jueves, 21 de junio de 2012

LA SEGUNDA GUERRA CIVIL



Hoy 27 de Julio, se cumplen catorce años del final de la Guerra Civil.

Hasta la fecha he pretendido alejar de mis pensamientos los recuerdos que aún me rompen el alma. Perdí a la mitad de mi familia y si miro de forma amplia, no puedo obviar que aquellos que no tuvieron tanta suerte, aquellos que murieron, sumaron más de dos millones. Conocí, conocimos, una vida supuestamente plena y tras un periodo de treinta y cinco años de Democracia regresó el caos. Realmente, la parcheada piel de toro no aprendió nada de su pasado.

España vivió un espejismo que todos reconocimos como sociedad del bienestar y que a la postre se convirtió en nuestra ruina. Mientras el dinero corría a raudales por las venas de la sociedad, una mal llamada clase política se dedicó, en componenda con los poderes fácticos tradicionales, a pervertir la sociedad democrática en una partitocrácia al margen de la población. Y llegó la crisis…

Entonces, la ciudadanía observo como las coberturas sociales desaparecían, los gobernantes miraban a otro lado intentando mantener su estatus y la falta de respuestas económicas nos llevó a un nuevo enfrentamiento entre territorios, clases sociales y odios viejos. Cuando los patricios que nos gobernaban vieron peligrar su posición, tiraron de todos los recursos necesarios para crear la sensación de culpabilidad fuera de sus áreas de competencia: La culpa es del estado, la culpa es de las autonomías, la culpa es de los españoles, la culpa es de los catalanes, los vascos son todos terroristas, los andaluces unos rentistas vagos, la culpa es siempre del vecino.

Mientras la crisis socio-económica más grande en la historia de España se agudizaba, las posiciones se radicalizaron en una necesaria huida hacia adelante de unos gobernantes incapaces y celosos de su propia existencia. El contrato social se rompió y estalló la violencia…

La ciudadanía dejó de poder cubrir sus necesidades básicas. Ante la imposibilidad de pagar hipotecas y alquileres, las familias se parapetaron e hicieron frente a las órdenes de desalojo. Se asaltaron supermercados para poder alimentarse, la población anciana empezó a morir en sus casas falta de atención sanitaria, los servicios de urgencias se vieron desbordados ante la desaparición de los ambulatorios locales y los transportes públicos dejaron de dar servicio, nadie pagaba.

En aras del bien común se actuó con violencia inusitada contra la reacción social, pero la mayoría de los cuerpos de seguridad del Estado se inhibió de obedecer órdenes que consideraron injustas. Muchos policías se convirtieron en garantes de las acciones populares y se enfrentaron a las instituciones a las que pertenecían. La derivada fue brutal. Empezaron los enfrentamientos armados y los mesías aparecieron como por ensalmo. En Catalunya y el País Vasco se proclamó la independencia del estado Español y se adoptaron medidas de autodefensa. El gobierno central reaccionó y lanzó al ejército a pacificar las zonas secesionistas. La guerra civil había comenzado…

La sociedad se abocó a dinámicas de proximidad. Los ayuntamientos buscaron fórmulas de sostenibilidad ya que el estado quedo desconectado de sus funciones integradoras. La Unión Europea miró a otro lado. La experiencia de la llamada “Revolución de Pericles” le había costado demasiado tan sólo dos años antes. En Grecia el sueño europeo murió y a los próceres de los países miembros les pareció que era mejor ceñirse a sus fronteras. Como tras la caída del Imperio Romano de Occidente, se involucionó hacia una nueva sociedad feudal. Una vez más España quedo sola frente a su destino y lo pagó muy caro.

El Reino Unido, incapaz de controlar a los desplazados del campo de Gibraltar, cerró fronteras y como medida de preventiva marcó un área de de seguridad en territorio español de cuatro kilómetros tierra adentro. Una batería de costa del ejército disparó contra un navío inglés y la respuesta fue la ocupación de casi la totalidad de la provincia de Cádiz.

En el norte de África la cosa fue peor. El ejército marroquí tomó sin encontrar resistencia Ceuta y Melilla. De facto, salvó de la inanición  a  sus habitantes. La respuesta fue salvaje y en el intento de recuperar las plazas perdidas, los enfrentamientos se cobraron más de 25.000 víctimas. Las Islas Canarias fueron invadidas poco después del desastre africano.

Mientras, una población exhausta luchaba en el interior de la península en la línea del Ebro y en la cornisa cantábrica. Una vez más la irreflexión provocó enfrentamientos brutales que llevaron a la miseria a todos los territorios. Estuviesen en línea de frente o no.

Como en 1939, muchos ciudadanos intentaron cruzar la frontera y entrar en Francia. Pero dada la ingente cantidad de exiliados, la república Francesa cerró el acceso e incluso actuó militarmente para asegurar su territorio y ocupó Andorra. Otro tanto intentó hacer Portugal, pero la extensión de su frontera común con España y la falta de barreras geográficas como los Pirineos, facilitó una invasión de su territorio. Los combates se decantaron por las tropas españolas pero con la ayuda del Reino Unido, se recuperó el terreno perdido y Extremadura, parte de Castilla y Galicia pasaron a estar ocupadas.

En ese punto se colapsó un mal llamado gobierno del Estado. Una coalición entre Alemania, Francia, Gran Bretaña, E.E.UU y Portugal, actuó en pinza y ocupó la totalidad de la Península Ibérica, así la Guerra Civil llegó a su fin…

España desapareció de facto. Galicia forma parte de Portugal. Cataluña y Aragón son territorio francés. Las Islas Baleares se convirtieron en lander alemán. País Vasco y Navarra alcanzaron el estatus de Estado. Canarias es territorio alauita y el otras veces orgulloso Estado Español está configurado por Asturias, Cantabria, La Rioja, Extremadura, las dos Castillas, Andalucía  Oriental (la occidental forma parte del Reino Unido), Valencia y Murcia.

Mis nietos me preguntan sobre aquel periodo de locura y desesperanza. Yo les contesto que nunca volverá a suceder. Mientras, sonrío emocionado cuando me cantan la Marsellesa. Por cierto, ayer el Barça ganó la Copa de Francia dos a cero contra el París Sant Germain.

Bonito partido…

POLITICA ES MORAL

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