EL PARTIDO POPULAR Y BADALONA

Si no hacemos nada…, alguien viene y actúa por nosotros.

Mientras nuestros gobernantes han mirado hacia otro lado, los problemas se han ido enquistando. La norma ha sido gestionar en base a lo que se conoce como lo “políticamente correcto” (enorme eufemismo) y la realidad del día a día se ha obviado.

No puedo estar conforme, pero no me extraña en consecuencia la elección de un alcalde del PP en Badalona, municipio que forma parte del Area Metropolitana de Barcelona (218,000 habitantes en 2010 y 32.203 extranjeros, un 14,7 por ciento de la población total).

Badalona ha ido incorporando realidades socio-culturales complejas y de difícil gestión. Los gobiernos autonómicos y locales han pasado de “puntillas” sobre las cada vez mayores tensiones relacionales de la población de la ciudad (fuesen locales o nuevos ciudadanos). Sin embargo, la percepción de la población local (en gran parte procedente de la inmigración española de los años 60 y 70) es de “miedo” (un nefasto caldo de cultivo) a la musulmanización, la presencia de gitanos rumanos, etc…

Los nuevos ciudadanos de Badalona habitan mayoritariamente en cuatro barrios periféricos, los más degradados de la ciudad, ejemplos en algún caso de barraquismo, de autoconstrucción, de hacinamiento en pisos “patera” que también se ha traducido en la “ocupación” del espacio público por parte de colectivos sin actividad conocida y sociabilizante.

¿Se justifica en el entorno de la política catalana un alcalde del PP?..., en base ideológica no. Pero para la población local y también algunos colectivos de inmigrantes, significa entereza, firmeza e iniciativas prácticas para resolver un estado de cosas sin duda perjudiciales para la convivencia urbana. El ciudadano necesita respuestas…, en ocasiones rápidas.

También debería ser progresista saber poner límites. 

POLITICA ES MORAL