"Allí
donde domina el derecho a la propiedad, donde todo se mide con dinero, no puede
hablarse de equidad y bienestar social." Santo Tomás Moro
Que
tanto decimos, que tantas quejas exclamamos, que nos pasan la mano y no nos
enteramos…
Hace pocos
días sucedió en Amsterdam, Holanda, el hecho de mayor relevancia de nuestro
presente y en base al mismo, de nuestro futuro. Se entonó el réquiem por el
llamado “estado del bienestar” y tras escucharlo, su ficticio cuerpo pasó al
crematorio de los fracasos bienintencionados…
Un rey
de nuevo cuño, encarnando los nuevos tiempos, anunció la aparición de un modelo
diferente de organización del Estado, la denominada “sociedad participativa”. Una nueva fórmula por la que la ciudadanía
se responsabilizará de su futuro. Literalmente, el monarca Guillermo afirmó: "El paso hacia una sociedad
participativa es particularmente notable en la seguridad social y en los que
necesiten cuidados de larga duración. Es precisamente en esos sectores donde el
clásico Estado de Bienestar de la segunda mitad del siglo XX ha producido
sistemas que en su forma actual ni son sostenibles ni están adaptados a las
expectativas de los ciudadanos".
Bueno,
no es menester ser muy inteligente para darse cuenta de que se nos advierte,
eso sí, con buenas palabras, de que se acabó, de que ya no hay más. Hacerse
rico cuesta lo de muchos y llegados a este punto de la crisis, a correr y
sálvese quien pueda…
Que sea Holanda el país de la
Unión Europea en el que por primera vez, se avise del final de la vía del
bienestar no es gratuito. Aún mantiene un porcentaje de desempleo del 7%, su economía
a pesar de un déficit público de difícil control, se mantiene a niveles
envidiables en la zona Euro y por ello, el “discurso real” tiene mayor gravedad.
Tomen nota, los recursos públicos llegarán hasta donde lleguen, todo lo demás
dependerá del esfuerzo de cada ciudadano. Los impuestos servirán para lavar
déficit y sin duda (no hubo reparo en afirmarlo) los sectores como la salud ,
las jubilaciones y la dependencia necesitaran reformas para poder garantizar su
sostenibilidad. ¿Les suena la cantinela?. Si los hermanos del norte gritan a
somatén, no le demos vueltas, a nosotros ya nos dan por desaparecidos.
Bien, Europa se privatiza y si
nosotros decimos ser europeos, ya podemos ir haciendo planes de pensiones,
asegurar nuestros riesgos y hacer un rinconcito por si vienen mal dadas. Al
menos en el Flandes que formó parte de un Imperio de la Españas, sin tapujos, un
jefe de Estado largó lo suyo y lo nuestro. Aquí seguimos mareando la perdiz y
tragándonos todos los cuentos que aquellos que nos gobiernan nos cuenten antes
de dormir…
POLITICA ES MORAL
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