lunes, 19 de diciembre de 2016

RIVERA, NIETZSCHE Y EL REVERTE.


-Buenos días Magister. ¿Qué tal los canales de la levantina Venecia?

-Buen día, Condottiero. Parece que escampando, ya sabes, aquí la lluvia no podía durar mucho, aunque ha caído bien y era especialmente necesaria esta agua.

-Y qué tal por esa tierra?.

-Bien, la cosa es curiosa de vivir y explicar, pero lo peor, lo peor de todo, es que por mucho que expliques, allende los mares del Principado, nadie quiere entender nada y si creer en su particular veritas.

-Eso es porque no escuchamos y como no lo hacemos, no contrastamos opiniones, no tenemos sobre lo que pensar y nuestro pensamiento se hace monolítico.

-Y  por tanto peligroso, muy peligroso. ¿Sabe?, acontecen las profecías de otro tiempo y en su cumplimiento empiezo a ver lo baladí del esfuerzo. Es curioso, todo acaba en la misma vertiente y acaba enfangando la costa.

-Metáfora muy apropiada en estos días por el sureste. Ciertamente,  a veces es desolador comprobar que las posturas pesimistas son con frecuencia las únicas realistas.

-Pero, ¿cómo se enseña a las personas a escuchar y pensar?. Estoy muy cansado, ya no creo que debamos enseñar, creo que debemos imponer. Primero llevar la masa al horno y hacer pan, después ya veremos de qué se hace el bocadillo. Lo cual no deja de resultar bien triste, ergo realista…

-Es una forma de decir que, si no es a palos, no se obtiene del personal nada que valga la pena salvo pocas excepciones.

-Permítame. Imagine que tiene usted un hijo y que le cuida, le quiere, le enseña con el propio ejemplo, le muestra paciencia en los errores y júbilo en los aciertos, le provee de techo, alimento y educación para observar un día que el muy capullo se tira a la vida licenciosa y voluntariamente marginal. ¿Qué le correspondería hacer en esa situación?. Pues muy a su pesar, correspondería ingresar al muchacho en el “Proyecto Hombre” para que le hiciesen pasar el “mono” a la fuerza. ¿No sería un acto de generosidad de un buen padre?. Pues ahí es el lugar en el que estamos.

-Duro el ejemplo, pero comparto el mismo pues es acertado.

-Sí, así lo creo. Mire, ayer mismo me las crucé con un electo de Ciudadanos.

-Cuéntame ese encuentro, aunque poco me va a sorprender, sospecho…

-Veamos, me va una higa el que Ciudadanos se declare de centro izquierda, centro derecha, centro, arriba o abajo, pero lo que no acepto es que los supuestos adalides del bien común y la integridad "para todos" sean una maniobra más para establecer cuotas electorales que den beneficios allí donde deben darlos. Todo el follón de la izquierda no nacionalista en sus orígenes, la socialdemocracia limpia y comprometida de su adultez y la posición brillantemente liberal de adláteres del poder para conseguir el propio, hacen, una vez más, que aquella cantinela mía de que la integridad esté por encima de la ideología es una gilipollez. Quiero decir que ese noble concepto de ciudadanía no tuvo, tiene ni tendrá quien lo defienda de forma limpia y verdadera.

-Lo que comentas resulta evidente, pero me lleva a algunas reflexiones, posiblemente antipáticas y muy poco amables…

-¿Habría de sorprenderme?, lo evidente, amado Magister, es doblemente amargo.

-Lo es, pero -y en esto debo reiterarme- no se puede salvar a quien nos quiere ni pretende ser salvado. Los ciudadanos, en tanto que sujetos políticos (electores), tienen o han tenido la posibilidad de cambiar muchas cosas en este país. Sin embargo, han optado mayoritariamente por lo de siempre, o minoritariamente por opciones poco concretas o más destructivas que constructivas.

-No obstante, han podido decidirse por otras más concretas y moralmente sólidas. Me voy a permitir ahogarme en mi propia vergüenza, pues nunca pensé llegar aquí, me gustaría explicarle quienes somos. No nosotros, que somos ejemplo muy a nuestro pesar, sino quienes somos como país, como proyecto, como algo que no se qué mierda es, ¿puedo?.
-Deja ya la corrección esa que te gastas y explica…

-Bien, me subo a las palabras de nuestro paisano Pérez- Reverte y le afirmo con su misma vehemencia y rabia que lo que realmente nos indigna de ellos no es que robaran, sino que nos dejaran fuera del negocio. Esa y no otra es nuestra naturaleza, ergo, si existe algo que elegimos en conciencia. 

