La
injusticia, siempre mala, es horrible ejercida contra un desdichado. Concepción
Arenal
Entre
una cantidad ingente de información, he quedado prendado de una perla digna de
las peores pesadillas sociales. La negación del individuo ya es un hecho, una
realidad fría y degradante que nos golpea brutalmente, haciéndonos tomar
conciencia de que la “sociedad del bienestar” ha muerto.
El Real Decreto 20/2012 establece que cualquier
empleado público que caiga enfermo dejará de percibir un 50% de su retribución
durante los tres primeros días de la baja y desde entonces hasta el vigésimo
día, un 25% menos. Eso sí, la norma da la posibilidad de que sean las
autonomías las que complementen desde el inicio de la baja siempre y cuando
esté “debidamente justificado”…
No debemos olvidar que en algunas autonomías los
recortes en las prestaciones de baja por enfermedad son aún más sangrantes. Es
evidente que una norma como la que se pretende aplicar es injusta y fuera de
lugar más allá de las medidas de ajuste que deben presentarse a Bruselas para
dar viabilidad al Estado.
Se pretende que la rebaja salarial a empleados
públicos en incapacidad laboral “ahorre” 1.023 millones de euros en un trienio.
Es grato colaborar con el objetivo común…
El sector público ya no cubre las bajas en escuelas,
institutos, ambulatorios y hospitales. A partir de ahora veremos a los profesionales
como heroicos combatientes por el bien común, empezando por el de ellos mismos…
POLITICA ES MORAL
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