Hagamos por olvidar o apartar por
un ratico cosas como nación, estado, bandera y honor patrio, ¿hace?. Hablemos
de gentes indignas y vayamos saneando –aunque
sea figuradamente- el ramaje de España.
Podría afirmar que esta moción de
censura al gobierno del Partido Popular ha sido, como se esperaba, más ruido
que nueces. En cualquier caso, necesario es que se zarandeen los árboles para
que caigan las castañas. Pero claro, aquí todito está bien enganchado con
Loctite (publicidad gratuita) y si algo ha de caer, se tratará de las gónadas y
los ovarios de los españolitos que al mundo mandó Dios y a los que una de las
los Españas ha de helarles el corazón.
Podemos salió a la palestra con
ganas de apuntalar su liderazgo en la izquierda y su objetivo era acochinar al
PSOE hasta hacerle ver que o con ellos o la inmediata es que los socialistas
acaben todos muertos y caminando hambrientos como los zombis de The Walking
Dead (más publicidad gratuita para
Netflix). Bien, en resumen, libreto de creatividad escasa, propuestas que no
son ningunas y tras parecer que hacemos, cada uno a su casa y hasta la próxima
que es tarde y amenaza lluvia.
A mí ya me joden tanto las formas
como el fondo, pues si me pongo hecho un basilisco al ver la interesada
inoperancia de nuestros políticos, más se me irrita el colon cuando les veo
caer en la desfachatez de la mala educación y del insulto. Miren, la verdad es
la verdad y puestos a no hacer nada, al menos el partido de nuestro actual
gobierno debería haber hecho mutis por el forro y dejarse de chulerías estilo
narco colombiano gritando plata o plomo. ¿Qué puñetas se piensa un Presidente
de gobierno asediado afirmando que el Partido Popular no es un partido
corrupto?. ¡Copón bendito!, al menos que callen, que rían por lo bajini pero
que no tengan los santos huevos de afirmar que los únicos que defienden a
España son ellos.
Pero claro, me dirán ustedes que
esto es una democracia y que los votos son los votos. Vale, les compro el
producto, pero que haya pasado todas las cribas hasta llegar al mercado, no
significa que la calidad del mismo no sea más que una olorosa descomposición
envasada. No sé, de veras que ya llevo demasiado tiempo sabiendo que no sé,
pero estoy harto de bravucones llenos de santa españolidad que se comportan
como chulos de puta de un lupanar de carretera.
¿Qué significa que un periodista como Jorge Bustos prefiera que gobiernen los
corruptos que los comunistas?. Sencillo, este articulista de El Mundo es un
poco todos aquellos que construyen la caspa de mi país y que quieren ser
hijosdalgo aunque sean unos muertos de hambre. Muchos de nuestros compatriotas
prefieren la gomina a un cabello sano y pagar por follar que establecer
relaciones sanas que hagan de eso tan hermoso del sexo un disfrute para todos.
Aquí señores, triunfan los ladrones por una sencilla razón: a muchos españoles
les mola tocar parné y a poder ser sin doblar para conseguirlo el espinazo. Mejor
que frene el carro, veo que se me va por el pedregal y no estoy para árnicas y
vendas.
En fin, todo lo dicho lo habré de
rematar con una mención honorífica a un ser indigno y zafio que se relame los
labios cuando cree imaginar la liberalidad de una mujer roja. Este carlanco
churretero, útil a sus indignos amos, se llama Rafael Hernando Fraile y a todas
luces representa lo peor de este esperpento que llamamos Parlamento. Las
bromitas con tufo a ligón crepuscular que ha dirigido a la portavoz del grupo
parlamentario de Podemos, la Señora Irene Montero, son propias de un mierda que
merece acabar con los morros rotos y pisoteado en la puerta de la discoteca.
Hartazgo de necedad
institucionalizada y de oportunistas que sirven intereses si ello les llena
bolsas, este país huele a mierda y ya no hay ambientador Air Wick que lo disimule
(más publicidad gratuita). Creo que voy a dar una vuelta por la zona oscura. Me
parece que tanto rezarle a la Santa Democracia más que curarme el alma me va
incitando a cortar lenguas y diría que a todas luces –antes lo apuntaba- mejor
que me esté quieto.
Sin que sirva de precedente, hago
mías las palabras de Pablo Iglesias: España es un gran país, pero sepan una cosa, sin estas gentes del Partido Popular lo sería
todavía mejor. Por cierto la Señora a la que menospreció Rafael Hernando, en el
debate de la moción de censura, relató sesenta y cinco casos de corrupción del
Partido Popular en unos densos y tensos ochenta y cinco segundos. Claro, la
lógica de nuestro Gobierno, en la persona de su portavoz, era replicar a la
congresista haciéndonos imaginar cómo su
novio le toca las tetas.
El peligro rojo ha vuelto,
defendamos los créditos que nos permiten comprar el televisor de cincuenta
pulgadas con un sueldo de setecientos euros. ¡Ay mi querido Labordeta!, ¡qué
razón tenías!. ¡Váyanse a la mierda!.
POLITICA ES MORAL
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