jueves, 7 de enero de 2016

VOTO A BRÍOS


La lengua no es la envoltura del pensamiento sino el pensamiento mismo. Miguel de Unamuno

Que uno es hombre de suertes, no es la primera vez que un servidor de ustedes lo declara, más no dejo de sorprenderme de acumular riqueza incluso cuando no tengo ganas. Ahí están los amigos que me despiertan del sesteo indolente y me imponen el bregar, cuando consideran que el lance es necesario y temen el que me haga de rogar.

Pues en el no hacer nada estaba y se llamó a somatén, pues en algún lugar se atacaba, sin piedad y con voluntad de exterminio, a la lengua castellana.  Se me requería en plenitud y así respondí y respondo, pues si hay algo vero, es que el valor del lenguaje se nos pierde sin remedo y más que hablar, parece que como canes ladramos.

Un hermano de lucha en esto de las letras se atrevió en territorio ignoto y a todas luces lleno de peligros, para poner luz a las dudas que algunos al hablar y escuchar tenemos. ¿Y saben ustedes?, al infeliz heraldo le tiraron piedras y también algún petardo, pues según parece lo que prima en estos días es olvidarse de las buenas formas y enterrando palabras, regresar a los gruñidos que supuestamente un día abandonamos para ser personas.

Siendo poca la gente que formamos el cuadro de piqueros, nos repartimos los trabajos cual caballeros de un remedo de la mesa redonda del mítico  Arturo. Nos propusimos llegar a todos los rincones del Reino y salvar aquellos vocablos que dicen de nosotros, explican detalles de linaje y nos dan y dieron forma. Ciertamente, valerosos como somos, salvamos bellas guirnaldas de letras que corrían el riesgo de ser mancilladas por una contumaz tosquedad de unos asilvestrados villanos que lejos de procurarse méritos que les honren como  ciudadanos, prefieren entender que sus ojos son las manos…

En nada podrán, los que ahora leen, negar mayor ni pequeña. A todas luces, la generación con mayor acceso a la educación y a la cultura, parece preferir navegar en lo que de forma llana se conoce como mierda. Si queridos sí, mierda que pinta paisajes apestosos e infectos en los que el hablar con corrección es cuestión a perseguir  y sorprendiendo a un bien hablado, sobre el mismo se debe escupir con  desprecio.

Tiempo ha que indignado escribí sobre el programa Mujeres, hombres y viceversa. Me preguntaba entonces como un  país como el nuestro, con tan vasta cultura en su ADN, podía disfrutar de programas que por justicia deberían suspenderse por vía ejecutiva. Decía yo tener vergüenza ajena y propia también, pero ¿saben ustedes?, según parece, soy un jodido carpetovetónico  anclado en una inútil añoranza del pasado. En cualquier caso, persevero, cual tonto ilusionado, en que son los otros los que están equivocados.

Me acojo a sagrado y confieso, cuando veo tetonas oxigenadas y mancebos recauchutados violar el más básico concepto de humanidad, escuchando como hablan, llego a la conclusión de que por encima de nosotros está cualquier animal.

Voto a bríos me he dado en llamar a este blocao de palabras y sin duda que pretendo con ello hacer alegoría de que defender la lengua pretendemos y pretendo. Según la Real Academia de la Lengua Española, voto a bríos es una locución interjectiva coloquial equivalente a ¡voto a Dios! y expresa cierto enojo y ánimo, valor y arrojo en la tarea emprendida.

Pues eso, hablemos y de hablar hagamos ganancia y tesoro.

POLITICA ES MORAL 

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