-Sí, bien triste resulta el darte razones ahora.

-¿Lo ve?, nadie, ni tan siquiera nosotros podemos apalancarnos a la contra de semejante verdad. Dicho lo dicho: ¿nacionalistas?, ¿españolistas?, ¿podemitas?, ¿alternativos?. ¿Quién puñetas  es digno de ser respetado y por tanto seguido?, nadie. El  tango que suena a todas horas es negocio bien llevado y estrategia para seguir asaltando camas ajenas. Mire, llegados a este momento, le doy gracias a Dios por saber que existe y que al  menos podemos ser algo más que carne con ojos.

-Apacigua, apacigua pero sepas que igual de agradecido estoy yo. La verdad es que la política tiene sentido en gran medida si se tiene el poder para ejecutar las ideas, el problema es cuando las ideas se abandonan y todo queda reducido a la obtención y mantenimiento de ese poder, por cualquiera de los medios y a costa de lo que sea.

-Ese fue el motivo de mi discusión con el representante de Ciudadanos…

-Porque ideas sin poder no van  más allá de un mero ejercicio intelectual. Ciudadanos  no tiene ideología, sencillamente, trató de aprovechar un momento de desprestigio de la clase política y de los partidos tradicionales para hacerse un hueco. Pero a partir de una indefinición ideológica palmaria, nada hay más allá de vender regeneración frente a la corrupción. Les comparan ahora con Upyd  y, sin embargo, aquellos, más allá de compartir o no sus posiciones, además de regeneración, aportaba ideas e iniciativas desde mi punto de vista, sólidas. Vamos, la acción política trataba de ir en paralelo a la acción ideológica y a pesar de ello, mira los resultados…

-Huxley dijo algo parecido a que la sociedad era tal por tener moralidad, siento no ser literal, pero es un apunte necesario. Esa "moralidad" se basa en unos principios que han de mancomunarse por convencimiento común y para ello debe estructurarse una base mostrable y extrapolable. En cualquier caso, cuando decimos algo así se nos tacha de "totalitarios" y yo digo que no,  yo digo (como usted apunta) que no todo vale, que gobernar no es ir a la contra, gobernar es proponer, decidir y actuar a riesgo de equivocarse. Sin duda, la aceptación de esa idea hace que la "moralidad ideológica" marque caminos transitables, lo políticamente correcto no procura nada para el progreso real. Lo gracioso de la cosa es que hay que echarle un par y salir  a los Monegros de nuestro tiempo y gritar algo así...

-Tienes razón, totalmente de acuerdo.

-Mire, decir según qué cosas te convierte en un protofascista. La realidad es que nada hay de real en la “guerra de religión" entre Catalanes y Españoles o Vascos o qué puñetas se yo. Aquí lo que rige es estar dentro del negocio.

-Yo creo que, tanto tú como yo, estamos muy por encima de calificativos. Que nos llamen fascistas, comunistas  o lo que sea nos da lo mismo; a mí, la verdad, es que me deja indiferente. Tengo las ideas claras, y ningún manguta me va a decir lo que soy.

-Me dirá de cepillo fácil, pero puestos a ser, prefiero ser militante de su partido.

-¡Será posible!. Bueno, formamos una cofradía por demás escasa de personal, así que yo me declararé también partidario de esas inexistentes siglas.

-Piense por un momento que nos toca la lotería esta Pascua, pongamos que 6 millones. Imagine que  decidimos, por nuestras gónadas, invertir dos en machacar la política local de nuestros amados pueblos. Salimos a la palestra sin tapujos, huyendo de criticar por criticar, poniendo encima de la mesa  propuestas de resolución veraces y afirmando que no deseamos cobrar por nuestro cargo electo, que nuestro ideario es realmente el de todos, seríamos –no lo dude- el hazmereír  de todo quisque. A la pregunta "¿usted que ideología tiene?, responderíamos que la que contempla el bien común y el cachondeo sería de calibre superior…

-Sigue, sigue, siendo la cosa triste, me estoy divirtiendo.

-Siendo así, regreso con la mula al trigo. Lo único que nos llevaría al poder seria repartir en las manos adecuadas los dos millones que como le decía, deseaba invertir. ¿Me sigue usted?.

-Cuánta razón tienes y qué desolador resulta el dártela.

