miércoles, 9 de diciembre de 2015

OS VA A DOLER


Solo el coraje de luchar por algo o alguien da respeto en esta vida. El Barrio

He pasado un puente de la Constitución extraño. Por una parte he recibido la visita de unos amigos que son más que familia, por otro, he ido cociendo una bronquitis que me ha tenido a medio gas. Vamos, luces y sombras en un momento de ilusión compartida.

Hoy, rememorando estos últimos cuatro días, he percibido un más que evidente paralelismo entre la vida pública y mi propia realidad. Jodida la cosa, pueden creerme, pues verme retratado  en este momento que vivo, me hace más daño que a Dorian Gray. Conversando con uno de los amigos de los que les hablaba, he visto que todo lo aprendido, todo lo vivido, todo lo soportado, parece no servir de nada. Mil veces lo he reflexionado, salir de la cueva y ver la luz que existe fuera, más que sanar, lo más probable es que nos hiera…

Estoy cansado y pretendiendo soltar lastre, cada vez estoy más agobiado. Ha sido el hombre que me recuerda el sentido de la filantropía, el que me ha dado en el morro con fuerza  y a fe mía que me lo merecía. Estando de vuelta de casi todo, nada debería detener que aquello que algún valor me otorga, sea útil a mi entorno. Mi inquietud es hija de una insalvable preocupación por la sociedad, por mi sociedad, por las personas que merecen dejar de ser tratadas como gente y que parecen preferir tragarse las mentiras evitando las verdades que les hieren. Agradezco haber recibido una colleja a tiempo, por mucho que uno crea saber, siempre habrá un magister que nos muestre lo que de veras debemos hacer.

He de seguir batallando por mi casa y los míos, pero eso no debe inhibirme de comprometerme en la lucha por una sociedad justa. Empezaré por la palabra afilada e hiriente, sin cuartel, con voluntad de batir a los indignos catites que cambian su honra por los cuatro denarios que les cierran la boca. Me imagino que no será plato de gusto para aquellos, que a la fuerza, siente a mi mesa. Poco más queda por decir, de los metatores y los ingenieros que pretendemos construir puentes poco recuerda la historia, pero ¿quién puñetas espera trascendencia?. Es momento de desbocar a los corceles de la verdad, el arma de destrucción masiva más apocalíptica que jamás creó el hombre.

Me va una higa en este duelo, ganar o perder en nada cambia mi realidad, pero igual se rasgan algunos velos y les vemos las vergüenzas a los que se esconden tras ellos. Abandoné la política, es cierto, pero sigo con mi causa belli gerendi. Busquen la traducción, o no…

POLITICA ES MORAL

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