martes, 9 de octubre de 2012

ESPAÑA 1934 - 2012



La insurrección sólo puede entenderse teniendo en consideración los factores concurrentes en el momento. Unos de carácter ideológico, otros objetivos, como la deriva reaccionaria del gobierno.

En las últimas elecciones generales, la derecha obtuvo una victoria aplastante. Todo apuntaba a una gestión de gobierno de gran radicalidad, cuyo programa “real” hizo visible la voluntad de desmantelar todas las conquistas sociales alcanzadas por los partidos de izquierda desde la restauración de la Democracia.

La confrontación en todos los ámbitos (parlamento, medios de comunicación, la calle…), llego al paroxismo extremo. Los mensajes no eran vacíos, estaban llenos de rabia y deseo de venganza. El partido del gobierno era visto como un poder fáctico que deseaba acabar con los movimientos de representación social. Un análisis quizás acertado…

Con una izquierda fragmentada y enfrentada entre sus diferentes facciones, los territorios históricos realizaron una derivada cuya finalidad era la autodeterminación.

La consecuencia fue una “riña de gatos” en la que más de 1300 personas perdieron la vida y señaló el verdadero inicio de la Guerra Civil. Se trató  de la Revolución fallida de 1934…

Estoy seguro de que ustedes valoraban en mis palabras un presuntuoso análisis de la actualidad de España. No es el caso, pero habrán podido observar que seguimos sin memoria y es por ello que posiblemente dos generaciones vuelvan a expiar los pecados de una.

Recordar es una forma de aprender. Permítanme traer a su memoria  a José María Gil-Robles, presidente de la Confederación Española de Derechas Autónomas. El eslogan de campaña que les llevó a ser mayoría parlamentaria en 1933 era: “dadme la mayoría absoluta y os daré una España grande”…

POLITICA ES MORAL

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