-Mire, a la proclama "voten ustedes a nuestro partido y le daremos 200 € en efectivo o un vale para comprar en el Media Markt por el mismo importe”, la respuesta sería tan abrumadora que tendríamos mayoría absoluta –permítame el rebuzno- con la chorra en la mano.

-Sabes que eso fue  nuestra denostada  Restauración y escúchame, eso nos haría iguales a ellos. ¿Valdría la pena?...

-Sabe usted que no, por eso me duelo y por eso hablo con usted. Por eso necesito de nuestros paseos aunque no haya sol. Gana el determinismo fatalista y cae derrotado  mi optimismo que otrora creí invencible. Es el momento de la realidad amarga, es la victoria –ya lo repito demasiado- de los bárbaros.

-¡Vamos, vamos!. Son victorias pírricas, piénsalo. Ahora estamos en un interregno.

-He encontrado la frase de Huxley: la sociedad difiere de la naturaleza en que persigue una finalidad moral definida.

-Muy buena, avala muy oportunamente lo que estamos comentando. El interregno del que hablamos es esa situación de nihilismo de la que hablaba Nietzsche.

-Cierto, ni más ni menos…

-Nietzsche no era un nihilista, como muchas veces se le achaca. Atacó la moral judeocristiana, que ya estaba empezando a ver superada por la sociedad de su época y propugnaba una nueva moral que sustituyera aquella. Su temor era que, mientras se imponía la nueva moralidad, se creara un espacio vacío en el que todo valiera (dicho sea pedestremente).Esa nueva moral era la del "sobrehombre" (mejor que la del "superhombre", una mala traducción e interpretación de su pensamiento).

-¡Es cierto, muy cierto!. Por favor, continúe.

-No es que yo defienda esta evolución, pero los referentes éticos de la sociedad están seriamente erosionados y no hay propuestas referenciales nuevas, distintas por adaptadas al mundo que estamos haciendo y ese es el problema. Por eso, el común atiende más al ruido, se ha quedado sin referentes y no sabe ni lo que quiere ni lo que de verdad le conviene, como persona ni como sociedad.

-Así es  y puestos a preguntar, ¿qué podemos hacer?.

-Vaya  pregunta, hubo un tiempo en el que los intelectuales tenían peso, aportaban ideas y eran escuchados y respetados. Ahora eso se ha perdido, nuestros intelectuales están tan perdidos como la misma sociedad, y buscan más la originalidad, aunque sea estrafalaria, que el aportar soluciones a los problemas de hoy. Lo peor es que, si los hubiera, no tendrían foro donde manifestarse que llegara al meollo de la propia sociedad, con twits es difícil aportar nada sólido.

-Por eso depreciamos a los llamados "matones" como Pérez -Reverte. Decir la verdad hace que la mafia rusa o local te liquide (literal o figuradamente).

-Ahí lo tienes, él lo intenta hablando con el lenguaje de la calle y por eso se le tiene por un outsider , alguien extraño y ajeno al mundo de la “verdadera "cultura".

-Pero el problema es que ese lenguaje está vacío de contenido y no es poroso a que se de dote del mismo. Esto es mucho más sencillo, el liderazgo lo escriben con los pies tíos en calzones que cobran mucho y son guapos o meten goles. El pasado sábado se me llenó la cabeza de alabanzas a Cristiano Ronaldo y a Messi. Sin empacho se me dijo: “hombre, Ronaldo tiene motivos para ser soberbio. Si yo fuese guapo, millonario y atlético, si tuviese todo eso, esta noche no estaría sentado a tu lado". ¿Lo ve usted?...

-Lo veo y con esos mimbres, ¿qué pretendemos hacer?.

-Hombre Magister, ¡esa fue mi pregunta antes!. Pero en cualquier caso, para hacer un buen plato, hacen falta buenos ingredientes. Si están podridos, ya ve que guiso puede salir.

-Estamos en mundos superpuestos,  parece que vivimos en el mismo pero no es así. Por cierto, viene al caso, ¿has visto 1898?.

-Sí, la he visto. No es gran cosa la verdad, quizás espero demasiado del cine histórico y lo de los últimos de Baler se ha tratado como una triste serie B.

-Pues ya lo siento, porque el tema es bien sugestivo. No te lo he contado nunca, pero  tengo en casa una edición de los años 20 del libro que escribió Martín Cerezo y que leí hace más de 30 años. Me resultó apasionante y sin valorar lo acertado o no de aquella posición numantina, quienes allí estuvieron tenían principios rectores claros. Con sus debilidades, como seres humanos, pero sabían lo que hacían y lo que defendían.

