viernes, 14 de diciembre de 2012

MILAGRO DE NAVIDAD



Mientas Benedicto XVI ha expulsado del portal de Belén a la mula y al buey, otros padres de la iglesia han puesto en marcha soluciones para aquellas familias que se encuentran en riesgo de exclusión.

En estas fechas navideñas, extrañas por su tristeza, pareciera que se ha obrado un milagro y la esperanza existe fuera de la película “¡Qué bello es vivir!” del genial Frank Capra. Ha sido la ciudad de Lérida el lugar donde la fe se recupera, donde las palabras toman consistencia. En la lengua oficial vaticana “factum non verbum” (hechos, no palabras)…

Joan Piris, Obispo de la Diócesis leridana, ha aportado una tenue luz a una oscuridad que se cierne día a día sobre el ánimo de muchas personas, sean estas creyentes o no.  Ha cedido el edificio del antiguo seminario para dar cobijo a personas desahuciadas. Cierto es que serán necesarias reformas para acondicionar una construcción vieja y carente de muchas comodidades básicas, pero a poco que la sociedad se movilice, se conseguirá llegar a una solución dentro de un mar de problemas.

No pretendo que ustedes comprendan mi alegría frente a la posición adoptada por el Obispo Piris, pero para alguien a quien le resulta difícil  mantener la fe, contraponer la farisea actitud de la Iglesia de Monseñor Rouco Varela al voluntarismo social de la propuesta leridana, es una oportunidad de recuperar la esperanza y esbozar una sonrisa…

Mientras el Presidente de la Conferencia Episcopal Española apela a la paciencia, la calma y la resignación cristiana ante la amarga realidad de la crisis económica, otros actores religiosos como Caritas, muchos párrocos de ciudades y pueblos o  el propio Obispo Piris bajan del púlpito y recuerdan su sagrado compromiso de servir a la fe, pero entendiendo que esta sólo puede experimentarse en la dignidad del hombre.

Volviendo a las reformas necesarias en el  seminario que deberá tornarse en hogar de muchos ciudadanos necesitados, y a precio de ser demagogo, he recordado el Museo Catedralicio de Burgos. El fondo artístico es abrumador y de valor incalculable, me gustaría indicar que con la venta de uno de los cálices de plata de Benvenuto Cellini expuestos en la Catedral, se cubrirían sobradamente las obras.

POLITICA ES MORAL

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