA ES MORAL
 

EL BUHONERO SOCIALISTA

 

Veamos, antes de hablar, ¿tan dificil es pensar dos veces?...
 
Hace pocos días, leí la siguiente reflexión del que fue Secretario General del PSC, el Señor Pere Navarro:
 
"A partir del mes de mayo estamos decididos a gobernar allí dónde los ciudadanos nos otorguen su confianza, dando prioridad a lo que en realidad importa: a que de la crisis salgamos todos y no unos cuantos, y a que seamos capaces de blindar nuestro Estado del bienestar de los ataques despiadados de la derecha.
Lo haremos. Porque queremos hacerlo. Lo dijo Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE, “es posible una recuperación diferente. Una recuperación justa desde el socialismo que aúne mercado y democracia, competitividad y derechos laborales, crecimiento y cohesión social. Porque la política puede si la política quiere. Y nosotros queremos”.
 
Debo haber estado viviendo en otro mundo, pues leido lo leido yo no reconozco a un socialista al uso. Creí estar leyendo a regeneracionista de nuevo cuño, creí estar leyendo a un hombre limpio y justo. La verdad nos hace sabios y la realidad es que Pere Navarro miente...
 
La reflexión expuesta estaba dentro de un artículo del propio Navarro titulado “"charlatanes, curanderos y vendedores de crecepelo". Lo siento, si han aparecido buhoneros en los últimos tiempos, ha sido en las filas socialistas. Si ha sido doloroso encajar mentiras, lo ha sido más que nunca por las traiciones de los llamados progresistas.
 
Hay que tener bemoles para apelar a la historia del socialismo, hay que tener narices para mantener que los valores de progreso se encarnan en el PSOE y en sus franquicias. En resumen me desquicia observar, como en tantas ocasiones, que aquella que fue mi casa tiembla de cimientos y en lugar de acometer obras, se intenta salvar ajuar y porcelana.
 
Estamos en el tu más, en clamar al cielo por los delitos ajenos y omitir el propio. Estamos por desprestigiar a los “populistas” que prometen soluciones fáciles y olvidamos que prosperan por todo lo que no se tuvo la valentia de hacer. Pues como ha podido verse, la socialdemocracia vendió sus espacios de reivindicación y lucha a cambio de vestir púrpuras y pensar que eran élite...
 
A buenas horas mangas verdes...
 
Incidir ahora en las variables de equidad socioeconómica es casi histriónico. Desde la transición, debieron ponderarse en términos “justos”, sin que unas prevalecieran sobre las demás. ¿Que pasó en realidad?, vendimos la casa y nos fuimos de alquiler. Me gustaria que el señor Navarro platicase un poco con el Señor Gonzalez mientras se fuman un puro, igual se le atraganta el humo.
 
A estos desesperados inventores de la polvora hay que explicarles que nada nuevo vocean, que ninguna solución aportan. Pues es de cajón: es necesaria una economia productiva solida y sostenible para poder garantizar un reparto justo de la riqueza y del bienestar social. Pero cuidado, de la misma manera, sin una sociedad de auténticos ciudadanos, responsables y comprometidos, es imposible articular una economía justa y competitiva.
 
Decía Ortega: "Yo soy yo y mis circunstancias, y si no las salvo a éstas tampoco me salvo yo". Pues eso, mucho me temo que tanto reflexionar, leer e invertir el tiempo en aprender no me estén salvando.
 
Suerte que soy calvo y ya hace tiempo que no aspiro a que me crezca el pelo.
 
POLITICA ES MORAL

sábado, 14 de febrero de 2015

YO CREO QUE NO PODEMOS


 

Tiempo hace que ando observando la novedosa propuesta que Podemos parece traer a la política de la piel de toro. Créanme, la sensación fue ilusionante, pero pasando el tiempo se han despertado más dudas que certezas…
Todo estímulo que lleve a que la sociedad despierte es intrínsecamente positivo, todo lo que provoque respuesta frente a la apatía es necesario y bueno, pero no cabe duda de que la reacción de un pueblo debe basarse en el criterio subjetivo que más tarde genera lo que llamaríamos “conciencia común”. Los mantras vacios de contenido son útiles para unos pocos pero no para la mayoría.

