La política se va transformando
en un campo de batalla entre lobbistas. Los medios trivializan los problemas
graves. Con frecuencia, la democracia parece un juego virtual para
consumidores, en vez de un trabajo en serio para ciudadanos serios. Václav Havel
Bien, no puedo evitar fabular
sobre el teatro que acoge el folletín de nuestro gran prócer Rodrigo Rato. ¿Qué
hace que sea ahora cuando aparezca una actuación contra el gran valedor de la
política económica del Partido Popular?. Sencillo, es momento de cambios, pues
no queda otra que desmontar el sistema para dejarlo igual…
Se acercan las elecciones
municipales y más tarde las estatales. Las élites extractivas que
tradicionalmente han hecho del partido de Rajoy herramienta y camino, ya han
criado a un sustituto a los populares tras el fracaso del engendro que ha
supuesto Rosa López y su formación UPyD. Ciudadanos ya está listo, crecido y
sano, es el momento del “cambio”.
Mucho podemos hablar de los
gobiernos de Aznar, Rajoy y Zapatero, pero la cuestión es acercarse a aquellos
que no salen en la foto. Los poderes fácticos utilizan la política para sus
intereses y cuando los políticos a los que han engordado fenecen por obesidad
mórbida, es momento de proclamar un nuevo liderazgo, es el momento de ensalzar
a un nuevo líder…
Las noticias de los últimos días,
la aparente reacción de la justicia frente a los corruptos, es la
escenificación para abrir las puertas de Jerusalén a los nuevos mesías. Nos
guste o no, la ciudadanía ha sido condenada a mirar sin ver, a creer en lo que
no se conoce, a servir a los amos de la granja.
Nada más útil que emborrachar al
ciudadano con información densa y constante. Cuanto más cerca están los árboles
menos se puede ver el bosque, así son las cosas. No me veo capaz de hacer mayor
análisis en este momento, es agotador el observar que la sociedad no analiza el
fondo y por el contrario se queda con los mantras que, hasta la saciedad, se
repiten.
La derecha más reaccionaria sabe
perfectamente como defender sus intereses y para ello crea las estructuras
necesarias, siempre habrá aprendices de brujo dispuestos a vender su integridad
a cambio de las púrpuras de un supuesto poder. No pasa nada si el Partido
Popular pierde representación o si el Partido Socialista se deglute a sí mismo.
La regeneración de la Democracia ya está en marcha, la mentira seguirá siendo
cierta…
Por mi parte sigo confiando en la
política de proximidad, en la participación ciudadana, en aquello tan diluido y
desprestigiado que se llamó municipalismo, pues los que creemos que el
ciudadano es el primer nivel de gobierno, nos entestamos en que la realidad
deberá cambiar de la parte al todo y no a la inversa.
Lo de Rato ha sido una detonación
controlada, los supuestos destrozos impedirán llegar al fondo de la infecta
mina y en la supuesta operación de rescate de los intereses comunes, nuevos
líderes se ganarán el respeto de los votantes.
Mil veces dicho, no hay peor
ciego que el que no quiere ver.
POLITICA ES MORAL