-Volvemos a hablar de moralidad.

-Eso es. Lo que hicieron tenía un sentido para ellos, hoy, para la inmensa mayoría, su sentido se queda limitado a ver, como bien dices, si su equipo gana o pierde cada fin de semana. Media semana dándole vueltas al partido que se jugará y la otra media comentando si fue o no penalti. En eso pasan su vida y nada te digo de los "nativos tecnológicos". No sé quién y cómo cambiar esto, pero lo cierto es que el populacho está conforme y la "élite" muy tranquila; todos tienen o parecen tener lo que quieren. Los que no tragan, son "pepito grillos" y agoreros que sólo buscan soliviantar, cuando no se mueven por "oscuros intereses". Poca solución le veo yo a esto.

-Bien, solución a lo que hay, no hay, pero la cosa es pensar que lo que deba haber sea otra cosa. Quiero decir que no es mala idea eso de quemar las malas hierbas para abonar la tierra. Siento lo crudo de la idea, pero no me viene otra.

-A veces eres muy bestia, pero realmente ahí lo tienes. Nos hundimos, pero inmortalizando el momento, ahora sí que de verdad, los árboles nos han ocultado del todo el bosque, una pena…

-Recuerde, pperos, psoeros, podemitas, naranjitos, izquierdos-unidos, nacionalistas y frente a todos dos perretes de ladrar agudo pecando de soberbia a los ojos de todos los nacidos de madre. Mire,  la salida que se intuye es el fascismo, tanto da si es de izquierdas o derechas, en cualquier caso será el apestoso bálsamo de fierabrás del fascismo. Mientras,  vayamos preparando los menús de Navidad que el año nuevo ya nos dirá....

-¡Ah la Navidad!, ¡eso me resulta más grato e interesante!, pero no evita que me agobie el ver a qué punto estamos llegando. Te doy la razón en que  volvemos a las viejas fórmulas, y todo por causa de políticos mediocres y cobardes. Me sorprende el decirlo, pero esto es una mierda, te lo digo en serio.

-Recuerde, cuando no hacemos lo que toca, viene otro y lo hace por nosotros.

-¡Cuántas veces me acuerdo de tus palabras!,¡ no puedes imaginarte!. Es fastidioso que tengan que ser proféticas. En fin, quizá sea lo que merezcamos, un mundo regido por Trumps y Putines.

-Bueno, no nos preocupemos, los accionistas de las autopistas están esta Navidad contentos.

-Me estás soliviantando  y no te lo reprocho. ¡Hijos de mala madre!, qué vergüenza, no sé cómo calificarlo. Que nadie haya dicho nada, que no se exijan, aunque no se consigan, responsabilidades públicas y comparecencias, y que no les escupan por la calle como se debería hacer, me hace reafirmarme en que casi todo está perdido.

Moralidad, siempre lo mismo: falta de moralidad, en los que mandan y en el pueblo. No es casual el nombre de mi particular tribuna, un oxímoron fino y elegante. Hasta yo mismo me sonrío al leer política es moral. Mi propia tontuna  lo hace aún más sangrante.

Bueno, he de dejarte, voy a hacer un par de papeles que tengo aquí pendientes, pero si te parece, mañana seguimos hablando, ¿si?.

Sin duda. Cuidado con la lluvia, que no toda el agua es buena para la tierra y puede estropear las cosechas, también las de los naranjos.

POLITICA ES MORAL

1 comentario:

  1. Ay! No trago a Pérez-Reverte, me cuesta darle la razón en algo, pero, por lo demás, oh, cuánto acierto en calificar mi sentir... qué hastío, las últimas y penúltimas elecciones generales, saber que es responsabilidad votar, pero votar con tan poco corazón... y sentir que soy una especie en extinción, por hablar de corazón, y por hablar de elecciones como modelo para cambiar las cosas... seguiré honrando a mi padre, tratando de ser una persona íntegra,... aunque no me convenga. Total, si es que no hay tanto que perder... es por lo que no entiendo cómo tantos pasan tanto... el entretenimiento disponible es tan fatuo y gris... pero sigo pensando que mi interior, y lo que reflejo al exterior, no cambiará, y eso ya es una victoria... mientras no acabe con una úlcera... Saludos cordiales!

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