Podemos crece en base a los espacios que la izquierda tradicional abandonó. Es lo que no hicieron PSOE e IU lo que dota de contenido vacio a la propuesta que lidera Pablo Iglesias. La caída de los gigantes y los pecados de los mismos es lo que les alimenta de argumentos…
Me preocupó sobremanera la sempiterna frase que se repite en los mítines y círculos, “no somos ni de izquierda ni de derecha”. Es cierto, tampoco la actual izquierda parece pertenecer a ningún sitio definido, no en balde se ha trasmutado como un camaleón cada vez que ha sido necesario. Como ya he reflexionado en otras ocasiones, se arrimaron al querer de las élites extractivas olvidando interesadamente que era, precisamente de estas, de las que tenían que proteger a la ciudadanía de base…

Y aquí llegamos. Siempre he considerado que la integridad está por encima de la ideología, pero precisamente esa integridad es lo que quita o da razones. Podemos empieza, en su crecer supuestamente exponencial, a dar muestras de no ser lo que parece. Apelando al sentido común pretende una base social amplia, lo que el propio líder del “movimiento” denomina “una marca ganadora”. Todo cabe en una olla que sin receta definida quiere llenar estómagos y mentes.
No vale todo, de veras, no vale todo. No es suficiente cambiar las formas de participación ciudadana (cuestión necesaria y que particularmente defiendo a capa y espada), tras las formas debe existir fondo y propuestas reales de futuro. De futuro, pues no es cierto que tras una hipotética victoria de Podemos en unos comicios generales, los problemas se solucionasen como por ensalmo.

Miren ustedes, cambiar la realidad no se basa en el inmediato frentismo. Cambiar la realidad pasa por advertir de que el camino será largo  y agotador. Por mucho que se bajen los sueldos de los representantes políticos, por mucho que se consiga una verdadera transparencia en la gestión de las instituciones, los resultados percibibles por la ciudadanía tardarán en llegar.
Podemos omite las espinas y focaliza en la ilusión de un pueblo ya instalado en el agotamiento, la desesperación y la rabia. Yo soy uno de esos ciudadanos que como muchos ha encajado la crisis, los abusos y ha soportado a delincuentes a los que los votos han dado patentes de corso. Pero precisamente por ello, no puedo felicitarme por una propuesta que afirma (en palabras de Jesús Montero) que el Banco de Santander no forma parte de la casta cuando todos sabemos que es y ha sido la sabia de la casta misma. No acepto que se caiga en el cacareado “tu mas” cuando se pilla de vellón a un dirigente por evasión de impuestos y los círculos responden que “todo se trata de un ataque para evitar que lleguemos al poder”…

Soy consciente de que es ingrato ir contracorriente, pero la verdad es necesaria y ahora más que nunca. Recuerdo a los movimientos de masas del pasado. Los adalides de la “voluntad popular”, ya lo he comentado anteriormente, acabaron siendo apoyados por élites que supuestamente eran sus antagonistas.
Por cierto, a fin de clarificar posiciones, soy de izquierdas, creo que la empresa es un bien social en sí misma, que crear riqueza aporta tributación susceptible de establecer una verdadera sociedad del bienestar, que todo cambio empieza por trabajar sin esconder la realidad.

Podemos cambiar las cosas, una sociedad más justa sin duda es posible, pero lo que haya de ser deberá basarse en los hechos y no en las palabras. Cuando escuché aquello de “su odio nuestra sonrisa”, empecé a ponerme serio…

POLITICA ES MORAL

viernes, 13 de febrero de 2015

LA TONTUNA DE LEÓNIDAS


 
 

Buenoooo, que vienen los persas, que peligra Grecia, que debemos hacer algo….

“Oye, que en Atenas andamos liados con lo de las esculturas y el arte. Porfaaaa, vais pasando vosotros y si realmente hace falta, ya iremos”.

Y ya ves a Leónidas cagándose en las faldas plisadas y en los jodidos Juegos Olímpicos, maldiciendo el día que decidió tomar las armas y dejar los estudios, escupiendo sobre su suerte…

Y claro, los persas no son tontos, viven de puta madre y puestos a invadir, mejor que sea con poco ruido y a ser posible sin mancharse de sangre. Jerjes, un tipo espabilado como pocos va y le envía un e-mail a Leónidas invitándole a un brunch para ofrecerle un negocio muy rentable. La verdad es que el catering resultó cojonudo, no faltaba de nada y el vino era un reserva excepcional.
“Oye, mira, que si nos permites recalificar el Peloponeso, te damos un 10% y te fichamos como gerente de la empresa. Pasta larga, te lo prometo”. Y Leónidas que va y se lo piensa, que ya va siendo hora de coche nuevo, ropa de calidad y de viajar un poco. “Jerjes, ¿esto como se haría?”. Fácil era el tema, jodiendo a los atenienses, el espartano se aseguraba su futuro y el de sus descendientes.

