lunes, 15 de julio de 2013

LOS CALCETINES DE RAJOY

 

 
En la vorágine de los mensajes sms, las declaraciones de políticos de todo color, la aparente inactividad de la justicia y la incomprensible apatía de una sociedad que lejos de plantar “patíbulos”, planta sombrillas playeras, toca pensar en el triste Presidente de las Españas…
 
Mariano Rajoy es un hombre que gracias a su retranca gallega es capaz de soportar un fuego cruzado sin moverse de la trinchera. Podríamos decir que nada puede esperarse de su iniciativa de combate, pero sin duda, parece tener una insondable capacidad de encajar daños. Tras leer el universo de la rancia derecha tradicionalista, creo que tan solo fue, es y ha sido, un muy leal y eficaz testaferro de un partido que necesitaba hacer una política de tierra quemada forzando dejar al margen a los déspotas que deberían aparecer como salvadores de la patria tras la supuesta debacle.
 
El Ministerio de Propaganda del PP, mediante su Ministro Pedro J. Ramírez, está cerrando el círculo en torno al Presidente. Denuncia, de forma supuestamente desinteresada, la indignidad de un Gobierno que en realidad ha tenido como principal labor tapar mediante cortinas de humo, las labores de exterminio del estado del bienestar por parte de los escuadrones ultra-liberales.
 
El posicionamiento del insigne gallego como cúspide de la estructura de la derecha española fue sorprendente, nadie puede negarlo. Más ha de considerarse que se trató de una opción mejor de lo que podía esperarse tras la época Aznar. Mariano, tenía hasta un nombre próximo, su forma de hablar era propia de un cuñado en una comida familiar y no daba miedo…
 
Hoy he recordado su aparición en la edición 2007 del Torneo “Conde de Godó” de tenis celebrado en Barcelona. En un momento de conversación tranquila en torno a una mesa, un avispado fotógrafo observo el desgaste de los talones de sus mocasines y los más que evidentes agujeros en los calcetines que vestía. Las instantáneas que se publicaron en toda la prensa provocaron que el partido dotase de una partida directa para vestuario de Don Mariano. Con los trajes, los zapatos y los calcetines el PP vistió al santo que debería convencer al “español medio” y más tarde ser sacrificado en aras del bien común de los “verdaderos patriotas”.
 
Estimado Presidente, nada es gratis en política, usted como buen gallego que de la desconfianza hace virtud, debería haber observado que se le vestía para un entierro. Esperanza ya ha pedido hora en la peluquería y Josemari se pone crece-pelo a toda prisa para que su nuevo bigote sea denso e impresionante.
POLITICA ES MORAL