A fe mía que la cosa era para decir que sí, que ya tocaba, que cada palo aguante su vela, que ya demasiadas cicatrices marcaban su cuerpo. Pero va el tonto del haba y se pone a pensar y abonar conciencia y contesta que no, que un día comprometió su palabra y que debe cumplirla…
 
Los persas aún se están riendo, "¿será posible la gilipollez del tío?”. “¿No se da cuenta de que nadie le agradecerá dejarse el culo en esto de la guerra?”. Y así fue, el bueno de Leo espichó en las Termópilas e iluso como pocos, tan solo pidió que se le recordase.
El otro día, buscando el significado de tonto, me sorprendió ver, acompañando a la definición, la efigie de Leónidas. Creo que no se me va a olvidar nunca, se lo debo…

POLITICA ES MORAL

 

SOCIALISTAS. GUERRA O REVOLUCIÓN



El gran desafío de la nueva ejecutiva socialista, tras la victoria del Partido Popular en las últimas elecciones generales, era recuperar el control de la situación en sus reinos de taifas y establecer una estructura de poder que pudiese dirigir de forma eficiente, permítanme la licencia, “el esfuerzo de guerra”…
La realidad, como en otras épocas del pasado de España, se ha impuesto del peor modo. Las disensiones internas de los socialistas desdibujaron el objetivo que autentificó su papel. Me refiero a luchar por la justicia social basada en la sociedad del bienestar.

Convertidos en mercaderes e incorporados a las élites extractivas de las que decían defender al pueblo, los responsables de PSOE y sus representantes autonómicos, se abandonaron a la ilícita lucha por mantener el estatus al margen del interés de sus votantes. Como en la Guerra Civil, unos pugnaron por hacer “la revolución y la guerra al mismo tiempo” y otros por “ganar primero la guerra y después la revolución”. El espacio abandonado en el frente, permitió que la derecha más conservadora e involucionista cerrase filas y avanzase sin encontrar resistencia.
Entestados en aquello de que si galgos, que si podencos,las disensiones internas fueron y son continuas. El miedo a perder cuotas de poder llevó al paroxismo, a la ceguera interesada y los votantes, finalmente, despertaron. Sabiéndose huérfanos, se acercaron a opciones que a priori, por nuevas, ofrecían una verdadera posibilidad de cambio. Hasta aquí llego la montura, cansada y escuálida, pero próxima a fenecer y contra todo pronóstico, se entesta en seguir a un galope que ya no puede mantener.


Las traiciones entre dirigentes, los adelantos interesados de comicios como los andaluces, la perdida de la transversalidad en las nacionalidades históricas y la imperiosa necesidad de tapar los agujeros, que en la decencia socialista, ha provocado la innegable corrupción, llevan a que el “socialismo”, cual Saturno, devore a sus hijos…

El avestruz socialdemócrata entierra su cabeza y los factótums socialistas sienten como la soga se les aprieta al gaznate. Podemos es el peor síntoma de la propia realidad. Ya  no son ni están y por sorpresa, algunas formaciones vacías de programa, hacen de la caída del gigante su contenido.De veras, esto ya es pandemia. Lo de Pedro Sanchez y Tomás Gómez en Madrid es tan solo un síntoma, la peste bubónica ya ha afectado a todos los rincones del reino, los barones se limitan a luchar por la propia vida y hasta en los pueblos más pequeños, llegadas las municipales, se darán de dentelladas por conservar los castillos.

En mi ciudad se ejemplifica lo narrado, viejos combatientes desempolvan armas y retornan a la pugna, dicen pretender retomar un pasado digno. Frente a ellos, los que un día fueron cachorros y que con el tiempo han mordido la mano de su amo, es decir el ciudadano. Yo no entiendo nada y lo entiendo todo, ya no son socialistas los que gobiernan, son políticos vacios que faltos de verdades habrán de retirarse.
Decía un cartel de Solidaritat Catalana en 1980 que “la izquierda no hace nada a derechas”. Todo parece indicarlo, ¿pero saben ustedes?, algunos decimos que no es cierto, que el progresismo es la vía y que por mucho que se mire, con la que tenemos encima, no queda otra.

Me gustará salir a la palestra y en mitad de las falsas tormentas ideológicas, afirmar que una sociedad justa es posible.  Espero que merezcamos ser escuchados…
POLITICA ES MORAL